sábado, 27 de diciembre de 2014

Los Treinta Y Tres Y Medio De Necesito Un Rock And Roll. II



Cogemos todo lo que ha pasado al cabo del año y lo mandamos al matadero de la memoria. Todo lo bueno, mediocre o malo se arrebuja en una esquina del camión que pasea por tu cabeza constantemente y espera a no ser olvidado.

Y, como cada año, los 33 y 1/5 de Necesito un Rock And Roll, lo mejor para el que suscribe, ¿Faltaran discos? desde luego, esto, al fin y al cabo es una mirada subjetiva del mundo de la música y como tal, siempre estará incompleta. 
Pero, os aseguro que para mi, son discos que han emocionado y me han hecho vibrar, soñar, bailar y sonreír y eso es lo que le pido a la música.

MATTYJAMES
Puro Rock andRoll el que nos brinda este irlandés, aullando como un perro enamorado a las sombras plateadas de Johnny Silvers

                                                                          
                                                                                      JOSH NOLAN
Y hablando de gente que sigue huellas grandiosas, Josh Nolan nos regaló un álbum cargado de lo mejor de la música norteamericana.


PETTER BAARLI

Rock and Roll llegado del frío norte europeo que alberga, sin embargo, todo el calor y el color del fuego rockero más glorioso.


THE RAGGED HEARTS
Y, para el que piense que el PowerPop son solo melodías y coros de gominola, el segundo álbum de los norteamericanos Ragged Hearts, poderosas canciones y popderosas interpretaciones de un disco soberbio.



jueves, 25 de diciembre de 2014

Los Treinta Y Tres Y Medio De Necesito Un Rock And Roll. I


Cogemos todo lo que ha pasado al cabo del año y lo mandamos al matadero de la memoria. Todo lo bueno, mediocre o malo se arrebuja en una esquina del camión que pasea por tu cabeza constantemente y espera a no ser olvidado.

Y, como cada año, los 33 y 1/5 de Necesito un Rock And Roll, lo mejor para el que suscribe, ¿Faltaran discos? desde luego, esto, al fin y al cabo es una mirada subjetiva del mundo de la música y como tal, siempre estará incompleta. 
Pero, os aseguro que para mi, son discos que han emocionado y me han hecho vibrar, soñar, bailar y sonreír y eso es lo que le pido a la música.

EL DROGAS:DEMASIADO TONTO EN LA CORTEZA.



















la mejor banda de Rock and Roll del país..Y todo un lujo el que inicien este repaso a lo mejor del año.




STEVE CONTE:THE NEW YORK ALBUM




















Por tipos como este sigo necesitando un Rock and Roll



CHUCK RAGAN:TILL MIDNIGHT


La intensidad, la actitud, la pasión..Chuck Ragan...



AARON WEST AND THE ROARING TWENTIES: WE DON´T HAVE EACH OTHER




















Y otro en la linea de Ragan. Poderosas e intensas interpretaciones y unas pintas que haran las delicias del amigo Chuck Palaniuck, el factótum del imprescindible blog.Our Gods Are dead.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Willie Nile: Como Un Río Que Alcanza El Corazón


Willie entró al escenario. Sosiego y concentración, la calma de la tormenta que está a punto de desgarrar los cielos.
Willie entró al escenario y encaminó sus pasos hacia el piano situado en la parte derecha del mismo. Y cuando Willie dejo volar sus manos hacia las teclas haciendo que sus dedos se posaran sobre el blanco y negro como un beso sella un sentimiento en los labios de la persona que amas, la atmósfera del local cambió. Todo se volvió emoción contenida, todo se convirtió en una respiración que se daba su tiempo para expirar.
Willie comenzaba su concierto cantando "Streets Of New York", desnuda la canción, solo voz y piano, un pedazo de armónica sobrevolandonos en un momento dado y, solo al final la batería y la guitarra rompiendo esa pompa de emocionalidad y transformando ese algo susurrante e intenso en un pájaro que nos arrastraba hacia los cielos del Rock and Roll maravilloso y cargado de alma del grandisimo Willie Nile.
Esa noche ha sido la última, siempre por ahora, que he visto al neoyorquino en directo. Degustando todavía el sabor eléctrico que la música de Nile me deja en el alma, tropiezo, como por casualidad con una pequeña belleza de esas que se degustan con mirada sibarita y precisa de momentos únicos; de esos donde el corazón se sienta a mirar por la ventana o el alma se larga a pasear sin prisas por un otoño que se abraza borracho a un invierno loco por helarnos el cuerpo para que calentemos el alma con abrazos, con miradas, con sonrisas, con canciones preñadas de una luz intensa, esa luz que solo puede brillar con toda su fuerza en una oscuridad casi absoluta.
"Si yo fuera un río" está interpretado en casi su totalidad por la voz intensa y cargada de emoción de Willie Nile. Aparecen pedacitos de instrumentos como copos de nieve ensayando un invierno que no llega.Steuart Smith toca las guitarras acústicas y eléctricas la guitarra barítona, el  Elbow, el  bajo, órgano de pistones, el órgano Hammond, el  Rhodes y hace coros,David Mansfield  toca la mandolina, la guitarra acústica, el  violín, y la viola y Frankie Lee realiza coros además de cocomponer con Nile cinco de las diez canciones que forman este precioso "If I Was a River"...Y luego está el piano....El mismo piano de cola Steinway en que John Lennon tocó la noche anterior a ser asesinado, ese once de Diciembre. 
Dos días antes, el ocho de diciembre de 1980. Nile se encontraba en el  estudio A en The Record Plant en la ciudad de Nueva York preparando su álbum "Golden Down"y John y Yoko estaban trabajando en Walking on Thin Ice en el Studio C esa misma noche. Nile contó su encuentro la última noche que lo vi en directo y, ahora, la ironía, el guiño o la casualidad, hacen que sea ese mismos piano el que Nile toca en todas las piezas del disco. Esto, sinceramente, para mi no deja de ser una mera anécdota, solo trascendental para los morbosos o los muy fanáticos de la cosa esta de la música. El piano suena bien, es un Stenway, la ostia, pero otro piano hubiera sonado igual de bien; lo que importa es la música hermosa y cargada de amor, de añoranzas, de dramática intensidad e, incluso de estudio histórico de como las canciones de hace siglo y medio se asientan en nuestras orejas de un modo nuevo, cambiante pero conservando su esencia, caso de "Song of a Soldier" con ese sonido tan de finales del siglo XIX o las preciosas nanas cantadas a una niñita pequeña, puede que la nieta del propio Willie, en "Once In a Lullaby" y también "Lullaby Loon" donde hace múltiples referencia al Rock and Roll, al Heavy Metal, al Pop, al Blues, al Jazz, a la clásica, al Boogie Boogie, al Rap...la música contada y cantada a la inocencia de los niños.

Y luego está el amor. El sentirse enamorado, el poder cantar lleno de ese río que se desborda sensaciones, sentimientos y toda la luz y el fuego que consume el alma de quien siente, canciones como la intensa, preciosa y sobrecogedora "Gloryland", una pieza que me descompone, me arrebata el alma y la vuelve diente de león que se dispersa por el soplo de esa persona a la que amas más que a tu propia vida, canciones que hablan de sensaciones pequeñitas pero que vuelven tu universo del revés, "I Can't Do Crazy (Anymore)", "The One You Used To Love" o las canciones con que comienzan y finalizan el álbum, "If I Was a River" y "Let Me Be The River"...Joder, eso es amor sincero, honesto, intenso e incondicional. Son pedazos de vida que corre como un río y buscan un mar tan grande como su mirada, como su sonrisa para fundirse y desaparecer en ella.

Inevitablemente, no puedo dejar de sonreír ante el guiño irónico del pequeño neoyorquino al respecto del titulo del disco del señor Fernando Nilo, nacido Robert Anthony Noonan...¡coño Willie, el siete del mes que viene es tu cumple..Happy Birthday! El pequeño Willie Nilo quiere ser río para llegar hasta nuestros corazones y salpicarnos gotas de belleza, de poética, del misterioso rumor del agua que arrastra música, emociones y tanto tanto amor que terminas, deliciosamente, por ahogarte en él.

Willie NIle:Gloryland




jueves, 18 de diciembre de 2014

Ricky Warwick (Eléctrico): El Viento Que Aúlla y Hace Arder Los Horizontes



Los cascos se ajustan a la oreja de aquella manera, no se si será por la forma de mis cartílagos o por la ansiedad de las orejas por escuchar sus canciones.
Los tendones, los músculos se flexionan, chirrían y aúllan como fieras largo tiempo encerradas que ven la puerta abierta y la posibilidad de escapar. Su deseo de correr es mi deseo de correr. 
Hace frío, el viento golpea el cuerpo, sonrío. Ante mi, una pista de tierra desierta, y ella a mi lado, mirándome desde su mundo de cachorrita eterno, nadie más. 
Conecto el pendrive, volumen, el único modo de escuchar sus canciones. Y un primer guitarrazo, " The Road To Damascus Street" empieza a sonar, grita de alegría mi alma, y comienzo a correr y Ricky Warwick y su alucinante " When Patsy Cline Was Crazy (And Guy Mitchell Sang The Blues)" corren a mi lado.

El álbum de Rock and Roll, absolutamente eléctrico y poderosamente cargado de grandisimas canciones ya está a la venta; y, ¡la ostia, comprale  los discos al Ricky tú, que merecen de verdad la pasta que te gastes en ellos. Porque el irlandés se ha marcado un acojonante disco de puro e intenso Rock and Roll, un disco para correr, con el viento envidioso empujándote a cada paso, ansioso por tener para si toda la electricidad, toda la fuerza y el impetus con que Ricky Warwick ha dotado a cada canción de las diez que componen esta gran obra.

Un disco parido en las oscuras y alcohólicas esquinas de un pub de Belfast donde Warwick y su colega-hermano del alma Sam Morrison pergeñaron las bases de lo que ha sido esta doble entrega en la discografía del front-man de los Black Star Riders, (cuyo nuevo disco:"The Killer Instinct, esta cercano a ver la luz).

" When Patsy Cline Was Crazy (And Guy Mitchell Sang The Blues)" es un disco vitalista, musculoso en su factura sonora, poderoso e intenso en su interpretación, como todo lo que el irlandés hace, y cargado de poderosisimas canciones que celebran una rabiosa actitud vital y emocional en las que se habla de amores intensos, fe en la amistad que transciende los años y los desencuentros, pedazos de memoria donde los recuerdos llueven desde el corazón al pensamiento y te hacen sonreír, o apretar los dientes con rabia, con pena o con euforia.
Las diez canciones de este disco se cargan de una intensa carga emocional y una arrolladora fuerza eléctrica que envenena cada nota, cada frase gritada, cada trozo de vida que arde gloriosa en las orejas y en el corazón. Compuestas por Warwick, Robinson y la inestimable ayuda de gente amiga como Andy Cairns de la banda Therapy?, caso de la maravillosa y, ya en mi corazón para siempre, "Celebrating Sinking" o la acojonante "Johnny Ringo's Last Ride" donde Ginger, de los Wildhearts compone y mete guitarras junto a Warwick. El bajo corre a cargo de su colega de los Black Star Riders, Robbie Crane y la batería y coros es  de su amigo Gary Sullivan y la inclusión del bajo o la guitarra en alguna canción de Billy Morrison o Nathan Conolly o la trompeta de Sam Retzer en "That's Where The Story Ends".

El sonido del disco es demoledor. Todo en él esta cargado de intensa emocionalidad y una poderosa ejecución, las palabras de Warwick se cargan de la luz de un fuego que arde en su interior y al que alimenta con recuerdos de un Ulster o un Belfast perdido entre balas y manifestaciones, carreras y el peligro real a perder la libertad, la vida, el futuro bajo un montón de escombros de casas derruidas por las bombas o por las montañas de balas, de miedo, de rabia, de incomprensión. Y, aún así, hay sitio para el doloroso desamor, "Celebrating Sinking" donde los dados afortunados son lanzados por un brazo tatuado con el Death or glory hasta un corazón roto mientras se celebra el hundimiento de un amor. Mientras, el Llanero Solitario y Tomto se pasean por las palabras de "That's Where The Story Ends", la canción "casi" Country des disco y que hubiera hecho las delicias de Johnny Cash.
"Toffee Town" o "The Son Of The Wind" rozan a The Clash y a los Almighty, o tal vez sean hijas bastardas de Motorhead, al par que la canción que da titulo al álbum hubiera sido robada para poder ser interpretada por aquel irlandés negro que cantaba y tocaba el bajo de manera maravillosa,.. el cual hubiera bailado descojonao de la risa la vacilona "Yesteryear".

Ha sido toda una aventura llegar hasta estos dos discos y es una absoluta dicha poder disfrutarlos en toda su intensa carnalidad. Porque hay canciones y músicos que salpican tu alma con el sudor de su corazón y levantan éste con el poderoso viento de cada guitarrazo, que se da en cada canción del álbum.
Se que pasaré semanas, y seguro que meses, dejándome caer en todas y cada una de las canciones de los discos de Ricky Warwick. Se que algunas de ellas ya forman parte de mi bagaje emocional hasta el fin de mis días, que son banda sonora para sacarle chispas al suelo por donde corro y fuego al corazón que bombea música para que mi cuerpo la haga arder gloriosa. 
Delante de mi, la carretera del trueno brilla con la intensidad eléctrica de una vida cargada de canciones..no necesito nada más.

Ricky Warwick: Celebrating Sinking

Ricky Warwick:Yesteryear





lunes, 15 de diciembre de 2014

Ricky Warwick (Acústico): El Corazón De Lluvia Que Susurra


Llegar a Itaca, del modo que sea, pero encaminar el corazón hacia allí. Sentirse parte de ese algo y, a un tiempo, hacerlo tuyo, involucrar tu corazón y tu alma en ese algo único que formará parte de tu ADN hasta el final.
Yo llegué a Ricky Warwick a guitarrazos. Con la fuerza que el norirlandés imprimía en el desarrollo de las canciones de la banda escocesa en la que militaba en aquel tiempo, The Almighty,  y  por las canciones poderosas y adictivas que tenian cada disco.. Recuerdo, sobre todo, como un gran amigo, llamémosle Pelitin, y yo analizábamos y diseccionabamos su discazo, "Just Add Life" de 1996 y cancionacas como "All Sussed Up", "Do You Understand", o "8 Day Depression" con una ansiosa alegria. La inclusión de Hammond B3 o sección de viento en algunas canciones me empujaba a mirar el disco con otros ojos. Había inquietudes, había otros caminos en la música de la banda además de la factura de un impecable y poderoso Hard Rock, Heavy Metal. Y no erraba; porque visto el giro que Warwick imprimió a su carrera, adentrándose en sonidos terrosos y cargados del sudor de la tradición musical norteamericana.  Country, Roots, Blues y Americana que, no eran, al fin y al cabo, más que hijos bastardos de los sonidos irlandeses que arrastraban sus inmigrantes camino de la "Tierra Prometida", era evidente que Warwick tenia un corazón grande en el que cabía mucha música.

Tres discos en solitario después, facturados con esa poderosa mezcla de Rock and Roll con tripas y alma y sonidos acústicos donde el corazón de Warwick se vuelve guitarra, regresa el de Newtownards, en County Down, Irlanda del Norte, con dos discos en los que cultiva esa dicotomía musical de manera absoluta. "Hearts On Trees" un álbum totalmente acústico y "When Patsy Cline Was Crazy (And Guy Mitchell Sang The Blues)" obra de factura totalmente rockera donde lo eléctrico se enseñorea de cada pieza del disco.
Ambos álbumes han sido paridos en Belfast, bajo cielos rápidos y días lentos y en Los Ángeles bajo días rápidos y cielos lentos, como reza el texto introductorio del disco acústico.

Historias cargadas de ese fuego dramático que el músico norirlandés sabe imprimir a sus textos, pedazos de vida vivida o contada, sufrida o confesada, las diez canciones que componen el disco se susurran, se rezan, se lloran, pasan de ser  escarcha a agua pura bajo el calor del sol de otoño que hoy brilla a través de la ventana.
Exceptuando "Psycho", escrita por el músico invidente Leon Payne, las canciones de Warwick se mueven por un cielo cambiante y siempre vivo donde nubes con acentos Folk irlandés como "Schwaben Redoubt" o "Hearts On Trees", dejan paso a los sonidos íntimos e intensos de "The Year of Living Dangerously", " Way Too Cold For Snow" o "Said Samson To Goliath" y estos al puro Missisippi de "Presbyterian Homesick Blues" y éste a las canciones más típicamente acústicas de Ricky Warwick como "Tank McCullough Saturdays", "Disasters" u "82". Son música que pinta una banda sonora intensa y cargada de vida a las palabras que Warwick y Robinson escriben sobre la amistad, el hogar, el amor, los críos jugando al este del Lagan river, el terror a caer bajo un fuego cruzado que los chavales irlandeses hacían crecer, inevitablemente en sus corazones cuando vives en un estado de guerra permanente...Amores que se resquebrajan, sueños que se rompen y héroes que nunca regresan a su Itaca, a su hogar.

Para mi, llegar a este día quince de diciembre de 2014 es importante. Hoy ha salido esta versión digital de las esperadas nuevas canciones de Ricky Warwick, al margen de los maravillosos Black Star Riders. Llegar a estos dos discos posee la magia añadida de haber contribuido al glorioso alumbramiento de ambos vía Pledge Music y este hecho, tal vez tontorrón, hace que haga más míos, si cabe estos discos.
Joe Elliot de Def Leppard y Damon Johnson de Black Star Raiders, junto a la guitarra de Jake Burns, la Armónica de Michael Beattie y, desde luego las composiciones de las canciones, compartidas por Warwick, de Sam Robinson, hacen de este "Corazones En Los Árboles" una obra hermosa, intensa intima pero no aburrida, para escuchar en una fría pero hermosa tarde de otoño con un sol abrazando cada gesto, cada paso que das y prometiendo la luz y el calor que los meses próximos traerán. De hecho, para entrar en calor, en un par de días presentaré todo el fuego y la electricidad que Mr. Warwick es capaz de crear en su acojonante "When Patsy Cline Was Crazy (And Guy Mitchell Sang The Blues)" .


Ricky Warwick:Hearts On Trees

Ricky Warwick:Disasters







viernes, 12 de diciembre de 2014

Ken Will Morton: Una Casa Llena De Canciones


Supongo que en todo arte es igual. Lo que para unos son solo lineas rectas, ángulos y curvas precisas, para otros son edificios, estructuras, magia en pequeña o gran escala. 
Lo que para algunos son solo sonidos , directamente, ruidos, para otros, para mi, son pedacitos de la persona que ha sufrido, sentido o soñado esa secuencia de notas, ese golpeteo rítmico, esa sinuosidad del alma deslizándose en cada estrofa, en cada verso, como besos sobre la pálida piel de esa mujer.
Colores aleatorios embadurnando un lienzo blanco, una pared, un vagón de metro, una hoja de papel, o el deseo de trascender, de contar una historia, la necesidad de marcar el territorio o de agarrarte los huevos del alma y retorcértelos hasta que tu corazón grite...

Ken Will Morton, cantante, compositor, interprete de sus canciones; agarrado con una mano al Rock and Roll, con la otra al Americana, con la otra al Alternative-Country, con la otra al  Folk/Blues y con la otra al  Southern Root, y, seguro que me dejo algún apéndice aferrado a otro estilo, a otro sonido que el de Athens exprime y adorna con talento e imaginación.

Lejos queda el Power Pop trío que formó con  el batería Kevin Watford y el bajista Deve Siff y que atendía al nombre de  Wonderlust. Seis álbumes después, siete con este formidable  recopilatorio, "Tell It To The Wind", el de Georgia nos ha regalado grandisimas canciones, hermosas y poderosas melodías que hacen rugir al corazón y le  empuja a seducir al cuerpo para que salga a la calle tarareando bellezas como "On My Feet Again", "Muscadine Wine" o " Restless Heart". O bien, a correr impulsando el alma hacia el frío que comienza a susurrar  el invierno con Rockanroles de delicioso y ardiente octanaje como la muy Runaway Boys de los Stray Cats, "Boogie Shoes" o pedazos de poderosa gloria rockera como "Make Believe Love", "China Blue" o "Devil In Me"...Entre medio, pedazos de un tipo que sientes que disfruta haciendo e interpretando sus canciones que se emociona cuando en directo arranca pedazos de si mismo con su guitarra y los expone ante los afortunados que disfrutan de ese algo inasible llamado arte al cual puedes regar de cerveza, de tus bailes y, consecuentemente, de tu sudor, tus gritos y tus risas.

Las comparaciones con Paul Westerberg, Old 97, el primer Dylan, Springsteen y blah, blah, blah, no debieran de despistar nuestras orejas de lo verdaderamente importante, lo jodidamente buenas que son sus canciones. La fuerza e intensidad que trasmite  el artista a través de las permutaciones matemáticas de siete putas notas que hacen que en la niebla de los días tu veas colores que cantan, edificios que suenan como el viento de Georgia en invierno y, las mariposas despistadas aleteen en tus orejas poemas encendidos que suenan a Rock and Roll.

Ken Will Morton:Make Believe Love

ken Will Morton: Boogie Shoes






lunes, 8 de diciembre de 2014

Bruce Springsteen &The E-Street Band: Thundercrack..A Veces, Las Palabras Sobran



Sip, a veces tantas palabras sobran. A mi me sobran y eso que ellas me han mantenido contra la corriente, apenas entero, apenas consciente, pero agarrado a poemas, frases, canciones que hacían el mundo más cálido, más honesto, más real que la propia realidad vivida.

Pero, a veces, la canción toma caminos ignorados por el pensamiento..hay cosas Horacio en la tierra...,y me empujan a dejar caer solo el sentimiento, la sensación, la grandeza del momento en que un bisoño, a priori,Bruce Frederick Joseph Springsteen Zerilli, cantaba a una afortunada audiencia una de las canciones más intensas, sensuales y poderosas que mis orejas y mi corazón han sentido.

Cuando el periodista, y futuro productor de Springsteen,   Jon Landau escribió en The Real Paper tras disfrutar a Springsteen y su banda en un concierto en el Harvard Square Theater: "Vi el futuro del Rock and Roll, y su nombre es Bruce Springsteen. Y en una noche en la que necesité sentirme joven, él me hizo sentir como si escuchara música por primera vez", catedralizaba de este modo, o casi, la sensación que en mi provoca escuchar esta gloriosa canción del de New Jersey. 

Es el modo en que una letra bonita, pero para nada cargada de literatura o trascendencia, adquiere el peso dorado de algo etéreo,mágico, poderoso y vacilón en su ejecución y cargado de una intensidad y un amor por la música que trasciende eso que se le llama, canción.
Thundercrack, servia en ocasiones, para cerrar los conciertos de un chaval y sus amigos, que, casualmente, estaban en una banda de Rock and Roll. Pero lo que sientes cuando escuchas, y, desde luego cuando lo ves, es a unos tíos afortunados pasándoselo de puta madre, sintiendo que rozan una gloria absurda y ridícula, pero no por ello menos gratificante.
Thundercrack se aferra a un sentimiento poderoso que, demasiadas veces, creemos que va con el ADN, o con como suena nuestra risa, como nos balanceamos al andar, o como buscamos su mirada para sentir en el alma electricidad, el sentimiento de pertenecer, de vincularse a alguien que está a tu lado, que suda contigo, que se descojona o sufre, que vive y respira las partículas de oxigeno, como lo haces tú 
Thundercrack es un delicioso y poderoso compendio de como debe crearse una canción de Rock and Roll...
Como debes de sentirla es cosa tuya.


jueves, 4 de diciembre de 2014

Jesse Stone: Canciones Que Llueven Desde Nubes De Rock And Roll


Miras afuera, buscas el viento que te traerá la música que necesitas para alzar la cabeza, para pisar con fuerza en este día único y potencialmente hermoso. Y el viento, caprichoso no te trae nada de lo que esperabas; porque aquello en lo que tenias puesta tu fe atea en la música te ha decepcionado de tal manera que no puedes poco menos que pensar que te has equivocado de dimensión, que estás en Tierra Dos, en el universo Walternativo de Fringe y, casi, buscas dirigibles surcando los cielos cargados de azul y nubes esponjosas del hoy.

Sin encabrones pululas por los alrededores. El viento nunca te ha decepcionado. Dios que no existe aprieta pero no ahoga y todos esos tópicos que llenan conversaciones y minutos de vida. Y, de repente, te tropiezas con esa portada en blanco y negro, de repente, te enganchas al guapete cabroncete que apesta a indolencia, a demasiados "yo no he sido", a todo me la pela,a mirarme nena, soy el tipo con el que te vas a follar sin siquiera saber mi nombre..Y, claro, lo odias. 
Pero, si me dejase llevar por la primera impresión malnacida y cargada de prejuicios que mi pobre y penosa podredumbre emocional fabrica de manera estúpida y deshilachada, hubiera perdido tantas gloriosas maravillas que mi vida no hubiera tenido mucho recorrido anímico. Así que, va, escúchate al niñato de los huevos. Escúchate la voz melosa que le presupones, imagina su boquita dulce y carnosa haciendo pupupiiduuu..a ver por donde sale el nene..¡Y, la ostia!, resulta que el amigo Jesse canta, y canta bien.Su voz, como una seda teñida de la tierra más agreste, se pasea por canciones cargadas de Rock n´Roll, de Americana, de ese sonido que, ya sabes que me engancha. Y, no solo eso, el tipo tiene buenos temas en este recién salido "Break Of Day" y los diez temas que componen la obra están francamente bien.

Expatriado a Brooklyn, su música se forjó en los fuegos de Montreal. Cargado de influencias, sin copiar a nadie, Jesse Stone se pasea cómodamente por todos esos registros musicales tan norteamericanos.
En esta era de música sin alma, donde las canciones languidecen en colchones de algodón comprados  en la ikea de las radio formula, la obra de Jesse Stone es un delicioso recordatorio para los corazones hambrientos de grandes canciones que hay siempre esperanza, que siempre ha habido grandes autores cabalgando los vientos escondidos en los cielos de la música y la industria.
 Las canciones de Stone respiran un oxigeno antiguo, intenso y  hermoso. Heredero de la era de los grandes poetas y  cantautores de días pasados:los Cohen, Dylan y Springsteen y también los Murphy, Hiatt o Krisstoferson. Al igual que ellos, Stone canta sobre la vida que vives y pierdes, que buscas y de la que muchas veces huyes; de las relaciones y el deseo de encontrar tu lugar y el alma en toda esta locura.

 Esta obra, creada junto a Josh Trager (batería) y Chad Tuppert (guitarra eléctrica)  está repleta de esas canciones y esos ecos,canciones que beben de todos esos hermosos sonidos que cualquier chaval que quiere hacer música necesita escuchar para buscar su lugar en el mundo.

Muchas de las canciones rezuman una brillante y optimista pátina.Ecos de  un día de verano como "Promises" y "Fisherman", "Love On The Charles Bridge" o "Fortress", junto a temas más oscuros y emocionales como "vampires", "Don't Come Around",  o "Life Lonely Road", que da al álbum un espectro completo de emociones a medida que viajan a través del corazón del poeta, cantante y compositor hasta ti, adornado y brillantemente arreglado.
 Muchas de los temas de Rock te empujan a bailar, caso de"Do not Change","Promises" o "Love On The Charles Bridge", vacilonas como la sonrisa que te atraviesa el corazón desde el otro lado del bar y te promete un mundo lleno de canciones brillantes, contagiosas como el tintineo de una risa en una noche de Rock n´Roll...
Y todo parido por el niñato este de los cojones...¡fantástico!

Jesse Stone:Love On The Charles Bridge

Jesse Stone:Promises





lunes, 1 de diciembre de 2014

Ronnie Fauss: Canciones Que Iluminan Las Noches De LLuvia



Tan oscuro ahí fuera. Con tanto frío y humedad alrededor de uno que parece que caminas por el fondo del mar. Y, sin embargo, ardiendo por dentro con el fuego del Rock n´Roll, Americana, Folk-Country-Rock o como quiera llamarlo, de manera tan intensa que el mundo parece volverse vapor o niebla o música desgranada en cada gota de aire húmedo que respiras y todo suena con la intensidad de una canción. Y eso es necesario,¡ joder!, porque los momentos que arden, nadie sabe cuando pueden extinguirse, perderse entre una multitud voraz y ansiosa, evaporarse por el fuego excesivo o congelarse por el frío que anida en cada corazón, durmiente pero nunca inerte.

 En la primera escucha, el músico de Texas, cantante y compositor de sus geniales canciones, Ronnie Fauss,ofrece poco más que una recopilación de sus influencias. Unas cucharadas de Steve Earle, otro poco de Gram Parsons un poco de la carretera 61, era Bob Dylan, más emocional y desenfadado; un toque de Tom Petty aderezado con ese sonido Garaje Americana, y pedacitos de la tierra rocosa de Geogia y sus Georgia Satellites.Y, desde luego, jirones deshilachados de lo mejor de los cantautores norteamericanos del siglo pasado. John Mellencamp, algo de Bob Seger y lo suficientemente John Hiatt como para que las canciones posean esa esencia mágica que hace que te pares un segundo de más a escuchar y, claro está, a caer rendido a las once canciones de este "Built To Break".

Pero a pesar de la sensación de que estás escuchando sonidos que ya has oído antes, la pureza en la construcción su dedicada y delicada artesanía y la apasionada interpretación que hace Fauss y su  banda de las canciones del álbum hacen de éste un camino al que volverás a menudo.
Rock n´Roles como "Eighteen Wheels", con Rhett Miller, de Old 97 o el Folk-Bluegrass de la acústica y deliciosamente agridulce "Never Gonna Last", con las voces de Jenna Paulette.

Los Rocakanrolazos del estilo de "Another Town" o "I'm Sorry Baby (That's Just The Way It Goes)", se mezclan con las letras melancólicas del estilo de "I Can't Make You Happy" o "Song for Zula,", otra letra pesimista acerca de cómo el amor con frecuencia se desvanece en esas relaciones que terminan estancándose por desidia o demasiados vacíos alrededor del alma..La referencia que hace el autor al "Ring Of Fire" de Johnny Cash hace que se te encoja el corazón al ver que la relación de la canción nunca será como la de Cash y el amor de su vida, June Carter.

A pesar de que la mayoría de las canciones se refieren al brillo que a menudo se atenúa en las interacciones románticas y en la vida en común, Fauss escribe poderosas melodías y tiene un sentido de la dinámica necesaria entre los sonidos Country- Folk y Rock n´Roll que empuja a querer volver a escuchar sus temas. "Old Life", "A Natural End" o "A Place Out In The Country". 
Puede no ser nuevo, puedes decir que es más de lo mismo..joder como tu cara, tus actos tu puñetera vida al completo. Pero, vidas, historias, son todas la misma. Cambian estribillos, melodías que parecen salidas de la nada, punteos o riffs que se te meten en el alma para siempre, o para tres minutos y pico y cambian, aunque solo sea por ese tiempo, tu perspectiva de las cosas. Y entonces el frío ya no es tan asesino, la lluvia no parece tan inmisericorde y la noche esta llena de luces brillantes  y coloridas que presagian momentos mágicos donde, a pedacitos, se escapa el niño o la niña que aún eres...Y, ¡la ostia! creo que esto es más que digno y maravilloso para 40 puñeteros minutos de canciones ¿no?

Ronnie Fauss:Another Town

Ronnie Fauss: I'm Sorry Baby (That's Just The Way It Goes)