Icono: según el diccionario de la lengua española, en
una de sus acepciones, icono significa “signo que identifica una idea o un objeto”. Un ejemplo: “La estatua de La Libertad es uno de los
iconos de los Estados Unidos”. Si el
ejemplo lo llevamos al terreno del rock mas duro, existen una serie de iconos conocidos
e identificables al instante. Hasta los que no siguen activamente el mundo de
la música saben, por ejemplo, quienes
son Ozzy, Slash, o Alice Cooper.
Cualquier buen fan tiene en los altares a Bon Scott, Joey Ramone, o Phil
Lynott. Todo el mundo sabe quien es
Angus o Gene Simmons. Tienen una imagen
reconocible, un estilo inconfundible, han hecho una imagen de sí mismos
identificable incluso viendo simplemente su silueta. Son iconos del rock & roll.
Pues bien, uno de los
iconos definitivos del rock es el protagonista de ésta película-documental, Ian
Fraser Kilmister mas conocido como Lemmy, 65 años resumidos en casi dos horas
de film, 65 años dedicados a tocar rock & roll sucio y ruidoso, 65 años
consumidos a tragos de Jack Daniels con Coca y humo de Marlboro, e influidos
(ahora menos) por infinidad de sustancias dopantes (excepto la heroína. El no haber consumido esta droga es, según
nos cuenta, el secreto de su longevidad).
Un milagro genético digno de estudio.
Un documental hecho desde el corazón, en el que tras esa imagen de
killer fuera de la ley se esconde ante todo una buena y entrañable
persona. Porque eso es lo que aquí se
nos ofrece: la persona. El icono queda para el escenario. Desde la devoción con la que habla de su hijo
(protagonista junto a Lemmy de varias escenas), hasta la resignación con la que
nos cuenta el día que el médico le diagnosticó diabetes “me dijo que llevara un
estilo de vida saludable….. pero a éstas alturas que más da”. La sencillez con la que nos muestra su adicción
a los videojuegos, o la pasión con la que nos habla de su gran afición: la memorabilia y parafernalia militar, en
especial la alemana de la 2º Guerra Mundial.
Uno de los momentos algidos de la peli es cuando nos muestra su
colección de dagas y espadas, alguna de ellas verdaderas piezas de museo, así
como cuando perfectamente uniformado, galones incluidos, visita un campo en el
que otros entusiastas como él restauran tanques y otros vehículos. Impagable la imagen de satisfacción de Lemmy,
uniformado y engalanado, subido en la torre del tanque mientras este abre
fuego. Digno de una portada de
Motorhead.
Como si de un Jack
Daniels con coca se tratara, a pequeños sorbos nos va mostrando lo que ha sido su
vida. Así nos cuenta su carrera musical,
con especial atención al resquemor que le queda aún a día de hoy de su
expulsión de Hawkwind, la formación de Motorhead, o su proyecto Headcat, todo
ello intercalado con los testimonios de sus amigos músicos, desde Slash, Henry
Rollins, Metallica en pleno, Dave Grohl, Scott Ian, Ozzy, Alice Cooper, Dee
Snider, Fast Eddie Clarke… hasta gente en principio tan alejada de su estilo
como Steve Vai o Dave Navarro. Las cámaras
le siguen de gira, filman su vida en el modesto apartamento de alquiler en el
que vive, nos muestran el día a día del personaje, le acompaña de compras, a
una emisora de radio, o al único santuario personal en el que si te atreves a
molestarle eres hombre muerto: Un rincón
del Rainbow en el que hay una máquina tragaperras, donde se tira horas echando
monedas con un Jack Daniels con coca en una mano y un cigarro entre los dedos
mientras piensa en sus cosas..…
Mientras tanto, y
entre una historia y otra, el documental nos muestra a sus amigos contando ante
las cámaras anécdotas divertidísimas, especialmente la que cuenta Scott Ian
sobre unos pantalones cortos es hilarante, esa la tenéis que descubrir
vosotros, no voy a estropearos el momento.
Su sentido del humor es otro de los rasgos que le caracterizan, baste el
ejemplo de otro momento estelar: cuando Lemmy comenta que lo que se cuenta sobre
que se ha acostado con 2000 mujeres es un mito, “No, no es cierto. Habrán sido unas 1000. Así que conociendo mi edad, y si te pones a
hacer cuentas, verás que no son tantas cada año”. Otra que cuenta su hijo: “Cuando yo tenía 17 años, se me acercó y
muy serio me dijo: - hijo, prométeme que
nunca tomarás cocaína. – No, no tomaré,
no te preocupes. – Unicamente toma
Speed, será mejor para tí…” Todo un
personaje, un icono, un estandarte del rock.
Las verrugas más famosas de la historia.
Baste como epílogo una frase que pronuncia un fan tras un
concierto: "Si hubiese una hecatombe nuclear los únicos supervivientes serían
las cucarachas y Lemmy". Seguro
que es así.
8 comentarios:
Qué grande es, muy, pero que muy grande. Vi la película y es un auténtico crack.
Vi esta peli en la 2 o por ahí muy de noche. Siempre me gustó su música, luego en el programa de radio en el que tenemos un espacio dedicado a las curiosidades me empecé a dar cuenta que estaba ante un tipo muuuy peculiar (es un fijo en la sección podríamos decir) y ya tras esta película puedo decir sin temor a equivocarme que Lemmy es el Rock:)
En el número dedicado a su vigésimo quinto aniversario, Ruta 66 publicó una entrevista con Lemmy que creo sirve de complemento perfecto a esta película. Para mí es como Bon Scott o Little Richard, un icono, como dices.
Saludos.
Este documental es de obligada visualizacion, me encanto, Lemmy es muy grande y verle contar ciertas cosas...........es parte de la historia viva del rock.
Saludos!!!!
Lemmy es Dios! Tengo el documental con audio latino y es aun mas surrealista! Me lo tengo que comprar jajajaja.
Un abrazo
Lo prometido es deuda, estuve en Pamplona y el transporte público es la leche, sobre todo por los conductores y por la música que ponen!!
Gran BLOG!! seguid así!!
Me lo he pasado bomba viendo este documental. Gracias.
Vaya, parece que todos coincidimos en que el amigo Lemmy es un crack!!! Por cierto anónimo, si algo tiene bueno Pamplona son los conductores de autobús!!! En especial unos que yo me se.... Saludos.
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