lunes, 31 de diciembre de 2012

¿Habrá Que Aguantar , No?




No sé bien que pensar...Tantas variables..Tantas tradiciones que sólo tienen décadas de antiguedad..Tantas tonterias, tantos olvidos de lo que es verdaderamente importante..Y, sin embargo, tengo razones para pensar que las cosas deben  ser cada día mejor..Deben, si asi nos lo proponemos, cambiar.

Hora es de que sea el sentimiento y no el dinero. El humor y no la envidia, una sana gula y no tanta crispación emocional la que haga girar al mundo.

Sé que la parte más egoista y mísera de nosotros sigue su propia lógica hasta el final..como si conciencia y empatia no existiesen..y aunque, a veces, parezca que el mál y la necedad son eternos...deberiamos ser conscientes que, gran parte de culpa la tenemos nosotros...Por no hacer nada..Por dejar hacer a los demás,,Porque, es más cómodo mirar para otro lado...

Vosotros vereis...yo creo que hay razones para dejarse llevar por un hambre de música, de amor, de amistad...
              ....Y muchas, muchas razones para no ser un idiota...

Que arranqueis bien esta historia un abrazo a todas y todos....






miércoles, 26 de diciembre de 2012

Los 25 de Necesito un rock and roll


Ya se va el año del fin del mundo. Días para echar la vista atrás, para mirar esos momentos congelados en el alma, esos días de hierro que, con corazón y espiritu evitaremos que queden anegados en óxido y día a día acaben desapareciendo.

Días para mirar las tardes de luz y mar, de música y sueños, de momentos únicos que nunca desaparecerán de nuestros corazones. Días de canciones, de Rock N Roll y pasión, de corazones desbocados en tres minutos y cincuenta y siete segundos…Días que resumimos en veinticinco discos imprescindibles. Discos que no significan que sean los mejores, sino los que, por lo que sea, más nos han llegado. Faltan muchos y muy buenos pero…Aquí están. Un año más…Los veinticinco de Necesito Un Rock N Roll.




                       Allen Thompson Band - Salvation In The Ground - 2012



                            Blackberry Smoke - The Whippoorwill - 2012 




                               Buford Pope - Matching Numbers - 2012 



                               Colin Moore - Heart of the Storm - 2012



                    Donnie Vie - Wrapped Around My Middle Finger (2012)



                                         El Drogas - EP - 2012 



                                     Gwyn Ashton - Radiogram (2012)



                          Hellsingland Underground - Evil Will Prevail - 2012



                      Ian Hunter & The Rant Band - When I'm President - 2012



                                Jack Savoretti - Before The Storm (2012)



                                        Jeff Lynne - Long Wave (2012)



     Jersey Budd - The Heartbreeker EP - 2012 



                                          Jimmy Cliff - Rebirth (2012)




                                     Kevin Bowe - Natchez Trace - (2012)




                              King Cannons - The Brightest Light (2012)





                          Lee Fields & The Expressions – Faithful Man (2012)


                                        Lucero - Women & Work - 2012

                        Lukas Nelson & Promise of the Real - Wasted (2012)


                                     Outlaws - It´s About Pride - (2012)


                                       The Bluefields - Pure (2012)


                                  The Dimestore Junkies - Skyline - 2012


                                  Uncle Lucius - And You Are Me - 2012


                                   US Rails - Southern Canon - 2012


                          Will Hoge - Modern American Protest Music (2012)



                                    Brandon Calhoon - Satisfied - 2010

  

lunes, 24 de diciembre de 2012

Records Of Interest : Jeff Rogers, Gary Clark Jr., Blackfoot Gypsies


 Te están vigilando. Las compañías discográficas, las más grandes y las más pequeñas saben todos tus secretos. Te espían todos los días y todas las noches..demasiados discos demasiados grupos, tan poco tiempo…
Las compañías lo ven todo , bandas de Rock, bandas de Pop, bandas de americana, de Alt-Country, de Heavy Metal, de Rockabilly, de Blues..Los grupos en sí, no van a actuar para presentarse ante ti..Por eso hemos decidido actuar nosotros. Trabajamos para ti...Sea el estilo que sea, si consideramos que merecen la pena los encontraremos para ti.

                                       Jeff Rogers - Let It Show (2012)




                                      Gary Clark Jr. - Blak & Blu (2012)

   


                                 Blackfoot Gypsies - On The Loose (2012)





viernes, 21 de diciembre de 2012

William Pilgrim & the All Grows Up: Afilemos las gargantas..Mañana, Tal vez, sean Cuchillos


Están los que dicen que la música está hecha para divertir, para abstraerte de las miserias cotidianas..Y tienen razón…La música debe ser divertida. Debe descolgarte de la rama del ahorcado a la que tan fácilmente subimos o nos suben. Pero, también, están los que dicen que la música, las letras que esa canción lleva y, sobre todo, la intención que el/ la Autor/a tiene para contarte algo emocionante, algo que te descoloque, algo que te haga pensar, que reflexione tu corazón con un “Tiene razón..Yo siento eso, yo pienso eso, yo he visto o he sufrido eso”, y estos, para mi, son muy necesarios. A estos últimos, mucha gente los denosta y los llama mitineros, pancartistas, politiqueros…Como si el denunciar, el exponer un montón de mierda a la luz, el desnudar un dolor, un drama fuera una traición al Rock N Roll…si, si…I just wanna fun…

Pues mecagoendios…que salgan muchos Will Hoge..Que critiquen a Springsteen porque su último disco no está a la altura mientras siga escribiendo las letras que escribió en su más reciente obra..Que podamos oír muchos años a William Pilgrim and the All Grows Up . Un dúo que habla de lo que, yo creo, se debe hablar…la recesión, los despidos, el paro, el final del sueño, los colmillos de la realidad clavándose en el alma, como rabiosas y  carroñeras venganzas de un  destino que odia a todos porque, su propia existencia está ligada a los futuros de pedacitos de carne lloriqueantes que buscan desesperadamente una salida fácil, un camino oculto en la vida que les prodigue bienestar. ¿Y todos los demás, todos los que ni siquiera pueden, o les dejan soñar? ¿Dónde quedan los destinos de aquellos que no tiene nada que perder ya? Schopenhauer decía que un hombre desesperado es un hombre sin miedo..y eso, mi querido gran hermano…es peligroso.

Las bandas sonoras de esos desesperados las cantan gente como William Pilgrim and the All Grows Up o, lo que es lo mismo… Ishmael "Ish" Herring cantante..bueno cantar es lo que hacen algunos mataos mal que bien..Ish vuela, se eleva por encima de los muros y entona palabras rabiosas con una pasión, una elegancia y un poder asombroso. Y si, ya sólo por su voz uno debería de dar las gracias a San Otis Redding, el tipo, además, toca la batería, la guitarra, el piano…y…siente. Y ese es uno de sus talentos más encomiables. PM Romero es la otra parte, sosegada y rocosa que le da a Ish la posibilidad de ser un torrente, una avalancha, un orgasmo apasionado y lleno de calor y color. Su guitarra se enreda con la voz de Ishmael y torna, alquímicamente, todo ese fuego en canción, en emoción, en pasión.

“The Great Recession” es el título de un EP que el dúo sacó hace nada y, es, el nombre del álbum que han parido, con dolor y placer en el año 2011…si, si, y tú y yo en la higuera..Y, si no fuera por amigos de verdad como Rafa, de ese imprescindible Blog que se llama Rock And Soulel cual, amablemente, nos puso en la pista de uno de los mejores discos de este año, pues en este año lo hemos descubierto…aún seguiríamos mirando el dedo y no la Luna.

Las nueve canciones que contienen este maravilloso álbum se balancean cadenciosamente por el Soul, el Blues, El Americana..¡¡¡el sentimiento, joder!! ¿Para qué ostias etiquetarlo?

Belleza y rabia cogidas de la mano formando en la pared del corazón sombras chinescas que acaban siendo águilas, cuervos, fénix alzando vuelos para no tocar suelo nunca más.

“Be With Me”, “A Soldier's Tale”, “Farewell”, las maravillosas  “Calling Caroline” o “Water When The Well Is Dry” todas y cada una de las canciones del disco son belleza, elegancia, rabia, contundencia.

Si os metéis en su página podéis dejar un donativo para ayudar a gente que está en la más puta de las indigencias..1.68 millones de gente sin hogar que está por debajo de los dieciocho años de edad y ya lo tiene todo perdido. E Ishmael sabe de lo que habla pues él fue uno de esos Runaways, que, tan bien quedan en las canciones pero que tan jodido es, de ser vivido día, a puto día. Y es por eso que digo que la música del dúo tiene ese algo, ese calor oscuro..que no es hablar por hablar. Se canta lo que se vive..se vive como queremos cantar.

Si aún queda algo de vida ahí fuera, ¡¡y sé que queda joder!! Pongámosle bandas sonoras que señalen que el emperador, no sólo va desnudo sino que es un hijoputa asesino y cruel que merece ser colgado de un árbol por sus propias tripas…Busquemos el alma en las canciones, en las emociones, en las personas..por algo se empieza...

Ah, y por si os estáis preguntando donde coño esta el tal  William Pilgrim y que toca en la banda, deciros que nada..Pilgrim es el protagonista de la maravillosa novela de  Kurt Vonnegut: Matadero Cinco, la cual recomiendo encarecidamente desde aquí.




miércoles, 19 de diciembre de 2012

…Y entonces…Gritar



A veces cojo el boli y, simplemente, dejo que resbale sobre la hoja. Que la tinta se transforme en estos absurdos insectos de color azul y sus retorcidos cuerpos cambiantes simulando volverse sensación, sentimiento.

A veces, aunque haya discos, buenos discos de los que hablar; las veleidades del alma se amotinan contra toda lógica y sentido, y se lanzan a una absurda carrera al vacío, a la nada. Sin más razón que la de drenar el corazón. No el músculo, sino el corazón emocional. Ese órgano onírico lleno de cavidades, de laberintos. Tan fuerte y tan fácil de quebrarse, de desgajarse y abandonar a sus dueños en una habitación vacía.

Purgar esos virus que se emboscan en las venas del alma y  amenazan con volvernos grises, mansos, retorcidos en el egoísmo y mediocres en las miras que deberían de tener nuestros corazones, esa, tal vez, sea mi intención.

Suenan grandes canciones mientras me peleo con la hoja y el boli, con la rabia y la necesidad de contarlo.

Estoy viendo demasiado a menudo, y tú también lo haces si, además de mirar, ves. A personas que están cayendo, deshaciéndose en miedo, en frustración. Volviéndose invisibles ante todos nosotros. Ignorantes, por defecto o por exceso de todo aquello que no nos afecta directamente, dejamos de percibir a gente que podrían ser nuestra gente, amigos, familiares, nosotros mismos. Son, un espejo deformante que no sólo nos devuelve la mirada sino que nos reta a preguntar, a conocer, a sentir la piel y la pena, la miseria y  ese dolor, quedo, apagado, invisible.

En días sucesivos, en el mismo cajero al que he acudido para comprar cosas de las  que, realmente puedo prescindir, me he juntado y hablado un rato con personas que han terminado durmiendo allí, al resguardo de un invierno que no sólo está en las calles, sino en el alma. Personas con una historia. Personas que tuvieron ilusiones, sueños; que fueron niños que rieron y jugaron. Personas que se enamoraron e imaginaron días felices, días, siempre mejores.

Y no son sociópatas, ni alcohólicos, ni jetas que quieren vivir sin darle un  palo al agua, no te equivoques. No es tan sencillo. Son albañiles, que recuerdan que su padre era sereno, que detenían, que puta ironía, a los que dormían en pajares, en los soportales de las iglesias o en las cuadras. Y la mujer del sereno, les preparaba la cena y los cobijaba donde buenamente podía. Hoy, su hijo, duerme en cajeros, acepta diez míseros euros que un matao le da para, que pena das tío, aliviar tu conciencia y, además escribir de ello como si fuera un hecho trascendental.

Y es que estoy cansado de ver como a gente buena le pasan malas cosas. Estoy harto de asistir a esta sinfonía de lo absurdo donde los coros cantan siempre los dolores y las penas de gente sencilla, sin suerte, que sólo aspiran a una vida sin estridencias, sin sombras, con algo de luz en sus existencias. Una luz que aquellos que tienen el mundo de cara, aquellos que hacen y deshacen a su antojo, destrozan ante la impotencia de todos nosotros. Testigos y lamentables cómplices de tanta miseria, tanta angustia tanta nada.

No puedo más. Estamos abandonándonos. Claudicando antes de ver siquiera el campo de batalla. Nos sienta de maravilla la más miserable de las máximas de hoy en día:" Mejor a ti que a mí". No queremos ver. Sólo queremos sentir deprisa, para anularnos, narcotizar nuestros sentimientos lo más rápido posible y así, poder caminar por un valle mentiroso y lleno de espejos deformantes de una realidad que, al final, irá a por todos.

Y, ¡¡Joder!!, no es tan difícil permanecer en pie. Anclar el alma al mundo, a esa gente que es tu gente y que, siempre, siempre va a estar a tu lado. Aferrarse a una fe, atea, en uno mismo y plantar cara. Desafiar a esa sombra ominosa que trata de anularte y asegurarle que si pretende llevársete por delante, va a tener que arrancar el suelo bajo tus pies también, porque tú no vas a dar un paso atrás ni a agachar la cabeza ni a abandonar.

Desvarío. Y quiero seguir haciéndolo, necesito seguir haciéndolo. Es necesario un levantarse, un desafiar, un plantar los pies en el suelo y crear una telaraña de rabia, de obstinada rebeldía entre todos. Un no pasaran eterno que les deje bien claro que no les va a resultar tan fácil con todos...y, entonces... Gritar.




lunes, 17 de diciembre de 2012

THIN LIZZY: Black Rose (A Rock Legend)


Hay discos que por una u otra razón te marcan, pasan a esa categoría de “favoritos”.  A este album le tengo un cariño especial, ya que este disco fue mi primera adquisición dentro de la discografía de Thin Lizzy.  Antes de eso los amigos me habían grabado varios en cassette, pero fue en Black Rose en quien me gasté mis primeras pesetas para la causa irlandesa.  Fue en una de las visitas a mis familiares de Barcelona, y había ahorrado dinero suficiente para gastármelo en un par de discos.  Yo tenía 14 o 15 años, y saliendo a dar una vuelta por Barcelona con la familia, vi una tienda de discos, me apunté la parada de metro más cercana, y al día siguiente bajo la excusa de bajar un rato a la calle me monté en el metro, me recorrí media Barcelona bajo tierra, y localicé la tienda.  Allí me hice con el Alive II de Kiss de importación, y el Black Rose en formato cassette (me había gastado casi toda la pasta en el de Kiss).  Así que su adquisición la recuerdo como una bonita aventura subterranea.  Ja, ja, ja,… nunca supieron donde me metí aquella mañana.  Todavía conservo la cinta y aún suena bien!!!.  Además es el disco con el que descubrí al gran Gary Moore, (aunque yo personalmente prefiera al binomio Robertson/Gorham).  Es el disco que da nombre a un local rockero que hay aquí cerca en el que se ofrecen conciertos en directo y buena cerveza.  Que cojones, es el disco cuya portada está tatuada en el brazo de Axl….  ¿que más se puede decir?

Pues eso, la gran novedad en Lizzy fue el regreso de Gary Moore (otra vez) al seno de la banda tras la marcha del problemático Brian Robertson, un poco “espeso” en aquella época (por decirlo de una manera suave).  No tardaría mucho en dejarlo de nuevo, ya que Gary siempre fue un culo de mal asiento, y nunca fue un músico “oficial” sino que más bien era la relación de amor/odio con Phil Lynott la que le atraía a colaborar con él cada vez que hiciese falta.  Y de dicha colaboración nació uno de los discos mas impresionantes de los setenta.  Nuevos clásicos que añadir a los que la banda ya atesoraba.  El comienzo con “Do Anything You Want To” es de escándalo, una de las mejores canciones de Thin Lizzy y una de sus Top 5 sin discusión.  El riff principal es ejecutado por Moore y Gorham al unísono.  Twin guitars en un riff principal!!!  ¿Donde se había visto eso antes?  Solo gente como Whisbone Ash se atrevía con algo parecido.  Una melodía, estribillo, y ritmo perfectos.  Una jodida maravilla de canción.  Punto.  Pero es que con “Waiting For An Alibi” lo vuelven a clavar.  Podría decir lo mismo que antes, pero aquí, además, el bajo es igual de protagonista, ofreciendo unos punteos alucinantes.  Otro clásico.



Rock & Roll irlandes y fiesta:  si te mola eso, escucha y disfruta de las macarrilas “Get Out Of Here”, “Toughest Street In Town”, o “S&M”.  Incluso esa oda a la adicción cortesía de Lynott (o un grito de ayuda, quien sabe) como “Got To Give it Up” (tengo que dejarlo), tiene su cosilla.  Con la que nunca he podido es con la balada “Sarah” dedicada a su hija.  Es igual a lo que me pasa con “Beth” de Kiss.  ¿Soy el único en el planeta Tierra que piensa que “Beth” es un coñazo?.  Pues eso, pero es sólo mi opinión….  Y el final, como se esperaba, a lo grande:  “Roisin Dubh-Black Rose”, una batalla musical, siete minutos divididos en cuatro partes de música tradicional irlandesa tocada a todo riff, intercalando con punteos de infarto y con su punto de épica y folklore tocado por una banda de rock pura y dura.  Unos Pogues hardrockizados, si se me permite la broma.

Pues nada, no creo que este humilde comentario descubra nada nuevo, nada que no sepáis, porque seguro que la mayoría de vosotros conoceréis éste disco.  Y los que todavía no hayan caído en su hechizo…. pues que pongan remedio a eso de inmediato.  Bendita aventura subterránea por Barcelona…..





viernes, 14 de diciembre de 2012

Jersey Budd : Vendrán Días Más Malos..Y Los Haremos Arder




Días cabrones para la gente a la que le duele el mundo sin lugar a dudas. Si no eres capaz de mirar para otro lado cuando la podredumbre, moral, la miseria emocional y toda esa legión de necios se van apoderando del mundo y,  lenta e inexorablemente lo lanzan a un espectáculo suicida, entonces, colega…Estás jodido.
Y es cuando más necesitamos una luz pura y limpia. Un aire fresco y poderoso que sea capaz de barrer esos malos pensamientos, ese desánimo que puede ser funesto para el alma y anclar a ésta a ese sofá gris y desventurado donde nos iremos hundiendo más y más; sin apenas darnos cuenta.

Así, es un lujo para nosotros anunciarles la salida al mercado de un EP de cinco maravillosas canciones de este colega británico que atiende por el nombre de Jersey Budd.
Tras su poderoso, adictivo y extraordinario “Wonderland” del año 2009 el de Leicester ha logrado y, malditas sean las discográficas y sus putos ejecutivos por no saber una puta mierda de qué significa la palabra talento, sacar a la calle cinco canciones llenas de intensidad, pasión y amor por la música.
Porque lo que logró Budd en 2009 fue autoproducirse y autoeditarse su “Wonderland” ya que. La cosa estaba tan justita que el músico pidió pasta por adelantados a la gente que iba a verle a sus conciertos prometiendo devolverle ese dinero en  forma de su primer disco.
Así funcionan las cosas en este mundo prostituido por necios que ni saben, ni aman, ni les importa la música. Estúpidos, aburridos, babosos y pagados de sí mismos, graban sin problemas, mientras que gente del talento del músico de Leicester, a duras penas, sobreviven de su música y logran publicar cinco canciones que, valen su peso en plata, pero que tienen ese pequeño hándicap, que la escucha dura menos que tu novio follando.

¡¡Pero qué canciones colegas!! . “Belong” con la que se inicia el álbum, es todo un ejemplo de cómo se debe hacer una canción. Poderosas guitarras, unos coros góspel que me hacen llorar de placer y ese sonido de la canción que hace  que incluso  podría haber estado incluida en el “The Rising” del de New Jersey. “Your Love  is My Release” posee, a partes iguales ese toque New Jersey que gente como el propio Springsteen o el gran Southside Johnny imprimen a sus canciones. Apasionados estribillos dentro de una maquinaria de Rock N Roll bien engrasada. Y después, “You Got a Hold On Me” la cual bebe directamente de los sonidos de los grandes Rockers británicos de los setenta. Y ese sentimiento e intensidad tiene continuación en la canción que da título al disco una maravilla Rock N Roll Soulera de altísimo octanaje que el propio Southside Johnny hubiera matado por cantar con sus Asbury Jukes.
 El final es una belleza llena de poesía y recuerdos bonitos titulada “Alone in Piccadilly” y, los que conozcan la zona, sabrán de lo hermoso e irónico del título.
Si, son sólo cinco canciones. Seis si le añades el single, como hemos hecho nosotros, del cover de Louis Armstrong: “When You're Smiling” cantado a coro con la gente del Leicester City F.C. del cual Budd es forofo. (sip, nadie es perfecto querida Daphne)

Algunos creen, neciamente, que Jersey Budd es un remedo británico del Boss y aseveran, más neciamente aún, que incluso su nombre está a la sombra del de Asbury. Lo que no saben es que al chaval le bautizaron Joe por un boxeador de los años cincuenta llamado Jersey Joe Walcott, del cual era fanático el padre, gran aficionado al boxeo y de niño al futuro músico su viejo le llamaba Jers.
¿Qué suena a Springsteen? Si, y a Dylan y al Rod Stewart que cantaba y hacia Rock N Roll y a Frankie Miller pero, sobre todo, suena a Jersey Budd. Un tío con pundonor, con tesón, con rabia y ganas de mantener la cabeza alta, de no tragar con miserias, de no dejarse llevar por el abatimiento, por las mezquindades ajenas de esos mediocres que hacen de la crítica su leif- motiv. Un tío que no llenará estadios, o si, (espero comprobarlo algún día), y que persiste en avanzar contra un viento que le aúlla: “Abandona, déjalo, ríndete, no te conocen más que dos y tus discos los conocen otros dos” Pero, los dos que oímos y nos emocionamos con sus canciones para gente tan cojonuda como Jersey Budd, tal vez, seamos suficientes.
No es cuestión de que te adoren cien mil, es cuestión de que te quieran dos, tres, cinco personas…Eso debería ser suficiente para cualquiera con corazón y alma.


Jersey Budd : Heartbreaker


Jersey Budd : Alone In Picadilly


miércoles, 12 de diciembre de 2012

Chris Altman : Lo Que Sueñan Los Desiertos



Chris Altman regresa como un viento suave y ensoñador con un segundo disco plagado de sonidos elegantes  y adictivos.

El australiano ofrece en este “Nothin´ But Nice Things” canciones cargadas de promesas hechas en los bares, de sonidos escuchados en sitios donde las cervezas, la calidez de las personas que están contigo y las horas que se evaporan y diluyen entre risas y recuerdos, reconforta el espíritu y dan alas al alma para  aferrarse a la máxima que esgrime Altman en este poderoso e intenso segundo disco…Nada más que cosas bonitas..¿Tan difícil es desear eso sin que se vuelva obsesivo o lastre la vida de las personas? Es extraño pero, a veces, cuando tenemos maravillas a nuestro alcance, nos obcecamos en buscarle los defectos y, los tenga o no, dejamos de disfrutar de lo verdaderamente importante, esas cosas bonitas, esos momentos únicos, casi intangibles que deberíamos saborear y que, serán, o seria lo deseable, los que nos acompañaran a la tumba.

Las diez canciones con que Altman nos obsequia en este disco están plagadas de esa intensidad terrosa que tan acertadamente supo imprimir en su seminal, “Que Pasó?”. Sonidos fronterizos teñidos de diferentes y absorbentes textura y mixturas que hacen de canciones como “Carrodus' Mountain View Hotel”, I Told A Lie“, “Whole Wide World”  o “Some People” un apasionado y apasionante paseo por desiertos que suenan a Dylan, a Gram parsons  a The Band…Músicos que se llenan el alma de emociones y te las lanzan al corazón para destrozarte la costra emocional y gandula que acabamos haciendo crecer a nada que nos abandonemos. La voz de aAltman, es un mejunje casero compuesto de partes de Dylan y de Jagger y ese Mojo único que cada persona posee. Así, los sonidos pasan por callejuelas llamadas Blues, Americana, Country y mucho Rock N Roll desde esa zona fronteriza del alma que se llama Chris Altman y, en ocasiones, Australia.

Cuando las cosas se tuercen, cuando crees que esa lluvia va a durar eternamente. Cuando sientes en el tuetano del alma esa humedad malsana que se aferra a tu existencia sin que tú hayas hecho nada por merecerla, es cuando más se necesita el calor del desierto de esa gente que nunca te fallará, que te cantara canciones que reconfortaran tus noches e iluminaran tus días. Lo que las personas mezquinas hagan con sus vidas tan grises, tan vacias. Cuando su única labor en este mundo parezca ser la de ir esparciendo su puta miseria a las buenas personas. La enmascaren en sacrificios que nadie les ha pedido, o en dirigir o condenar vidas de las que no tienen ni la más absoluta de las ideas de como estan siendo vividas, es cuando la boca debe abrirse para cantar, para besar, para sonreir porque......

Al final los momentos que deberían quedar son aquellos que nos hacen sonreír, que nos reconfortan y hacen soñar. Aquellos que nos llenan y dan paso a un sueño reparador a las noches; noches que pasas con una sonrisa en los labios porque…sabes…que va a amanecer..de nuevo..pero será como si fuera la primera vez.




Chris Altman : Some People



Chris Altman : I Told A Lie




lunes, 10 de diciembre de 2012

Planet Of The Abts



Atención, pregunta:  Se abre el telón, y aparecen desperdigados por ahí los siguientes objetos:  varias trompetas, unos cuantos saxofones, un órgano Hammond, el Dark Side Of The Moon de Pink Floyd, el Electrid Ladyland de Jimi Hendrix, una guitarra eléctrica, un pedal de distorsión, un caleidoscopio, una batería, una pila de Marshalls, un tripi, un bajo atronador, unos pantalones de campana, el primer disco de Black Sabbath, un póster de Hawkwind……  Se cierra el telón.  ¿Cómo se llama la película?

Dificilillo, ¿eh?  Pues bien, ahí va la respuesta:  Planet Of The Abts, (gran título por cierto), una irónica parodia del nombre de la saga “Planet Of The Apes” (el Planeta De Los Simios en España), y se trata de la comida de coco psicodélicohardrockera más alucinante que he escuchado en mucho tiempo.  Capitaneada por Matt Abts, el simpático batería de Govt Mule, lo que aquí se escucha es una especie de medley  del panorama musical de los años 70, pero no limitado a una idea o un concepto de aquella época, no….  Lo que el Sr. Abts y sus colegas han hecho con éste disco es coger una cocktelera, introducir entera la década de los 70, mezclarla bien, y servirlo en ocho partes, ocho canciones que increíblemente, y teniendo en cuenta las influencias, tienen identidad propia, a pesar de que inevitablemente recuerden a tal o a cual banda (a veces incluso demasiado).


Para el que se acerque al disco por primera vez, escuchar el comienzo es un ejercicio de perplejidad.  Una lúgubre sección de viento irrumpe en los altavoces, y cuando el oyente todavía está en plan ”¿pero que demonios es esto?”, comienza un machacón ritmo que recuerda a los temas principales de películas como Misión Imposibe o James Bond, pero con el detalle de la sección de viento, que le da un nosequé difícil de explicar, pero que suena de miedo.  “Planet, Part.1” se titula la criatura, y el hecho de que abra el disco ya es una rareza en sí misma, porque no tiene mucho que ver con el resto.  

¿El resto?  Pues navega entre la psicodelia guitarrera de Jimi Hendrix (“Of The Hook”), los paisajes oníricos de Pink Floyd en “Dark Side of The Moon” (“Circus”, “Planet Pt. 2”), la contundencia de unos Black Sabbath (“Deep Into Self”), el blues rock potente de tipos como Pat Travers, Rick Derringer, o Pat Thrall (“Dressed Up Looking Fine”) o un ejercicio de Rock Progresivo como “Trying To Be Myself”, con el que termina más que dignamente la función.  Un montón de influencias que incluso pueden llegar a manifiestarse a la vez en una misma canción.  Especial mención al tono de la guitarra, menudo sonido se han sacado de la manga!!.  Lo dicho, la década de los 70’s enlatada en disco.

Un disco que no es ninguna novedad, tiene ya un año de vida, por lo que intuyo que Govt Mule, la banda madre, nos deleitará pronto con su nueva música.  Hasta entonces, no está de más amenizar la espera con discos como éste, o “Man In Motion”, el guapísimo disco que Warren Haynes sacó en solitario el año pasado.  Esperemos pues. 




viernes, 7 de diciembre de 2012

Steve Earle : La misma historia de siempre contada por primera vez



Doc es un Junkie…Un miserias que necesita su ración de Jaco diariamente. No importa que su apellido haya sido, en otro tiempo, sinónimo de prestigio, profesional. Arraigado en una larga y prestigiosa estirpe de médicos. Orgullosos de serlo y de su posición social en la comunidad.

Doc, que ha dejado de utilizar dicho apellido hace décadas, como ha dejado de ser aquel médico, aquel hombre admirado y respetado, se arrastra ahora, suplica, su chute igual que lo hace cualquier miserable White trash descerebrado, sin educación, cultura y futuro.

Doc es, además (junto al fantasma del músico Hank Williams, el cual por algún absurdo motivo esta, inevitablemente unido a la existencia de Doc) el protagonista de la primera y maravillosa novela debo decir, de Steve Earle.

Tras ese magnífico libro de relatos llamado “Doghouse Roses”, que aquí fue rebautizado como “Rosas De Redención”, el músico norteamericano se ha embarcado en una absorbente relato de deshechos emocionales, perdedores natos y esperanzas enredadas en dolorosas  alambradas.

No sé hasta qué punto es necesario vivirlo para contarlo. Jack London habló siempre de aquello que experimentó y sufrió. Sin embargo,  Ray Bradbury describió el dolor, la profunda tristeza, el abandono emocional y la pérdida de toda una civilización que los últimos habitantes de un planeta moribundo experimentaban, en su esencial “Crónicas Marcianas” sin moverse del planeta Tierra.

Imagino que su propia experiencia con los opiáceos le habrá facilitado a Earle la comprensión necesaria para poder plasmar ese “pensamiento Junkie”…Sin embargo, el autor nos escamotea todo ese proceso ritual de la aguja, la cuchara y el émbolo y pasa, casi de soslayo, por todos esos momentos terribles, que siempre los hay, en los que Doc, para ganarse el precario sustento y su chute diario, practica abortos clandestinos, cura, como puede, cuchilladas, heridas de bala, cura gonorreas, herpes y todo tipo de enfermedades venéreas que tanto las putas como sus clientes acaban cogiendo en la abismal zona conocida como South Presa, en San Antonio, Texas.

Pero la presencia fortuita de Graciela, una chica mejicana de apenas dieciocho años a la que Doc, por circunstancias, acoge en su cuartucho de Junkie veterano, cambiará la vida de todos los que terminan cruzándose en su camino, y, sobre todo, la vida de Doc.

Asumo que Earle cree en eso tan etéreo y evanescente llamado redención. Eso que se define como redimir o librar a alguien de una mala situación o dolor. Lógico, por otra parte, siendo, como fue, el propio Earle un Junkie.

A pesar de que el cristianismo se ha apropiado  del concepto y la acción en si, como de tantas otras cosas, todo hay que decirlo; La redención es, creo yo, algo inherente a algunos seres humanos, tanto el sentimiento como, sobre todo, la necesidad de ello.

La propia redención de Earle, su salida de esa espiral que todo Junkie se crea a su medida, es un espejo lejano en que el propio Doc puede verse reflejado. O, tal vez sea Earle el que se mira a través de los ojos de Doc.

Ignoro cuál fue el motivo que empujó al músico a su primer chute. Los que vinieron después son, siempre, un desesperado intento por recuperar ese primer momento.

Charlie Parker decía que tras su viaje de Morfina, era el único momento en que no oía ni pensaba en música. Otra persona me dijo una vez, que le proporcionaba paz…Earle… Sólo él lo sabe. Cada Junkie imita, miserablemente y con más pena que gloria, al primer adicto que existió en este mundo y es, a la vez, una historia única e inimitable.

La novela está ambientada en 1963, con la sombra de Kennedy y su gloriosa vida y muerte, orbitando alrededor de  las minúsculas historias de esos pobres nadie que pululan por la zona más depauperada de cada ciudad. Presenta, asimismo un curioso equilibrio entre una historia inmersa en la realidad y un realismo fantástico que quedan entrelazados en un cuento agrio y tierno, terrible y emocionante.

La constante hibridación a la que el escritor somete este maravilloso “No Saldré Vivo De Este Mundo” no lastra una prosa rica en sensaciones y sentimientos es más, convierte a la novela en una canción donde ritmo y estribillo, coros y solo, música y letra, conforman una atractiva melodía que necesitas seguir cantando.

Steve Earle reivindica a la persona por encima de sus circunstancias, sean estas, veniales o amargamente adversas. Reclama orgullo de ser, de existir frente al anatema más fácil de esta sociedad, que es el de condenar sin saber, sin conocer, sin plantearse nada más que ese absurdo “ellos” y “nosotros”.

La posibilidad de desenredarse de esa maraña emocional en la que poco a poco terminamos casi todos por asfixiarnos, por motivos dispares. La necesidad de salir de ella, como sea. Rasgándola, deshaciéndola o quemándola con esa gasolina del alma que todos llevamos dentro y que, una persona, un hecho, un algo ajeno a ti, con la suficiente fuerza, o luz, hace arder para siempre; es algo en lo que Earle incide de manera constante y con una prosa llena de emoción, de calidez y, también de calidad.

Perdedores, caídos, humillados por sí mismos y por la sociedad. Buena gente perdida en un laberinto emocional que los enreda a cada latido. Todos esos nadie que han caído por las rendijas del mundo para siempre y que, sin embargo, sienten, aman, sufren y, a veces, sueñan…¡Ah, Y el fantasma de Hank Williams!





miércoles, 5 de diciembre de 2012

Matt Mann & The Shine Runners : El deseo de ser un Outlaw



Suena extraño pero, a veces, siento nostalgia de una vida que nunca he tenido. Una necesidad de volver a unos caminos que nunca he pisado y cerrar los ojos bajo estrellas y lunas que nunca han seguido mis pasos.

Es un echar de menos días sin reloj, de disfrutar tormentas en el precario resguardo de casas abandonadas o bajo aleros o soportales de iglesias dedicadas a dioses en los que nunca creeré.

Ignoro cuál es el motivo de esta pulsión. No lo  creo atribuible a inercias motivadas por vidas pasadas ni a una genética del alma que añora eso que nunca será...Pero...Ahí está…Poderosa. La necesidad que empuja a querer derrumbar paredes, esquinas aristadas, violentas. A perseguir más horizonte, más caminos…a querer saber que hay detrás de aquella montaña… A querer seguir a la luna y a las estrellas. A ser, en definitiva, un Outlaw. Y poder colgarte una guitarra al hombro y recorrer tu camino hacia ningún lugar desde ese Southside del cielo que cantaba tan acertadamente Ryan Bingham.

Matt Mann tiene ese alma Outlaw que también posee gente como Pete Berwick, Jason Ringenberg, Dan Baird, Steve Earle, Gram Parsons y tantos otros. Es un caminar por el lado oscuro, que no siniestro del mundo. Una sombra dentro de una sombra. Sonidos acerados, electricidad en las cuerdas de la guitarra acústica y fuego en las de la eléctrica.

El disco debut de Mann: “Modern Day Outlaw” expresa mejor que mis pobres palabras ese crepitar de la persona con la mirada puesta en un horizonte que amenaza tormenta. Y es que el de Oklahoma hace suyas las palabras que tan acertadamente expresó, hace años el hijo de Don Waylon respecto a eso de devolver la “O” (de Outlaw) al Country..y yo, y creo que Matt Mann estaría de acuerdo conmigo, también al Rock N Roll.

Matt Mann es un enamorado de su tierra. Oklahoma sale a relucir en sus temas. Su banda, The Shine Runners, son de la ciudad y colegas del músico desde siempre. . Drew Nichols a la  guitarra eléctrica, la guitarra acústica, el  lap Steel y el pedal steel. Josh Curtis al  bajo, y coros. Marc Jordan a la batería  y la percusión y los coros.  Adam MacDougall al  órgano y el piano. Y un precioso violín en la magnífica "Wanna Go Home" a cargo de Edward Renn Jr. Crean junto al propio Mann un asombroso compendio de Rock N Roll visceral, Southern Rock, Country Rock y Americana de poderoso y estimulante factura que hace reverberar al alma.

Canciones como la chulesca “Small Town Livin´” que parece haber sido cantada por un trasunto de Johnny Rotten nacido en Nashville. “In My Arms Tonight” que haría rabiar de placer a los sureños más ortodoxos. “I´ll Be My Own Man” con ese sonido tan de amanecer en un lugar extraño y la mirada puesta, ya en el camino, en la próxima ciudad. “Grand Lake Blues” o el  acojonante y muy Faces “I Don´t See Clear” son solo unos pocos ejemplos de lo fantástico que es este “Modern Day Outlaw”.

Luz en las noches del alma. Luz de hoguera, de momentos compartidos con extraños que, a veces, son más cercanos a ti que aquél con quien has vivido todos estos años.

El deseo de seguir, aunque como canta Mann no se sepa qué coño haces ahí y sólo tengas claro que no tienes claro absolutamente nada! Y esto,  es un buen comienzo la ostia!

I Don't See Clear


Grand Lake Blues


In My Arms Tonight


Small Town Livin'





lunes, 3 de diciembre de 2012

Discos Olvidados: JUDAS PRIEST "Point Of Entry"


Imaginemos un edificio de viviendas.  El edificio del Heavy Metal.  Unos jóvenes acaban de formar una banda a la que llaman Judas Priest y están impacientes en la planta baja dispuestos a comenzar su ascensión subiendo la escalera.  Y por fin comienzan a subir:  “Rocka-Rolla”, un escalón.  “Sad Wings Of Destiny”, otro escalón.  “Sin After Sin”, otro más, y así sucesivamente.  Con paso tranquilo pero firme, siempre hacia arriba, siempre en sentido ascendente.  Con “Unleashed In The East” pegan un salto y suben dos escalones, y con “British Steel” se impulsan tres escalones de un tirón.  Es entonces cuando sacan al mercado “Point Of Entry”….. y descubren que ya no hay mas escalones, que por primera vez han parado en su ascenso.  Se han detenido en el rellano del primer piso.  Allí se encuentran con gente como Accept o Iron Maiden que acaban de subir abriéndose paso a codazos, o Motley Crue que han llegado allí directamente a hostias.  Asimismo aparecen Scorpions, que con “Blackout” han dado un tremendo salto de seis o siete escalones e irrumpen en el rellano.  Es entonces cuando Judas Priest toman la decisión:  Ya no habrá mas escalones.  Con “Screaming For Vengeance”, “Defenders Of The Faith”, y “Turbo” se montan directamente en el ascensor.  Ahora subirán piso a piso en vez de escalón a escalón.  Total, que llega el ascensor, y allí que se montan todos.  Algunos como Accept bajarán en la segunda planta, a la vez que recogen a un confundido Ozzy Osbourne que andaba por allí tirado y lo suben al ascensor.  En la tercera planta se encuentran a un despistado Ritchie Blackmore que también se sube al carro.  En la cuarta planta esperan Kiss, que no hace tanto vivían, no ya en el último piso, sino en el ático, pero que habían ido bajando pisos a una velocidad preocupante (pocos años después tendrían un accidente y se caerían por la ventana).  Acaban de editar “Creatures Of The Night” y se suben de nuevo al ascensor, así como Black Sabbath, que con Ronnie James Dio al frente han puesto a la venta el tremendo “Mob Rules”.  Y así, piso a piso, va avanzando la historia del edificio del Heavy Metal.  Unos suben, otros bajan, pero Judas Priest logran mantenerse durante muchos años dentro del ascensor.  Al mismo tiempo, en la planta baja, esperan unos jovencitos con pinta de macarra llamados Guns & Roses que se niegan tajantemente a subir escalones y pulsan ansiosamente el botón del ascensor, mientras en la calle unos chavales desharrapados, que responden a nombres tan pintorescos como Nirvana, Alice In Chains, o Soudgarden, confabulan entre sí buscando el método más idóneo para echar abajo ese edificio que tanto les molesta.



Pero, ¿Cuál fue la razón por la que Judas Priest quedaran parados en ese rellano de la escalera?  ¿Qué habían hecho mal?  ¿Por qué “Point Of Entry” fue el único paso no ascendente haste ese momento?  Bueno, si tenemos en cuenta que está entre dos obras del calibre de “British Steel” y “Screaming For Vengeance” es normal que pase desapercibido.  No se si influirá, pero si tenemos en cuenta las horribles portadas que tuvo (una europea y otra estadounidense), pues quizás tampoco entro por la vista.  Si tenemos en cuenta asimismo que, por una vez, claudicaron a las presiones de la compañía discográfica que les pedía hits para el mercado americano, pues está todo dicho:  lo hicieron y les salió mal.  El propio Rob Halford lo ha dicho en varias entrevistas “recibimos presiones por parte de la compañía” (en este punto me gustaría saber que es lo que una compañía entiende como un hit, después de haber sacado en el anterior disco “Living After Midnight” y “Breaking The Law”.  Si eso no son hits, pues apaga y vámonos, quizás no sepan venderlos, que se yo…).  Aunque quizás la clave sea mucho mas sencilla:  en ese momento no había inspiración.  Punto.  No me explico que es lo que quisieron hacer, pero la verdad es que es el típico disco que sacas de la estantería, lo escuchas, lo devuelves a su sitio, y lo olvidas.


Luego te pones a pensar y te das cuenta de que tiene cuatro o cinco canciones de nivel, así que tan malo no puede ser.  “Heading Out To The Highway” que años después seguía aún en el set list en directo, “Desert Plains” que pese a lo que hayais leído por ahí…. no es una balada, joder!!! (que manía tienen todos los medios con calificar esta canción de balada), sino un grandioso medio tiempo bastante melódico, ese disparo metálico titulado “Hot Rockin’” que tanto le gusta al colega TwoHeads, la marchosa y rockera “On The Run” muy en la onda de discos como el “Killing Machine”, y “Solar Angels”, mi favorita, con ese deje heavy machacón del “British Steel”, de hecho tiene un cierto parecido con “Metal Gods”.  ¿El resto?  Bufff… entre lo anodino y lo horroroso:  “Dont Go”, “All The Way”, o “Turning Circle”, Hard Rock generico que llega a hacerse aburrido (pero disfrutable), mil veces escuchado antes, y “You Say Yes”, sin duda la peor canción jamás grabada por Judas Priest, mala, torpe, fea.  Pero fea de cojones.  

“Point Of Entry”, un disco poco común para una época poco común.  Por suerte siempre nos quedará lo que vino después.  Mas vale que decidieron subir en ascensor…..