miércoles, 30 de abril de 2014

Matthew Sweet: Todos Esos soles Melancólicos Que Alumbraron Mis Amaneceres


Se dice que las montañas más altas de este planeta están ocultas a la vista. A kilómetros bajo las aguas oceánicas. Grandes, majestuosas, poderosas y llenas de historia.
Y en este mundo musical tan eventual, tan deslavazado y tan prostituido en ocasiones; también existen montañas bajo el mar. Grandes músicos que necesitan que te fuerces, que hundas tus orejas a cientos de kilómetros entre los sargazos de la industria y te asombres ante la absoluta solemnidad de esos autores que hunden su alma en lo más profundo del planeta música y se alzan imperturbables aunque nadie las mire.

Y Matthew Sweet es una montaña tímida, una montaña cargada de emociones, de una poderosa melancolía que dota a sus canciones de una luminosidad, como de tarde de otoño, con ese anhelo por un rayo de sol que acaricie tu rostro como la voz, intensa, dulce y cargada del color de los campos de fresas y el cielo por donde juega Lucy con diamantes que Sweet echa a volar en cada tema que interpreta.
Matthew nació el 6 de octubre de 1964, (así que ahora tienes Matthew cabronazo, 49 pero ya vas para los cincuenta...aaayyyy), nació, decía, en  Lincoln, Nebraska y desde que era un chaval se aferró a la música y la convirtió en un horizonte al que dirigirse, en un viento único que hinchase sus velas y lo trasportarse lejos de donde sus pies se hundían en el fango cotidiano.
Hay gente que tiene talento natural para crear melodías y canciones que se enredan en tu corazón para no abandonarte jamás. Jeff Lynne y el propio Sweet son dos ejemplos sobresalientes de esto que digo. La manera en que Matthew Sweet desarrolla canciones cargadas de un angélico veneno que se propaga en los coros, en las maneras en que las guitarras acústicas seducen a unas eléctricas borrachas de distorsión y una rabiosa necesidad de desparramarse, al más puro estilo Neil Young y sus punteos tormentosos, hacen de los temas de Sweet un disfrute para las orejas que buscan, embriagadas, esos detalles, ese viento que enreda melodía y crudeza, apasionados y dolorosos textos con una manera de entender la música que huye de cualquier clasificación. Matthew Sweet es PowerPop, en Rock N Roll, es Alt-Country, es Pop-Rock alternativo, sigue la senda de los Beatles, de la Velvet, de Neil Young y es, sobre todo, autentico, intenso y sincero en sus creaciones.

En el 85 firma un contrato con Columbia Records. Se marcha a Nueva York, y graba su primer disco en solitario, "Inside", que apareció en 1986. Obtiene buenas críticas  y para de contar. Éxito limitado, lo que pone fin a su contrato con Columbia.
 En 1988 firma un nuevo contrato, esta vez con A&M Records, que publica el segundo álbum en solitario, "Earth" de  1989, para el que Sweet cuenta con la colaboración de músicos como Robert Quine, antiguo colaborador de Lou Reed, y Richard Lloyd, guitarrista de la célebre banda Television. Y, no, tampoco este disco llegó a convertirse en un éxito, por lo que la casa discográfica A&M rescindió el contrato de Sweet cuando éste se encontraba embarcado en la producción de su tercer disco. Durante el año 1991, Sweet actuó como guitarrista de Lloyd Cole en sus giras por Estados Unidos, al tiempo que intentaba encontrar una discográfica que publicase su tercer LP. Finalmente lo logró con Zoo Entertainment, que publicó Girlfriend, un álbum en gran medida inspirado en su reciente divorcio, a finales de 1991. A lo largo del año siguiente, el álbum, y especialmente el tema del mismo nombre, la canción "Girlfriend", obtuvieron un éxito considerable. El vídeo "Girlfriend", inspirado en el anime japonés, fue emitido por los canales musicales MTV y MuchMusic. A finales de 1992, el álbum era ya disco de oro.

El nuevo álbum de Matthew Sweet, "Altered Beast" en 1993, tampoco logró emular el éxito de su predecesor. No fue recibido con entusiasmo por la crítica, aunque algunos de sus temas lograron cierta difusión en emisoras universitarias. En la primavera de 1994, Sweet editó un EP, Son of Altered Beast, y en 1995 un nuevo LP, "100% Fun", producido por Brendan O'Brien,  100% Fun fue el  disco con el que conocí al músico y, junto a "Girlfriend" el que  obtuvo las mejores críticas, siendo el tema "Sick Of Myself"  un grandisimo éxito y, para mi, una de las canciones de mi vida.
Y, al margen de los datos históricos, lógicamente, fusilados, la  obra de Matthew sweet fue y ha sido una constante en mi vida. Su manera de afrontar los sentimientos, de desnudar unas sensaciones que nos han empujado a simular, de llamar al dolor por su nombre, enfrentarle esa tristeza que se te come por dentro y salir del embate con magulladuras pero en pie, jodido pero entero y con el sentimiento poderoso y perdurable de que un pedazo de sol de verano se ha escondido en tu alma para siempre, es algo que se sigue produciendo en mi corazón, tras las escuchas de sus canciones, una sensación gloriosa, de batalla ganada, de atardecer en soledad y en calma; o de amanecer llegando a casa, tras haber perdido horas de tu vida de manera estúpida o gloriosa, tarareando suavemente "Looking at the Sun", "You Don't Love Me", "Hide" o "Ti´ll You Breaks", o exultantes himnos de patéticos triunfos como "We're the Same", "What Matters" "Sick of Myself" o "I Wanted to Tell You".

En mi vida, Matthew Sweet ha caminado como un pequeño rayo de sol en días invernales que parecían años. Su voz, dulce y limpia, su manera de dotar de melodía a cada frase, a cada guitarrazo, llenando cada nota de una luz pura e intensa que terminaba por quebrar la costra de pena y, sobre todo, de auto compasión con que vestimos una piel que debería, siempre, bañarse en la luz del sol y ser acariciada por la brisa de primavera.
Hace demasiado tiempo desde que Matthew no cubre sus canciones con esa magia que ha hecho que mi corazón tenga una gran avenida con su nombre. Los derroteros sonoros del de Lincoln no pasan por las estaciones donde espero esa música que llena mi vida de emociones. Hay un algo de tristeza, de esa que Matthew tan bien sabe reflejar en sus canciones, que me embarga al no llenar mis orejas con nuevos discos suyos. No obstante, espero, un tren que llegue un día, con la locomotora aullando con el sonido de mil guitarras distorsionadas, con el traqueteo dulce y delicioso de unos vagones mágicos y misteriosos pintados de los colores de la risa y el verano, de amaneceres dulces y desayunos adornados con el arco iris y el jajaja de ángeles borrachos cantando como becerros "So Far", "Where You Get Love" y, desde luego, "Sick Of Myself".






domingo, 27 de abril de 2014

Electric Boys: La vida Es Tan Eléctrica



Antes, cuando los años que llevo en los bolsillos como tintineante calderilla, parecían no agotarse nunca y se movían por el mundo con una inconsciente alegría, lo poco que sabia de los países escandinavos era que en Dinamarca olía a podrido (uno siempre ha sido muy leído) y que sus habitantes no tenían miedo a nada y tenían  nombres como Epitaf, Fotograf, Paf y Pataf...Después vinieron Michael Monroe y sus chicos tóxicos, sus canciones macarras y perversas y mis orejas se dedicaron a husmear ávidas nuevos y viciosos sonidos llegados del frío. Easy Action, Smack, Abba,¿eh Jorge?, The Nomads , The Creeps...Y los países nórdicos dejaron de parecerme tan fríos y su música siempre me ha parecido visceral, ardiente, correosa, intensa y llena de vida.

Electric Boys, fue una de esas bandas que el tipo que fui encontró, como todas las veces, por casualidad tras quedarme prendado de la portada de su primer álbum,  "Funk-O-Metal Carpet Ride " y decirme a mi mismo:"estos tíos tienen que sonar como los Black Crowes, mira que pintas más canuteras" Y no, ni por asomo se acercaban al sonido de los Robinson. Cuando se formaron en 1988 en Estocolmo, los Chicos Eléctricos fueron compuestos por Conny Bloom (guitarra y voz) y Andy Christell (bajo) y pronto se les unieron Franco Santunione (guitarra) y Niclas Sigevall (batería). Y en 1989 lanzaron su debut el aclamado por la crítica y hallado por mí, 'Funk-O-Metal Carpet Ride ". A partir de ahí, los Electric aparecían y desaparecían de la escena musical dejándonos discos en los cuales, siempre brillaban canciones poderosas y absorbentes aunque en su conjunto no llegaran a cuajar en mi corazón con la intensidad y el talento que les otorgo a los suecos, y es por ello que el amor desarraigado que siento por ellos siempre otea un horizonte que vigila el helado norte en busca del nuevo disco, este si, que me hará enamorarme, musicalmente, del alma ya lo estoy de un horizonte que sonríe con el fuego del sol. 

Tal vez, ese momento ya ha llegado. Los Chicos Eléctricos, mis chicos del norte, me han regalado una obra titulada "Starflight United". Doce canciones que siguen una estela definida hace años por los mismos integrantes de la banda que la fundaron. 
Tras años de degustar el sudor de esa máquina de Rock N Roll que es Michael Monroe, Conny Bloom  y Andy Christell, decidieron que volver a probar el vuelo ácido funkioso y lleno de colores locos de la alfombra mágica que tejieron hace años y que atendía al nombre de Electric Boys no era una mala idea. Desde 2011, con su último y sudoroso beso: “And Them Boys Done Swang”, el cuarteto había visto crecer su necesidad de crear canciones de alma golfa y macarra, de sonidos machotes y divertidos, de jajajas que se prolongasen en el tiempo y el corazón..." Junk In The Trunk", "Gangin' Up", la adictiva " If Only She Was Lonely" o la muy muy muy mía, cachonda, criaja, y vacilona " Life Is So Electric", pugnaban por salir de la placenta golfa y politóxicomana y conquistar nuestras orejas. Darnos ese Funky-Metal de "Lucy Fur", "Desire" o "Tramp". Acariciar nuestro corazoncito con la dulce e intensa "Ain't No Gettin' Over You". Los Electric Boys terminaban por alcanzar el alma de mis orejas y yo cediéndoles un pedazo de mi corazón,(aunque creo que ya lo tenían) para siempre.

Cuando entras en su página web, la banda te saluda con un "Welcome to the Reign of the almighty grooverock god and party with the powerpop pope! ¡¡Joder, toda una declaración de intenciones!!, de hecho, es lo que pondría en el escudo de armas de este blog.
 Así, con la sonrisa que nace de de ver como el sol surge, también, en el más profundo y gélido norte, os invito a conocer a esta maravillosa y arrolladora banda borracha de fuego y magia, de horizontes setenteros y risas funky, músicos de altísimo octanaje que nos dejan un pedacito de su alfombra mágica para que nuestro corazón vuele hacia el Rock N Roll.

Electric Boys:Life Is So Electric




jueves, 24 de abril de 2014

¡¡Gracias A San Paul Westerberg Que Existen Los Sleepwalkers!!


El sol se esconde entre nubes grises con sobredosis de lluvia en sus entrañas, pero está bien, porque en mi pelo resbala " My Best Was Never Good Enough". El día suena a piruletas y campo de fresas, su sonrisa  ilumina cada respiración que doy, las calles se tambalean como quinceañeros y los jajajajaja rebotan entre las nubes de algodón rosa y los arco iris...y está bien porque entre mis pies juguetea y se enreda " It's a Good Day to Watch the World Go By".
Los minutos se arrastran o vuelan como si llevaran calzados las botas Hermes. La vida es horrible hoy, la vida es hermosa esta tarde, las canciones resuenan como pasadas a través de un triturador, las canciones brillan y revolotean el alma de todos los que nos reímos del mundo gris y las mañanas de cemento a los que nos empuja la existencia y todo está bien porque en nuestro corazón  aullan, desbocadas, canciones que pintan el mundo del color de sus labios, y lanzan más allá de la Supercluster de Ophiucus, sonidos que resuenan entre las estrellas como "Come around" o "Safe For The Ride". Porque mis queridos cascabeles y cascabelas, Ian Olvera ha grabado un disco lleno de luz, de energía, de risa en cada nota, en cada letra.
  Ian Olvera, del que ya reseñamos su anterior disco en este blog:" The Reckless Kind", junto a su banda , The Sleepwalkers, ha publiado, ya como banda, sin protagonismos, este delicioso, adictivo, emocional, luminoso y poderosamente optimista "Lost My Mind In Stereo" y, ¡¡Joder, adoro hasta el título del puto disco!! Porque así me encuentro ahora, perdiendo mi cabeza en estéreo, mi corazón y mi alma no lo perdí, se los entregué a ella y la banda sonora perfecta para vivir a su lado son las trece canciones que los de Green Bay han parido con sublime y carcajeante dolor musical. 

El sonido que este álbum nos regala, se aleja del estilo de su anterior obra. Si en " The Reckless Kind" la música se apoyaba en gente como Tom Petty o The Jayhawks, creando en ese proceso diez canciones soberbias, para este disco la banda se ha lanzado desde el acantilado de las risas que producen mil veranos,  al océano llamado The Replacements. Y esto, mis queridas chucherías, para mi es un jaja interminable.

El que Ryan Gracyalny a la batería, Connor Lamue al bajo y los coros y Ian Olvera a las guitarras, al piano, al Rhodes y a esa voz de caramelo envenenado, se acerquen al agridulce sol que representa Paul Westerberg supone para mi días de sonrisa solapada por una risa y a la que sigue una carcajada, todo un acontecimiento realmente dichoso.
Los sonidos luminosos, melancólicos y llenos de melodías que imitan la risa de una piruleta o el sonido que hacen los cachorros al jugar en y con el mundo, hacen que mi corazón y las almas de mis orejas se regocijen y tarareen canciones como la deliciosa "In & Out", "Talking Out of Turn" o "Big Hoax". Y esto, ¡joder!, es lo que el mundo debería de ser, al menos una vez al día, o a la semana para cada uno y cada una de aquellos que viven y quieren vivir la vida con la música del universo escapandosele en cada parpadeo, en cada risa que se escurre del corazón porque es lo que todos deseamos y necesitamos.
El disco se grabó en  Milwaukee, pero podía haberse producido en Minneapolis en los años gloriosos de la mejor banda de aficionados del mundo. 
Y, al final, el disco, como el día se termina con "The Reckless Kind", un medio tiempo somnoliento y hermoso que apaga el sol por unas horas y corteja a una luna pizpireta que exclama un "Ji" de niña pequeña que hace crecer una luna llena gemela en tu corazón. Y entonces susurras buenas noches sol..buenas  noches luna, buenas noches mundo...Mañana sonreiremos un poco más...


lunes, 21 de abril de 2014

Tommy Ebben: Reflejos Dorados Flotando En El Aire De Primavera


"La muchacha dorada se bañaba en el agua y el agua se doraba.
La muchacha mojada era blanca en el agua y el agua, llamarada.
La muchacha dorada era una blanca garza y el agua la doraba."
Dorada..como las canciones como la luz que se filtra por sus cabellos inundándolos de fuego. Dorada como la música, como el poema de Lorca sobre Casida, como la canción conque empieza este primer- tercer disco del músico holandés Tommy Ebben. Dorada como la palabra que iba a titular el álbum y que. al final, se convirtió en canción. Brillante como su sonrisa, similar a la música que el holandés crea y recrea con su guitarra, el nuevo-tercer disco de Ebben mantiene el altísimo nivel que ya tenían sus dos álbumes anteriores con su banda: Small Town Villains. En esta ocasión, el de Utrecht se rodea de amigos, algunos de ese otro proyecto de Ebben llamado Lorrainville, del que ya se habló en este blog años ha y recrea ese estilo de canciones que tanto ama y que tanto amamos por este Necesito Un Rock N Roll, Fol-Rock, Americana, Blues y Rock N Roll cargado de melodias electrizantres, coros angélicos, emocionalidad a flor de piel y poesía luminosa como su mirada, como su pelo acariciado por mi mano en una mañana de primavera.

Las diez canciones que el músico nos ofrece en lo que parece un inicio en solitario, u otra manera de afrontar una creatividad que le chisporrotea y necesita ser trasladada de su corazón a nuestros orejas, posee una belleza y una intensidad ya conocidas en obras anteriores. Sonidos luminosos como "Battle Of The Bismarck Sea", "Golden" o "Red Curled Curtain" y sonidos más intimistas y quedos, como susurros, como besos que caen a tus labios como la fina lluvia de primavera en  canciones como "Heed Your Call", "Keep A Light On" o "September Skies".
Luz y claroscuros, tal vez, menos Rock N Roll que en sus discos con los Small Town Villains, pero buenas canciones, composiciones que han de ser degustadas como un buen vino, a pequeños tragos, como besos en los labios, como los ecos que una guitarra deja en tu corazón una vez que la canción ha terminado y en tus orejas, igual que en tu boca, queda un sabor dulce, susurrante, como viento fresco en primavera.

Las canciones que despliega sobre el lienzo que hoy es tu vida, tienen el color suave y honesto de la luz filtrándose, perezosa por las cortinas de una habitación, cuando el tiempo ha perdido sentido y dirección en los corazones del que sonríe a la mañana, consciente de que ésta podría ser eterna, como los besos, como mil veranos, como el amor.


















viernes, 18 de abril de 2014

Podemos Ser Héroes


Me gustan los tebeos. Adoro sumergirme en océanos de imaginación y pura creatividad humana.
 Todos los mares que gente con talento han desplegado para nosotros, me son necesarios para buscar mi propio horizonte emocional.
Desde Little Nemo a Terry And The Pirates, del Silencio De Comes al Tarzán de Burne Hogart, del Makinavaja de Ivá a las obras de Hugo Pratt, del Monster o el 20 Century Boys de Naoki Urasawa al Sgto. Rock de Bob Kanigher y Russ Heath o los tebeos de Ibañez, del Slaine al Kozure Okami de  Kazuo Koike y Goseki Kojima, del Peter Punk del Max al Alack Sinner de Muñoz y Sampayo...
Y los Superhéroes.
¡Joder, los superhéroes! Me fascina ese extraño y absurdo equilibrio entre industria y pura y desbordada imaginación y talento de los autores norteamericanos. Así, no es de extrañar que el tebeo, como tal se crease en los Estados Unidos, país que, en muchos aspectos se comporta como un adolescente. Este hecho no hace sino confirmar el curioso fenómeno que se ha ido desarrollando en estos años recientes.
Con Daredevil:Born Again, de Frank Miller y David Mazuchelli, The Golden Age de James  Robinson Y Paul Smith y, sobre todo con Watchmen de Alan Moore y Dave Gibbons,  los Superhéroes se volvieron humanos, con el sobrevalorado Kick-Ass de Mark Millar y John Romita Jr. se apuntó en la dirección correcta al sugerir el porqué nadie se volvía un Superhéroe en la vida real, en este mundo real.
 Y es que en este mundo donde cualquier papanatas es una estrella, por muy efímero que sea su brillo y los artistas se ven empujados a ser superestrellas, no extraña el que aparezcan individuos que se crean su propio modo de ver un mundo degradado y envilecido y quieran marcar la diferencia.

 Decía Pico Della Mirandola en 1489 en su "Discurso sobre la dignidad del Hombre" que tendemos a reconstruir las historias que nos contamos a nosotros mismos. Así, aprendemos tanto de nosotros mismos como de los que están a nuestro alrededor. Y en esta época caótica que vivimos, estamos reforzando constantemente la idea perversa de que somos aberraciones antinaturales que nos empujan y nos precipitamos gustosos a un vacío que no hace más que crecer. Si esta idea arraiga en nuestras mentes influenciables y deja huella en el arte, la política, en la sociedad en si; si dejamos que las historias sólo sean de culpa y fracaso y tengan un final infeliz, viviremos bajo la sombra ominosa de esa oscuridad para siempre. 
Me pregunto si ha sido esa percepción de lo más triste y gris de nuestras vidas las que han empujado a tipos tan normales como cualquiera a lanzarse y crear sus disfraces, a coser capuchas, símbolos e imaginar nombres brillantes y llamativos para hacer lo correcto, para hacer el bien. 

Personas como Life que con un fuerte sentido de la justicia social que dedica horas de su vida a  trabajar con las personas sin hogar y marginados que encuentra a su alrededor y dispensar esas, aparentemente pequeñas comodidades que vitalmente llenan los huecos dejados por el Departamento de Servicios para Desamparados de NYC.  Cargado con una mochila llena de cepillos de dientes, lociones, jabones y alimentos, patrulla las zonas más desfavorecidas de la ciudad ayudando a la gente.
Está Lionheart en Liberia, vestido con una camiseta y una máscara que da esperanza a quien menos tiene. Ver la devastación que la guerra y la pobreza causaron a sus compatriotas: la tuberculosis, la disentería, la muerte, lo marcó de por vida .Sabía que no tenía más remedio que actuar. Buscar los medios para que cada aldea se proveyese de agua potable, educar a las chicas de los poblados para que no sean un número más como las otras que se llevaron, prometiéndoles una cosa para luego convertirlas en esclavas sexuales. Lionheart va por los pueblos y trata de educar a las gentes sobre esto, para decirles que sean conscientes de si mismos, para llegar a ser autosuficientes.
Están Zetaman en Portland que patrulla las calles con comida y ropa para los sin techo de la ciudad. En Atlanta Crimson Fist, un ex-politoxicómano que procura que los chicos y chicas no sigan el camino que sufrió él, The Statesman en Birmingham, Reino Unido y su lucha contra el narcotráfico,  En Vancouver, Canadá, está Thanatos, que reparte comida y ropa de abrigo entre quienes solo la muerte parece prestarles atención. Está Nyx en Nueva York, si, también hay chicas, y ésta procura ayudar a aquellas que sólo tienen su cuerpo para procurarse una dosis de Crack. Incluso verdaderos luchadores contra el crimen como Phoenix Jones en Seatlle cuyo conocimiento en artes marciales y un eficaz táser ha evitado robos y violaciones y ha dado más de un susto a narcos de la zona. Están Oni en Japón, Superbarrio en Mexico...
Ridículos ¿No? Imagino esa sonrisa de suficiencia que algunos pueden estar poniendo ahora. Payasos, colgados, frikis, mataos, colgaos... Si, puede que también haya algo, o mucho de eso, pero, dime ¿que los diferencia de esos chavales y chavalas que imitan a Sid Vicious, a Axl Rose, a Shakira a Cristiano Ronaldo a cualquier estrella o estrellita efímera del mundo de la música o el cine o los deportes?.

La gente se hace tatuajes, se cambia de sexo, se aumenta o disminuye las tetas, el culo, el estomago, tratan de ser perfectos, de que todos los admiren y se fijen en ellos en una obsesiva carrera hacia si mismos. El Yo, mi, me, conmigo que excluye a todos los que no sean ellos.
Al menos, estos mataos miran fuera de sus ombligos. Tratan de manera

 casi infantil de arreglar todo aquello que se roto o corrompido aportando un algo que haga de este mundo un sitio mejor. Dan, no a ti o a mi, que lo tenemos fácil, una esperanza, marcan una diferencia y, de paso, viven esa experiencia única y deseada por ellos desde que eran niños.
Y tú puedes decir que para ayudar a los demás no necesitan disfrazarse de mamarrachos. Si, pero ¿que los diferencia de los del pañuelo palestino de los cojones, o de los del hábito, la sotana o el traje evangélico?


 Por ahora se centran en cosas pequeñas, viven vidas emocionantes y creen, de verdad que lo creen, que aportan algo a la sociedad. Centran su energía en facilitar, unos minutos nada más, algo de sosiego y confort a quienes no tienen nada, y nada es nada, ni pensión, ni sueños, ni ropa, ni hogar. Aportar algo de luz a tanta oscuridad, darles un mínimo de esperanza, aunque sea disfrazado de mamarracho, merece la pena, creo yo.
Y, no deberías poner esa cara. Tú, seguramente, conoces algún Superheroe. Gente que ha hecho cosas admirables, sin necesidad de trajes estrafalarios, es cierto, pero, ¿hubiera importado si lo hacían disfrazados?.

Yo sé de gente que en el mejor momento de su vida cargó con las vidas de otras personas como Atlas, en su momento, cargó con el peso del mundo a sus espaldas. Admiro de una manera absoluta a esta persona y procuro aprender de sus gestos y vivencias cada día.
También conozco a otro que luchó contra una supervillana de comic que se adueño de su cabeza y después trató de acabar con su cuerpo. Su perseverancia, su tesón y su actitud vitalista han logrado que, hoy en día, se pueda considerar a esa arpía derrotada. Y, sí, conozco a otra persona que volvió su vida muro de contención, y aún lo hace, para salvaguardar a aquellos que más quería de cualquier mal de este mundo aún a riesgo de privarse de una vida que otros, y ella misma también, hubieran disfrutado despreocupadamente.
Imagino que muchos pensareis:"que pobres tarados. Que pena de vida tiene que tener para acabar creyéndose personajes de tebeo" ¿Y tú y yo?. ¿Y cualquier tipo o tipa un sábado a la noche imitando en los bares de cualquier ciudad a James Dean, o a Scarlett Johanson, ávidos y a la vez atemorizados por un mínimo de contacto, de cariño o una dosis de autoestima que eleve el ego?. ¿hay tanta diferencia, es menos ridículo?.
No es tan extraña una vida donde las personas pretendan ser más de lo que son. E. Paul Zerh explicó en su libro:" Becoming Batman" el tipo de entrenamiento, dieta, tabla de ejercicios y tiempo que se necesitarían en la vida real para transformarse en un Superheroe.
Los tebeos poseen esa vitalidad primitiva del arte prehistórico, esa magia simpática que se recreaba en las cuevas de este mundo hace 40.000 años donde algo más grande que la vida daba esperanza, fuera al final real o no.
En este siglo XXI, donde todos estamos continuamente bombardeados por unos medios de comunicación aterrorizantes, abrumadores, alarmistas y nihilistas donde imágenes de muerte, guerra, humillación, dolor y miedo se adueñan de cada segundo de nuestras vidas so pretexto de que es esa la historia que precisan y desean los consumidores de entretenimiento. En este siglo vilipendiado, ¿no deberíamos de enfatizar nuestra inteligencia, nuestra gracia, nuestra bondad, la honestidad, la capacidad de amar, la creatividad, el sentido del humor, la solidaridad? ¿No deberían de manifestarse en nuestro comportamiento, en nuestro trabajo y relaciones? Deberían de resultarnos esperanzadoras la proliferación de historias de Supérheroes. Su luminosidad, su afán de buscar lo mejor de cada uno de nosotros, de imaginar lo más justo, decidido y bueno que albergamos es un lujo que deberíamos de agradecer. Al fin y al cabo, el primer Supérheroe, Superman, de 1938, fue concebido por dos chavales como un superhombre solidario, socialista en su pensamiento y enfrentado a políticos corruptos, maltratadores de mujeres y policías que abusaban de su cargo para imponer una ley del miedo y el silencio.
Las historias de Superhéroes se crean en los, supuestamente, niveles más bajos de nuestra cultura, pero contienen en su interior todos los sueños y miedos que albergamos los seres humanos.
Estos chicos y chicas, estos mequetrefes con buenas intenciones y la cabeza en las nubes, quieren, de verdad, hacer algo mejor por el mundo. Aunque éste sea un barrio, una calle, una persona que come caliente o se arrebuja en un abrigo o una bufanda, o salva su cuerpo y su alma de una agresión. Estos mataos hacen algo positivo en su vida y en la de los demás...¿Tan malo es?




martes, 15 de abril de 2014

Nigel Ray Beck: Las Nanas Que Cantan Los Lobos A Sus Cachorros



El mundo se abalanza sobre nosotros, estemos preparados o no. Estampidas de sucesos que arrasan con lo que tienen delante en una huida enfervorizada hacia la entropia. Las cosas, las que deseas y las que no, suceden al margen de ti, otras veces por tu causa. Hechos y consecuencias. Caminos que se estrechan o se desparraman más allá de lo que tu vista, incluso tu imaginación es capaz de asir. 
El cuerpo aguanta como puede el embate de las cosas que pasan día día, aferra su alma a esa tierra que tiembla y se sacude a cada respiración, aprieta los dientes con un orgullo fatuo y entrecierra los ojos con el deseo, casi una plegaria, de ser capaz de ver todo lo que va a sucederle en la vida sin cerrarlos, sin apartar la vista de las maravillas y las miserias que se van a ir desplegando ante él porque eso es estar vivo. No sobrevivir cómodamente, en una repetición pastosa y anodina de ese puto día en el que no sucedió nada reseñable, sino lamerse las cicatrices cuando las hay, quitarse el sudor del alma y del cuerpo cuando el amor a rodado contigo en una pelea cómica y hermosa, contar las arrugas que esa vida a marcado a fuego en ti, las de las risas, las del llanto, las de los gritos jubilosos, los susurros, los surcos que las lágrimas han arrancado a la piel diciendo más de ti , de lo que serás nunca capaz de hacer tu mismo.

Cuando la vida descubre en un sólo día las cartas de jugadas tan distintas, cuando la noche parece un sarcasmo del día, cuando necesitas aferrarte a un mástil, sea el del barco desvencijado de tu existencia o el de una guitarra que sabe hablar de tu sentimiento mejor que tu mismo, es un lujo contar con tipos como Nigel Ray Beck.
¿Quien? si, claro ese  tipo ..¿Como decías que se llamaba? Joder, pues un puto músico cargado de una emocionalidad difícil de ignorar. Un tipo nacido en  Weymouth, Inglaterra y que lleva años viviendo y desarrollando su carrera musical en Dinamarca. Un tipo que acaba de sacar una maravilla de disco titulado:"13 Four Minute Songs". Trece apasionadas canciones que cuentan con la colaboración de una banda norteamericana llamada U.S. Rails en ocho de los temas del disco...¿He cantado vuestra atención? Si ,esa maravillosa banda se decidió a grabar con Nigel Ray Beck el grueso del álbum, es porque, evidentemente, poseen un gusto excelso por la música, habida cuenta de su propio bagaje sonoro. Y ese gusto revolotea por todas y cada una de las canciones de este discazo cargado de amor y pasión por hacer canciones de esas que te llegan al corazón, lo vuelven un globo de un rojo intenso y lo echan a volar por el cielo azul vertiginoso de su mirada, forzando, en unas cosquillas en forma de canción, una risa que se enreda a mi alma igual que "Acting Like Jane", o "Over a Kiss" lo hacen en mis orejas, con el gorgoteo delicioso de una risa de niño que juega en la vida y con la vida como quien tararea una canción.

Dice el propio Nigel Ray:"Las canciones tratan a menudo sobre la vida, los cambios y las diferentes experiencias en el camino ... pero no siempre...Pero,una cosa es segura, siempre están cerca del corazón y  más cerca aún del hueso.
Canciones que se enredan en el alma con la intensidad de un primer beso, con la dolorosa y desgarradora realidad del último beso que darás o que te darán...Besos en forma de canciones que se quedan tatuadas al alma como la dolorosamente bella "Beautifully Broken" o como " Sideways Glances". Ese Hurt so good que hace que veas, por entre nubes oscuras y tormentosas, toda la luz del sol o de la luna llena.

El músico actúa en solitario en bastantes ocasiones pero a menudo es acompañado en el escenario por Kirstine Hansen a las voces  y Henrik Carstens al contrabajo.Juntos tejen un hermoso tapiz lleno de historias donde las canciones cobran vida. Cuando no se agarra a los Low High Fives, su banda para desgranar cancionacas del tamaño de "Secret Name", " Almost All the Time" o medio tiempos preciosos como " I'm Still Blue".

Canciones que llenan esos agujeros que la vida te hace intencionada o casualmente. Canciones que arrancan una sonrisa al corazón y le prometen días de verano interminables, con la luz del día enredándose en su pelo y volviéndolo, por un segundo, un sol de medianoche.







sábado, 12 de abril de 2014

Cardiopatias Sonoras:....Hacía Colinas Lejanas..Willie Nile Y Led Zeppelin


Willie Nile es uno de esos tipos que crecen a cada escucha, a cada afortunado concierto del que somos testigos. El pequeño e inmenso músico neoyorquino posee esa mágica capacidad de elevar la emoción que transmite y te hace sentir y dotarla de una esencia poderosa y adictiva que se desparrama por el mundo a cada escucha que haces de sus obras. 
Una de ellas, "Far Green Hills", perteneciente a su álbum "The Innocent Ones", es una canción cantada por un niño de sesentaitantos años a otros chavalines y chavalinas que necesitan emocionarse y jugar con la vida por un mundo que se encuentra allá, cruzando esas colinas verdes tan lejanas, y que se va desplegando a cada risa, a cada beso, a cada momento en que el sentimiento desplaza a la razón y doblega la persistente y anodina realidad a una pelota a la que le puedes dar un patadón que llegue más allá, lejos más lejos que esas colinas verdes tan lejanas.
"Far Green Hills" me llena el alma de niño, me emociona y fuerza a mis orejas y a mi corazón a escucharla una y otra y otra vez. Y siempre, siempre, tendrá un lugar en mi alma como banda sonora del chavalin que siempre quiero ser.
El vídeo que he escogido para ilustrar esta maravilla posee esa magia del directo que evita las perfecciones del estudio. De hecho, la ausencia de guitarra eléctrica facilita el asombro y la delicia que supone escuchar a un músico del calibre de Johnny Pisano, bajista habitual de Willie Nile, y que en toda la canción sostiene y embellece el tema con las cuatro cuerdas.







Y es una deliciosa casualidad el permanecer en estas colinas lejanas hacia las cuales pueden dirigirse los sueños y la imaginación. Porque, una vez, un tío de quince o dieciséis años, escuchó por primera vez el "House Of The Holy" de los británicos Led Zeppelin para quedar, irremisiblemente enganchado a este álbum para siempre. La obra del cuarteto aunaba la intensidad y la testosterona que un adolescente exuda y precisa, con la lírica y la poesía que mi interior reclamaba con insistencia. "House Of The Holy", publicado en un glorioso años de acontecimientos musicales y vitales como fue el año 1973, tuvo como primer single del vinilo la canción "Over The Hills And Far Away" y a mi me agarró el corazón y robó el alma de inmediato. Su inicio pausado y cargado de una sosegada intensidad, daba paso a una tormenta emocional y llena de esperanza en mundos a los que yo, únicamente había accedido en los sueños. El inglés precario que manejaba me permitía atisbar frases repletas de magia y momentos oníricos; con los años supe que el tema plasmaba en su letra  referencias del libro El Señor de los Anillos de J. R. R. Tolkien. Que esta canción fue inicialmente compuesta por Jimmy Page y Robert Plant durante su estancia en el pueblo de Bron-Yr-Aur en Gales el año 1970 y se completó en la gira de la banda por Estados Unidos de ese mismo año, que el primer nombre de la canción fue «Many, Many Times» y que para los Zeppelin era una canción fetiche. Para mi, era un  sueño, un deseo la ilusión de buscar un lugar en el mundo fuera de la vida que estaba viviendo, de ilusionarme con hallar sitios cargados de magia y presagios y dotarle a esos momentos de una banda sonora de la intensidad de "Over The Hills"...



..Laughing like a bad boy....




..And a pocket full of gold...

jueves, 10 de abril de 2014

Paolo Nutini: Susurrando Bajito Con La Intensidad De Una Tormenta



La madurez. El monstruo agazapado tras la puerta de la habitación de tu disoluta adolescencia. La cerradura que parte y se queda con la mitad de la llave de tu juventud. Ese suelo que traga tus días de farra, de aguante, de insolente despreocupación y te escupe a un suelo realizado con tiralíneas, frío, aburrido y predecible.
La madurez, mitos, frases hechas y tonterías que nos contamos para justificar demasiadas cosas injustificables. En un músico la madurez, sin embargo, suele simbolizar un paso adelante, una evolución acertada y gozosa de la creatividad del autor. Canciones más inteligentes, mejor estructuradas, más pensadas y meditadas. O el camino que escoge para adentrarse en una vida alumbrada por un  sol que, en este caso, es Soul. El disco más maduro del cantante y compositor Paolo Nutini, originario de Paisley, Escocia.
A los dieciséis ya estaba de gira con un grupo escocés "indie" que tuvo corta vida. Paolo hacía las veces de "roadie" vendiendo las camisetas del grupo en las salas de conciertos y además actuando como telonero del grupo. Aunque la música fuera ya su amor perdurable en este punto de su corta vida, esto contravenía una larga tradición familiar de la que parecía casi inviable escapar. "Siempre pensé que continuaría con el negocio familiar de patatas fritas" Pero el destino intervino de la manera más fortuita. Y la verdad es que tuvo tenacidad y suerte y un pundonor que le facilitó las cosas. El tipo es una máquina creativa ya que la discográfica Atlantic Records, y poco después de cumplir 18 años, le grabó y lanzó su primer álbum "These Streets" en el año 2006, al cual le siguió, tres años despues,"Sunny Side Up", el cual supuso un cierto desencanto para este que suscribe, a pesar de que contaba con buenas canciones.
Y ahora, "Caustic Love", recién salido al mercado. Más maduro, muchísimo más Soul que sus dos álbumes anteriores, con grandes canciones y un alejamiento de sonidos más de MTV y una aproximación bastante más sincera a sonidos que Marvin Gaye o Al Green, sobre todo, no hubieran declinado interpretar. 
Amor Caústico es un disco notablemente trabajado en sus arreglos, aunque abuse en ocasiones de soniditos y aparatejos o samplers que a mi, personalmente, me tocan los nakasones. Pero, si excluyes esas pequeñeces, y te centras en temas como el intensisismo "Better Man", la deliciosa "One Day" o el modo más sencillo de decir: te quiero, o temas como "Bus Talk", "Iron Sky", " Let Me Down Easy" o "Looking for Something", asistes a un músico que se ha rodeado de una mística que se aferra al inicio de la década de los setenta sin perder de vista, claro está, lo que gente como Paul Weller realizó a finales de los ochenta.

"Caustic Love" es una carta de amor al Soul elegante y emocional de los setenta. Es un disco que rinde homenaje a figuras como Bettye Lavette y  Margie Joseph y a los legendarios compositores del Motown Sound,  Lamont Dozier, Brian Holland y Eddie Holland. Tiene un camino una dirección una intensidad y un deseo de llegar al corazón y a las orejas del alma con una honestidad y un amor por lo que hace y por lo que homenajea que te hace cerrar los ojos, sonreír y susurrar bajito..."She makes me smile, she thinks the way i think,that girl makes me wanna be better.. Oh that girl, makes me wanna be a better man, sure she sees, she fit, gonna treat her like a real man can...."

Paolo Nutini:One Day





martes, 8 de abril de 2014

Drake Bell: Temporada De Tupés



Sip..ha sido temporada de patos y temporada de conejos..pero lo que si parece una constante, visto el último de Bo walton y este disco de maravillosas covers que nos ocupa, es que es temporada de tupés. 
Los cincuenta han regresado con una intensidad y frescura asombrosas y el álbum de Drake Bell es una buena prueba de ello. 
Si algo voy aprendiendo de esta vida luminosa que vivo es que los prejuicios son tan idiotas como un cenicero en una moto. Que obligarte a pasar el placer de una canción, una peli, un libro por lo que aparenta, por lo que, a priori, parece, es perderse grandes momentos, y esos, siempre van a  merecer la pena ser vividos.
Drake Bell es un chaval de veintisiete años cuya labor más destacada es actuar en series de televisión horrendas, de esas que te apetece raptar al autor, al actor y a su madre, buscar un pantano discreto y atarlos a un árbol en esos dulces momentos en que los caimanes salen a buscar sustento.

 Drake Bell es un actor, cantautor y músico estadounidense sobre todo reconocido por su papel como Drake Parker en la serie de televisión Drake & Josh del canal Nickelodeon, en el cual es el protagonista junto a Josh Peck. Pa matarlo vamos. Peeerooo..también es músico, buen interprete de canciones y compositor de deliciosos temas Power Pop. Y en este "Ready Steady Go", es el maravillo interprete de doce deliciosas versiones de grandisimos temas, de esos que te emocionan y hacen latir ese corazoncito rockero que te empuja a volar con una sonrisa en los labios cada día de tu existencia.
Bell comenta que su música está fuertemente influenciada por The Beatles y The Beach Boys, siendo los de Liverpool  su principal influencia, además de dos monstruos musicales comoson Elvis Presley y Buddy Holly. Y son estos últimos, sobre todo gracias a la producción del tremendo Brian Setzer, los que sobresalen al ofrecernos temas tan preciosamente Pop Rock como " Sunny Afternoon", ¿eh, Joserra?, de los Kinks, el "California Man" de Cheap Trick, el maravilloso y para mi adictivo, "t's Still Rock and Roll To Me" de Billy Joel o, como no, el "Runaway Boys" de los Stray Cats, en un estilo Rocker desinhibido, rabioso, fresco y hermoso que trasmite luminosidad, momentos de jaja sin más intención que llegar al corazón con un beso suave y primaveral que te haga sonreir...Y, de eso va un poquito la vida ¿no?

Drake Bell:California Man

Drake Bell: It's Still Rock and Roll To Me



viernes, 4 de abril de 2014

Bo Walton: Alma Del 55


El que se crea y la que se crea que aquí siempre llueve la misma lluvia, que los ecos de la carretera llevan al mismo puto sitio, que las estrellas que me alumbran la noche son siempre las mismas...se equivoca.
Solo hay una constante, el sol de medianoche que ilumina mi corazón y le da calor a mi alma, es, en presente, el mismo. Porque no hay futuro al que rogar que las cosas sean inmóviles, sino presente eterno y acogedor. Una sala de conciertos en la que tocar, escuchar y bailar Rock N Roll. Una carretera a la que devorar kilómetros, un paseo por el parque de la risa, una canción para cantar juntos, una noche en la que reírse eternamente de todo.
La vida es un tocadiscos en el que suenan canciones que siempre voy a querer bailar con ella. La vida gira como el plato que hace orbitar el vinilo y allí, siempre, va ha haber canciones que bailar juntos como ".When a man cries" o como "Faster than time", que da título al nuevo disco del británico Bo Walton.

Y si, puede sorprender que la ausencia de tupé en mi testa no apunta a que el sonido que el de Marden, en  Herefordshire, realiza se amolde al latido de mi corazón. Pero, ¡la ostia, es puto Rock n Roll! Es un Rock n Roll atemporal engarzado a la estética y la ética de los primeros años del Rock. Sonidos puros interpretados con pasión por un tipo que se cree a cada segundo lo que hace sobre un escenario. 
Desde los cinco años, Walton a gravitado cerca de estrellas de la intensidad rockera de Elvis, Eddie Cochran, Buddy Holly, Billy Fury o Jerry Lee Lewis, formando bandas desde los catorce años que imitasen los pasos y el peso sonoro de estos gigantes. Y este bagaje ha cristalizado en una música enamorada del zapato de gamuza, las camisas de dos colores, el tupé y la necesidad de rozar esa furiosa inocencia de los primeros años del Rock N Roll.

Walton es un tipo valorado. Músicos como  Dave Edmunds, Nik Kershaw, Chris Difford, Mark Nevin Christopher Neil,Micky Gee o  Mark Knopfler han colaborado con el Rocker en sus distintos discos, tres, con este Más Veloz Que El Tiempo. Con canciones que se agarran al alma en un Jump delicioso, en una balada de esas en las que el cantante hinca las rodillas en el escenario mientras se agarra al micrófono como si fuera su último contacto con la vida y, desesperado y apasionado, canta canciones como "Only a dream", "When a man cries", delicias Pop-Rock como "Let it be me" o Rockanroles como ".Let's talk now", "Ain't gonna cry" o la acojonante y JeffLynniana "Gonna make love".

Canciones que poseen en su ADN la esencia poderosa de todo aquello que ilusiona y empuja a sonreír a querer bailar a sudar la vida a cada minuto y a girar, girar y girar como un tocadiscos, como un Rock N Roll, como el planeta, las estrellas o mi sol de medianoche.




martes, 1 de abril de 2014

Petter Baarli: Junkies Del Rock N Roll...O, ¿Baarli Querrá Decir Macarra En Noruego?



La persistencia de los mitos..¡aayy la ostia que necesidad de complicar nuestra existencia aferrándonos a las sombras que proyectan los gigantes, los verdaderamente poderosos y los de pies de barro!, sobre todo los de pies de barro.
Que necesidad de caer, en vértigo adictivo hacia caminos oscurecidos por la mística y la mítica de almas resquebrajadas y cuerpos que van deshaciéndose a cámara lenta. ¡Y viva Burroughs y Vicious y el puto Johnny Thunders!. Si, si al menos allanan el camino para que enfermos de las seis cuerdas como el noruego Petter Baarli saque un discazo del tamaño cósmico, rugoso, macarra y electrificado como este jodido "You Petter B. Goode". Y chapotear felices en los charcos de sangre coagulada, en los charcos de escupitajos, en los charcos de sudor, de lágrimas, de babas que se congelan cuando la mirada idiota se adueña del corazón, del cuerpo entero de los que imitan al tonto que imitó antes que ellos. Chapotear, sobre todo en el amor babeante y lúdico que provoca el puñetero Rock N Roll, parido con dolor, con rabia, con la alegría de sacárselo de encima para contaminar lasa orejas y el corazón de todos nosotros, Junkies también, de canciones ajenas a las calles brillantes a la luz mentirosa que enfocan  los dueños de la industria, de los reyes del mass-media. Adictos a los callejones, a los garitos estrechos y desangelados, a la cerveza rancia, a las personas retorcidas, a las canciones que las nombran, que los definen. Al sudor pegado al cuerpo como un pecado original impuesto por un dios vicioso, soberbio y necio.

Petter Baarli ha pasado por incontables bandas, de las cuales, tal vez Backstreet Girls sea la más conocida. Pero también están Riff Raff,  Ziggy & The Rythm Bulldogs, Casino Steel, Jokke, The Rat Cat, The Last Rock'n'Roll Band...un loco, un  fanático, un pluriempleado un  adicto al Rock N Roll, a sus guitarras...La única cosa que tenemos en la música, dice Baarli. Y dime, ¿Cuantas veces ha sido eso cierto en tu vida? La música es, para mi, como su risa, como verla caminar delante de mi, como sentir su cuerpo apretado al mio, como los besos que estallan como olas contra las rocas, como guitarrazos con el ampli al diez. La música envenena a Baarli, la música nos devora el corazón y el alma a todos los que nos metemos un primer viaje de Rock N Roll para siempre.

Petter Baarli nos ofrece su primer discazo en solitario y el muy hijoputa se amarra como ladilla a huevo a lo mejor y más macarra del Rock N Roll. Pedazos de Chuck Berry, pelos púbicos de los Rolling stones, sangre mística de la última chuta de Jpohnny Thunders, las cuerdas rancias y oxidadas de los Status Quo, el sudor añejo de AC/DC, la elegancia oscura y perversa de Willy Deville y la mala leche de Jerry Lee Lewis, se combinan en estas quince deliciosas canciones canciones para hacer que tu corazón se olvide por un ratito de que la vida, a veces, es esperar un autobús que no llega,(¡putos conductores!), un beso que se pierde en otras bocas, una risa que se atasca en el alma. Porque, muchas veces, para eso es la música, para salvarnos la vida o para celebrar con nosotros, de glorioso ruido de fondo, que hay muchos, sino todos, los motivos del mundo para reírte a carcajadas y bailar sobre tus penas y angustias hasta caerte de culo, agotado y feliz de estar vivo y vivir momentos tan maravillosos como los que nos ha procurado el tipo este de Skedsmokorset, cerca de Oslo... os lo juro.

Petter Baarli: Go Jimmy Go.

Petter Baarli: Gonna Boogie