miércoles, 30 de marzo de 2011

Israel Nash Gripka : La calma de una tormenta antes de estallar


Algunos músicos me transmiten un algo, no muy definible, pero fácilmente constatable con sólo escuchar los primeros segundos de una de sus canciones. Es como una electricidad en el aire, como el peso del viento en una tormenta antes de estallar. Algo con gravitación y drama que modifica mis sentidos y la manera de ver y escuchar sus temas.

Con el músico Israel Nash Gripka me sucede esto. Y con su segundo, y recién salido álbum: “Barn Doors & Concrete Floors”, este sentimiento se acrecienta aún más que con su primera obra del año 2008, y ya reseñada en este Blog: “New York Town”.

Las once canciones que componen el disco. Si no contamos el añadido de “Black Mountain” que Gripka publicó como adelanto del disco y que no está incluida en esta magnífica obra que el de Missouri acaba de estrenar.

Me sigue llamando poderosamente la atención el peso emocional que el músico imprime a cada canción. Es como si en esos minutos musicados, la historia que se cuenta se viviese de verdad y los hechos que se relatan, saltasen de las notas y el texto a la casa de al lado donde se terminarían desarrollando con dramática intensidad. “Bellwether Ballad” y esa poderosa harmónica, que es como el lamento de alguien que ha perdido a alguien. “Louisiana” y “Baltimore” que se abrazan a ese madero en el mar de la música que es el legendario Neil Young, y en las cuales Gripka se deja caer con todo el peso de la emoción y la necesidad de contar y cantar pequeñas historias que te llegan al corazón con la primera estrofa. O la belleza de “Drowns” y “Four Winds” con ese toque del medio oeste donde las cosas de la vida parecen ir algo más despacio y las historias y las personas aún cuentan.

Escuchando el disco una y otra y otra y otra vez, a veces el pensamiento se escapa fabulando si, en realidad no oigo canciones compuestas por Neil Young y John Fogerty e interpretadas por este último en un disco que nunca salió a la luz a pesar de estar grabado en, pongamos, 1975. Tal es la capacidad de Nash Gripka de captar la esencia pura del sonido sincero y profundo de un Rock que llenaba, no sólo las orejas, sino el alma de historias y emociones que, de alguna manera, te ayudaron a crecer y a mirar el mundo de una manera distinta, tal vez más hermosa.

La imagen de la portada dice mucho de las ideas del músico y te da una pista de hacia dónde va Gripka, su co- productor y batería, Steve Shelley (Sonic Youth) y un grupo de amigos que decidieron juntarse para hacer un disco a la antigua usanza. Con ese peso ominoso y dramático que poseían los viejos y buenos discos o las tormentas antes de desatar su calmada fuerza sobre la tierra.






viernes, 25 de marzo de 2011

Marco Joachim "La sonrisa es un pequeño aleteo de mariposa"


A pesar del Corte Inglés…la Primavera, la de verdad, ha llegado con ese revoloteo sutil y suave que presagia esos días que harán que el mundo vaya más despacio y nos creamos dueños de algo.

El que los días se alarguen, los abrigos empiecen a pesar y la luz y el color comience a desperezarse, parecen empujarme a escuchar sonidos más dulces, coloridos y afables. Este es caso del autor que hoy nos ocupa; el neoyorquino Marco Joachim. Este músico nacido y criado en Manhattan ha tenido una curiosa evolución musical. Comenzó su carrera con un disco del 2003 titulado:”Changing Times” en el cual desarrollaba un sonido cercano a Bob Dylan o Donovan. Letras de cantautor, música basada en sonidos acústicos y, evidentemente, caricias al Folk-Rock, al Country y al Blues. Curiosamente, en 2007 los sonidos del músico se van modificando y las melodías Pop y un sonido cercano a los Traveling Wilburys, se adueña del disco”Songville”. Imagino que es aquí, tras descubrir los sonidos y arreglos que el gran Jeff Lynne imprimió a la obra de esos monstruos de la música que fueron los Wilburys, cuando Joachim se rindió a las melodías maravillosas, los sonidos etéreos y el cariño por ese regusto a mermelada de fresa que deja una buena canción Pop. Esta debe ser la explicación para la absoluta evolución que el autor norteamericano ha impulsado para esta maravillosa obra titulada “Hidden Symphonies”. Discazo, lo escuches por la canción que lo escuches. Desde esa maravilla beatlelesca, sección McCartney, titulada “Things You Do” al pedazo de Rock n Roll que es “Cellophane Sue” donde los sonidos de la fantástica E.L.O. de Jeff Lynne, da alas a los 3 minutos 49 segundo s de la canción.

En sus doce temas, Joachim se pasea por los sonidos más queridos por los fanáticos del Pop: Beatles, E.L.O., Beach Boys. Pero también melodías que se visten de Soul de ojos azules, ese sonido Pop-Soul que tuvo su máximo exponente en el dúo Daryl Hall y John Oates y que en “Hiden Symphonies” queda representado en la preciosa “Angel Eyes” con coros cercanos al Gospel y ese sonidillo vacilón que a uno le apetece tararear en días de sol y cielo azul.

Sección de viento, guitarras a lo Harrison, cellos y orquestación al más puro estilo Lynne, Rock n Roll y Pop elevados a la categoría de arte, arte éste que tanto el productor y multiinstrumentista Jon Gordon crea en todo el disco con sus arreglos y sus inspirados solos de guitarra, como la colorista portada de May Ann Licudine que encaja con el espíritu del álbum.

Este mundo lo están reventando minuto a minuto, no sé cuánto tiempo nos queda para seguir sonriendo porque sí. Así que, aferrémonos a bellezas como estas sinfonias escondidas.

Marco Joachim - Things You Do

Marco Joachim - Cellophane Sue

Marco Joachim - Angel Eyes

miércoles, 23 de marzo de 2011

Bryan Estepa "Pequeño gran hombre"


Se dice que el talento se guarda en frascos pequeños. Y, al margen de generalizaciones y tópicos. En ocasiones, tienen razón. Ahora me viene a la cabeza Charles Chaplin, Toulouse L´autrec, Morihei Ueshiba y, por supuesto, Bryan Estepa.
Este pequeño australiano posee una capacidad creativa y un talento interpretativo sobresaliente.
“Vessels” es su tercera obra tras “All The Bells And Whistles” y “Sunday Best”, ambas obras absolutamente recomendables, y mantiene el nivel creativo que estas poseían.
Estepa dedica en este disco una atención especial a las guitarras que sobrevuelan y se enredan en cada canción de este cúmulo de canciones Pop Rock de deliciosa textura sonora y factura impecable.
Las doce canciones de Vessels se mueven por esos terrenos tan queridos por el amante del buen Pop Rock. Beatles, Byrds, Beach Boys etc...¿Hace falta decir más? El álbum posee de todo. Canciones potentes como “Tongue Tied”, “Pull Ourselves Together” o “Instincts”. Temas cercanos al Blues, caso de la magnifica “Shade” o vaciladas como “Alone” o “Ball And Chain”
Además, os ofrecemos en escucha alguna de las canciones que el de Sydney desechó para el álbum y que el propio artista regaló gentilmente al maravilloso blog PowerPopAction del cual nosotros la hemos extraído y les damos las gracias a ambos. Y la verdad, sorprende que el pequeño músico sea capaz de decir no a temas como el magnifico “Slip Slowly” que mostramos para que tengáis en cuenta el talento de Estepa.
A veces el texto despista de lo verdaderamente esencial, la música. Así que menos palabra escrita y más musicada.

Bryan Estepa - Tongued Tied

Bryan Estepa - Slip Slowly


viernes, 18 de marzo de 2011

The Booze " Sus Satánicas Influencias"


Existe una ley no escrita por la cual todo grupo de Rock o Pop tiene y es susceptible, de grabar su propio disco al más puro estilo Rolling Stones. Ya pasó con el grupo de Manchester The Charlatans, con los Chesterfield Kings y su, como no, “Let´s Get Stoned” y con los Primal Scream y su álbum ”Rocks”. Esto, al margen de bandas como Lions In The Street que suenan increíblemente similares a los de Exile On Mine Street.
En el caso de Los Borrachines, la banda ha pasado de un sonido eminentemente sesentero y, sobre todo, fundamentado en The Animals y el fabuloso Eric Burdon, a grabar esta maravilla titulada “At Maximum Volume” en la cual rinde tributo a una de las más grandes bandas de Rock de la historia. Pero sonar con cariño y devoción como los Rolling no significa que los imiten o mimeticen. The Booze tiene una personalidad musical plenamente definida y en sus cuatro discos, incluyendo este último, han dado buenas muestras de la valía y el talento musical que poseen. Si te escuchas su primer cd, el magnifico y absolutamente recomendable “Easy Beats In Modern Times” del 2007 sabrás de que estoy hablando.
En esta nueva singladura los de Atlanta se embarcan en un tour de force stoniano con bases melódicas del mejor Rythm n Blues ya conocido y practicado por ellos al que añaden texturas de un delicioso Pop sixties y unas guitarras feroces que enmarcan la poderosa y arrolladora voz de Chaz Tolliver. Un “clon” de Eric Burdon tanto en sus registros sonoros como en su imagen, o al menos a mi me lo parece.
Las once canciones que componen el disco tienen el sonido “Exile” caso de “New York City Women” el sonido Blues en “Devil To Pay” o“Long Way Down”, la increíble amalgama de sonido Beatle y Rolling del genial “Down On Your Luck” o la setentera “The Scene”. Mención aparte la maravillosa “Rachel” canción esta que me tiene igual de enganchado que la maravillosa “Heartache” del disco del 2007 ya mencionado. Con “Rachel” uno tiene ganas de salir a la calle y buscar una mujer con este nombre para cantarle la canción y enamorarse al ritmo Rock n Roll que producen estos cinco chavales de talento y poderosa interpretación.
Guitarras fogosas, harmónicas que suenan como un tren a toda velocidad y bajos y baterías musculosos y llenos de poder y esa puñetera voz que se te mete por las orejas como el veneno que el usurpador rey Claude vertió en su hermano, el padre de Hamlet.
¿Qué el Rock n Roll está muerto? Vale tío, lo que tú digas. Pero para mí que va a gozar de una envidiable mala salud si grupos como The Booze siguen haciendo discos como este maravilloso “At Maximum Volume”

The Booze - Wild One

The Booze - Rachel


miércoles, 16 de marzo de 2011

The Blessings "Angeles Vagabundos"


Es temporada de reencuentros. La semana pasada me crucé con los Terrorvision y su nuevo y magnífico disco y ahora, no puedo creer la suerte que tengo. Al doblar la esquina de la semana me topo con el más que reciente álbum de una banda a la que le había perdido la pista allá por el lejano año 2006. En aquel momento, The Blessing acababan de sacar su primer disco y el que suscribe, se quedó prendado del sonido del grupo; quedando fervientemente a los pies de la banda.
En este año The Blessing ha parido catorce fantásticas canciones que han incluido en este “Tomahawk Inn”. Canciones estas, que siguen la estela sonora de su primer álbum. Esto es. Rock n Roll de textura setentera enrollado a ese árbol frondoso que bebe de la savia de los Rolling, los New York Dolls, o sonidos algo más recientes como Hanoi Rocks, Izzy Stradlin o Quireboys. En resumen. Esa estética y, sobre todo, esa ética gipsy y Sleazy que tanto se prodigó a finales del siglo pasado y, ya muy mermada, en los primeros años del presente siglo.
Lo que los Blessings logran es mantener ese sonido tan directo, tan crudo, tan divertido tan lleno de Rock n Roll. ¿Se inventan algo? No, y realmente no lo necesitan. A veces me sorprende esa necesidad que, ocasionalmente tenemos, de que las cosas nos asombren. La verdad es que una canción de dos minutos y medio o tres plena de intensidad y pasión no necesita más que tu cabeza, tus pies y tu corazón para lograr ese asombro cotidiano que, afortunadamente, se mantiene y crece en todos aquellos que amamos el Rock n Roll.
Las canciones mantienen ese sonido goloso que los Faces, los primeros Kiss o Ian Hunter supo elevar a la categoría de arte. Los sonidos de mediados de y finales de los setenta quedan plasmados en canciones maravillosas como “So Hard To Be Your Friend” o “Yesterday´s Tears” a los que se le añaden Rockanrolazos como “Twisted Little Heart” o “Who´s Holding The Wheel”. A la magnifica y poderosa voz de Jeremy White se le añade su dominio de la harmónica y unos geniales saxos que revolotean por distintas canciones del disco añadiéndole unas texturas cercanas al genial Alto Reed de los Silver Bullet Band y potenciando ese sonido setentero tan gipsy y callejero.
Los de Los Ángeles, California, han logrado una delicia de álbum que le reconcilia a uno con su tierna juventud y reverdece los ánimos para, al menos, semanas o meses de puro, sano, poderoso y sudoroso Rock n Roll.

The Blessings - She Thinks She Loves Me

The Blessings - So Hard To Be Your Friend


lunes, 14 de marzo de 2011

Laura B. & The Moonlighters "El blues del observador"


Llevo cinco años de este mundo observando, catalogando, cuantificando, aprehendiendo, analizando. Y nunca, nunca. Interviniendo. Soy un observador. Sólo miro, capto, obtengo datos y soy como el aire inerme que los demás ni aprecian, ni sienten. Clasifico y archivo los hechos, cada acto y error o acierto y nunca, nunca interfiero. Recopilo sin emoción los sucesos.
Hasta ahora.
Porque, inexplicablemente, estoy empezando a atesorar una serie de momentos que poseen un algo extraordinariamente inusual y cargado de algo que las personas de aquí llaman: emoción.
Cada noche voy a lo que llaman un garito y la veo y, sobre todo, la oigo cantar. Oírla cantar es algo que hace que me estremezca. Descoloca cada terminación nerviosa que poseo. Afectando cada estadio mental que soy capaz de efectuar.
Podría explayarme en la cantidad inusual de momentos y sensaciones que me provoca. Pero sólo puedo articular una frase: Laura B.
Acudí a ver sus conciertos por lo anacrónico de su propuesta. Sonidos de Rythmn And Blues, de Swing, Boogie y Jump. Música esta que sonaba en la tercera y cuarta década del siglo pasado. Hecho este que me confundía. ¿Por qué tocar canciones obsoletas y con más de setenta años en un siglo de avanzada tecnología? Pero esta incertidumbre duró hasta que Miss Laura B. se puso a cantar y entonces el mundo, mi mundo mi universo de conceptos y hechos, se desmoronó. Empecé a sentir, a vibrar a sonreír a cada canción, a cada juego de palabras pícaro y lleno de equívocos que Miss Laura B. soltaba, como seda en un aire primaveral, entre canción y canción.
No estoy enamorado. No de la persona. Aunque le reconozco un atractivo femenino. Es su actitud, su pasión, el amor por la música y las canciones que canta. Esa complicidad con sus músicos. Seis increíbles seres de talento interpretativo provenientes de bandas como: Ocean´s Seven, Juke Joint Jump, Sugar Ray´s Flying Fortress, The Big Six , sólo por nombrar a unos cuantos grupos de poderosa aptitud y convencimiento en su manera de interpretar esa maravillosa música. Trompeta, saxo tenor, saxo barítono, contrabajo y batería y la voz, la maravillosa voz de una mujer que, ubicada en el South East de Londres, interpreta, llena de pasión, una música nacida en los Estados Unidos pero que la increíble Laura B. hace suya. Catorce canciones editadas en 2009 que me han sacado de mi ausencia emocional.
No se que será de mi. Mi misión está comprometida. Mi mundo se ha derrumbado. Mi existencia ha tomado un camino inusitado de consecuencias desconocidas.
Y todo esto me resulta irrelevante. Mientras tenga la posibilidad, el honor y el placer de escuchar a Laura B. And The Moonlighters, no me digáis que el nombre de la banda no es hermoso. Canciones como “As Long As I´m Moving”, “Then You Can Tell Me Goodbye” o la increíble version de “Whole Lotta Shakin´Going On” serán mi guía .
He perdido todo lo que era y he encontrado algo que nunca creí capaz de sentir.
Vida.

Laura B. & The Moonlighters - As Long As I'M Moving

Laura B. & The Moonlighters - Then You Can Tell Me Goodbye


viernes, 11 de marzo de 2011

Terrorvision "La necesidad de dar un puñetazo en la mesa"


Cómodo como vivimos. Con la mayoría de los problemas solventables y llenando nuestras panzas físicas y emocionales con cualquier cosa que se sitúe al alcance de las manos, terminamos, sin darnos cuenta, criando un plácido estado de indolencia y asumiendo un estado de las cosas blando y displicente.
Y que conste que no critico, o no lo hago de manera excesiva, esta situación. Al parecer, parecemos dirigidos, tal vez genéticamente, a este estado de las cosas.
La contrapartida negativa de este asunto. Además de adormecer las neuronas con una música excesivamente blanda. Es la probable esclerotización de los ánimos más salvajes e instintivos.
Es por ello que, de cuando en cuando es vital y necesario dar un puñetazo en la mesa. Un tirón de orejas al área emocional del cerebro motivando un cambio de sonidos para descongelar y quebrar la herrumbre y el barro reseco de nuestros oídos facilitando el paso de aire fresco ora vez.
La perorata sirve de cansina introducción al nuevo disco de los británicos Terrorvision. Banda que no nos ofrecía nada nuevo y, sobre todo, digno desde hace ya unos cuantos años.
La pena de ver que una buena banda se pierde por caminos de hastió queda olvidado cuando pones la primera canción de este magnifico Super Deluxe, la llamada “Demolition Song”. Que es toda una declaración de intenciones y una brújula genial para indicar el camino que las once canciones del disco terminan por señalar.
Los de Bradford se han marcado un discazo a la altura de aquella cachonda maravilla titulada “How To Make Friends And Influence People” del 1994. Después con “Urban Survivors” mantuvieron el tipo para, desgraciadamente, perderse con “Saving Peaches” y “Good To Go”.
Los miembros originales, más Cameron Greenwood a la batería y Milton Evans a las teclas, reivindican el Rock n Roll festivo y cañero sin más complicaciones y un solo deseo: hacer mover al escuchante el corazón y la cabeza. Temas como “Neighborhood”, “Babylon”, “All The Girls Wanna Dance” o “This Is Suicide” son un cañonazo sonoro que saca las telarañas del espíritu y promete unos minutos de gloria efímera y totalmente prescindible y que, sin embargo, hace que mires a un horizonte frío y gris de una manera más risueña y despreocupada.
Terrorvision. O como hacer arder la ciudad interior siendo tú el puto bombero.

Terrorvision - All The Girls Wanna Dance

Terrorvision - Neighbourhood

Terrorvision - Friend In Need

miércoles, 9 de marzo de 2011

John Popper & The Duskray Troubadours "La brillante luz del ocaso"


Llevamos tres meses de este año y uno de esos discos que que uno busca con una sonrisa está en mis manos. El deseo de decir: ¡joder! que pedazo de disco acaba de sacar John Popper¡ Si, ese John Popper que cantaba y tocaba la harmónica en los Blues Traveler. Aquella fantástica banda de finales de los noventa y primeros diez del nuevo siglo.
Lejanos ya, afortunadamente los últimos discos de la banda y ese proyecto fallido de Popper en solitario y, para mi, sus discos sin horizonte. Este “Oldrocker” recién nacido en un soplo de aire fresco y, sobretodo, limpio que eleva las orejas y el alma de quien escucha las doce canciones que el magnifico cantante y su nuevo grupo, apasionados y técnicamente soberbios que recrean un maravilloso compendio de músicas que se pasean por el Rock, el Americana, el Soul y los sonidos más eminentemente norteamericanos.
No sé si Popper pensará lo que este disco me dice a mí; pero me da la sensación que el de Cleveland, a aprendido la lección y se adentra en un bosque más sosegado y, sobretodo, alejado de toda pretensión de ganarse al gran público o hacerse un grupo de seguidores, habitualmente, alejados del sonido que el ex –Blues Traveler sabe hacer a las mil maravillas.
Sólo escuchar su primer tema: “Loves Has Made It So”, compruebas que estas en un lugar maravilloso y lleno de luz, agua fresca y verdes colinas encuadradas entre frondosos y centenarios árboles del medio oeste norteamericano. La canción es de esas que te reconforta y pinta la sonrisa en la cara para todo el día a la vez que coloca unas gafas que hacen que veas el mundo, al menos durante cuatro minutos y veintidós segundos, más limpio, más inocente, más luminoso.
Pero una canción no hace un álbum. Y Popper y sus Duskray Troubadours saben como parir once canciones que te llevan de la mano por ese campo húmedo y radiante que es la música bien hecha. Realizada a partes iguales de amor, talento, pasión y buen gusto.
“Somenthing Sweet” se viste de ese Soul sosegado y lleno de elegancia que los grandes de los sesenta y setenta supieron plasmar. Y ese espíritu sigue entre las notas de la vacilona “Don´t Tread On me”. Popper pasa con naturalidad del Soul Rock al Americana y ritmos más suaves con elegancia y mucha distinción que queda reflejada en temas como “What Can I Do For You” o “End Of The Line” con interpretaciones del cantante y la banda que le ponen a uno los pelos de punta.
John Popper está de nuevo entre nosotros y con una salud musical envidiable. Ojala que permanezca con nosotros durante tiempo y nos siga ofreciendo discazos como este. Sólo me queda parafrasear al magnifico y ya desaparecido filósofo mexicano Mario Moreno Cantinflas:-“Grasias mi gordo”

John Popper & The Duskray Troubadours - Love Has Made It So

John Popper & The Duskray Troubadours - Make It Better


lunes, 7 de marzo de 2011

Kurt Baker "La receta mágica"


Pues si, la verdad que si, tengo que reconocer que últimamente estoy lo que se dice bastante “happy-happy”. Me apetecen canciones, me apetecen melodías y me apetece tararear y cantar. Canciones vitaminadas, alegres, divertidas y optimistas, de fácil asimilación y que me insuflen felicidad a la vez que una sonrisa en la cara.

Y no creáis que ello fue fácil no, para ello tuve que visitar al Dr. Powerpop el cual me extendió una receta en la que ponía algo así como “Got It Covered”.
Acudí a la farmacia del licenciado Kurt Baker (The Leftovers), y al entregarle la receta me advirtió que esto era un medicamento genérico y que tendría mucho cuidado porque contenía siete píldoras muy adictivas.
Al leer el prospecto que iba dentro de la caja, me di cuenta de lo que quería decir el mal peinado licenciado, cada pastilla había sido manufacturada en un laboratorio distinto.
La primera procedía de los laboratorios The Knack, la segunda de los laboratorios The Nerves, la tercera de los Elvis Costello, la cuarta de los Rick Springfield, la quinta de los Joe Jackson, la sexta de los Nick Lowe y por ultimo la séptima de los laboratorios The Vapors.
Al final del mismo indicaba que si al término del tratamiento la cosa continuaba igual, debería volver a la consulta del Dr. Powerpop y quizás entonces, tendríamos que hacer una terapia de choque. Pero os puedo asegurar que la cosa no va a pasar a mayores, sigo estando en ese estado “happy-happy”, todo ello gracias a esa receta mágica.

Kurt Baker - Let Me Out

Kurt Baker - Cruel To Be Kind


viernes, 4 de marzo de 2011

Loaded Dice - "Rrrock and Pop cabeza abajo"


Imagino que es porque nos cuesta bastante crearnos una personalidad, el que, una vez que más o menos nos definimos, nos mostramos reticentes a admitir lo nuevo o lo que no encaja en las baldas de nuestra estantería emocional. Sin embargo, me recuerdo, décadas atrás, mostrando orgulloso ese o aquel nuevo grupo, más duro más veloz, más agresivo y, a un tiempo, sentirme subyugado por las aéreas melodías de bandas como Cheap Trick, Slade, The Knack, Rick Springfield o los sonidos, tamizados por Bob Ezrin, del Destroyer de aquellos míticos Kiss. Había guitarras, ritmos contundentes y, sobre todo, melodía, mucha melodía. Magníficos coros, estribillos pegadizos y canciones que necesitas volver a escuchar. Y ese amor por todo ese bagaje melódico, que tambien me conquistaba en canciones de Thin Lizzy o U.F.O., me ha acompañado, y afortunadamente, me acompañará, espero, todo el tiempo que uno transite en este mundo cambalache.
De aquella época, pero descubiertos el año pasado, son los australianos Loaded Dice. Banda de poderoso Power Pop, pleno de guitarras y ritmos pegadizos que envenenan las orejas y el corazón desde las primeras notas.
Este “No Sweet” recopila las canciones que los de Perth, Australia grabaron en un lejano 1979 . Amén de varias demos de canciones que ya habían sido grabadas.
Temas que recuerdan en su factura a aquella otra banda que, en la misma época y a un océano de distancia, grababan canciones como:”My Sharona” o “Good Girls Don´t”.
¿Las diferencias? Ese cierto extremismo sonoro que parecen poseer los músicos de las antípodas, un más fuerte, más contundente o más desequilibrado. Y si no me crees, mírate el video de “Telephone”y observa como su neurótico cantante, interpreta el tema.
Lo que fascina del sonido del grupo, de todos esos maravillosos grupos, es la intensidad con que se expresan, esa capacidad para desarrollar historias en dos, o apenas tres minutos. Con un poderio y una dedicación que, tal vez, deberían imitar ciertas bandas que, en ocasiones, están tan pagadas de si mismas que ocultan mediocridad o cansancio y rutina que hastía al más pintado. No es el caso de estos dados cargados que rebosan optimismo, poderio y ganas de disfrutar de esa maravilla llamada música.

Loaded Dice - Come And Take Me Tonight

Loaded Dice - Mam'Selle


miércoles, 2 de marzo de 2011

Taylor Locke And The Roughs "Tocado Por Los Dioses"


Que un chaval de veintiséis años sea capaz de parir tres discos en un solo año, dice mucho al respecto de este músico norteamericano, miembro de la banda de Pop-Rock: Rooney y líder de su propia formación: Taylor Locke And The Roughs.
Locke sacó en este año pasado un primer disco con su banda The Roughs titulado. Grain And Grape en el cual ya se adivina el potencial que terminará por cuajar en su segundo álbum en solitario. Canciones como “Joy”, “Hourglass” o “Amnesia” apuntan más que maneras y dirigen tus orejas hacia un sonido intenso, guitarrero y pleno de melodías Pop.
Curiosamente, es en el disco de su grupo oficial donde la decepción se enseñorea de las canciones y entristece que una banda con dos buenos discos en su haber hayan perpetrado en esta última y, hasta su escucha, esperadísima obra, semejante colección de nimiedades y temas aburridos y sin esencia.
Sin embargo, es en su segunda obra en solitario: Maratón, donde Taylor Locke ha dado todo lo bueno que tiene en su interior creando diez fantásticas canciones de cuidadísima factura Rock y Power Pop llenas de guitarras poderosas, melodías envolventes y cariño por esas otras bandas que marcaron un camino por el cual se desenvuelve con inusitado talento y capacidad creativa el músico de Santa Mónica.
Las canciones hablan de todos esos estilos que al autor tanto le llenan. Al fin y al cabo, todo músico ha sido, en un primer momento, seguidor de bandas y autores que han ido añadiéndosele a su ADN musical y terminado por configurar al autor que ahora es. Queen, The Ramones, Jelly Fish, T Rex y, sobre todo, Badfinger. Banda a la cual dedica una canción de título homónimo en este soberbio disco. El cual tambien posee temas de la calidad de “My Only Drug”, “The Honor Roll”, con ese recorrido por los estilos y sonidos más característicos y amados por Locke, en una sola canción. “Los Feliz”, así, en castellano y con un tratamiento de metales magnifico; la ya comentada “Badfinger” y esa recreación de sonidos cincuenteros, pasados por el tamiz de los Queen del A Night At The Opera o el A Day At The Races, titulado “One More Time”.
Canta bien, toca la guitarra como oís en las canciones y compone así de fabulosamente.
El futuro del Rock y el Pop está en buenas manos si gente como Taylor Locke logra mantenerse en esto de la música sin desviar su camino y mantiene la vista en la consecución de la canción como obra de arte.

Taylor Locke & The Roughs - My Only Drug

Taylor Locke & The Roughs - One More Time

Taylor Locke & The Roughs - Badfinger