lunes, 31 de enero de 2011

A Dios rogando...


…… y con la jeringuilla colgando. Soy una estrella del rock. Mis comienzos fueron duros, como los de decenas de mis compañeros. Llegué a la gran ciudad armado solamente con mi guitarra y mucha paciencia e ilusión por triunfar. Me crié en la calle, llegué a mendigar para poder sobrevivir, trabajé en una pizzería, o en un Burger, no lo sé con exactitud, de esa época mis recuerdos no son muy lúcidos, más bien borrosos. Me colocaba con vino barato, comía lo que le sobraba a la gente en el Burguer, o la pizzería, que sé yo. Conocí a una panda de pirados como yo, y decidimos montar una banda con la que nos íbamos a comer el mundo. Y mira tú por donde, que tras intensos ensayos y conciertos, una compañía discográfica decidió apostar por nosotros. Ibamos a ser “The Next Big Thing”, y en cuestión de semanas pasamos del vino barato a champagne francés, toneladas de coca, caviar, bourbon, pastillas de todo tipo, y para bajar todo el subidón un amigo me recomendó una cosa llamada caballo. Así transcurrieron los siguientes años de nuestras vidas, del estudio a la gira, de la gira a la promoción, de la promoción a la gira de nuevo, de la gira al estudio…… todo ello regado con las mejores sustancias dopantes y bebida de primera calidad. Hasta que mi cuerpo dijo basta. Ni siquiera me interesaban las groupies, lo único que me interesaba era mi camello de cabecera. Y decidí cortar por lo sano. Clínica de desintoxicación y vida sana. Ni tabaco me metía, oigan.

En la clínica vino una vez a visitarme un tipo que me empezó a hablar de la espiritualidad divina, de la ayuda que podía conseguir en mi objetivo de dejar los malos hábitos si ponía mi alma a disposición de dios, nuestro gran benefactor. Incrédulo, lo mandé a tomar por el culo, como debe ser. Mis únicos benefactores fueron los doctores que me trataron, a esos son a quienes debo dar gracias, esos son los verdaderos dioses. Sin embargo allí conocí a muchos compañeros de profesión, luminarias de la historia del rock, que se abrazaron sin tapujos a la nueva ola, encontraron la fe, y ahí los tienes en la actualidad, dando discursos sobre lo grande que es el divino dios, o buda, o alá, o quien sea. Y a los doctores que les curaron sus adicciones, pues que les den por ahí. Como digo, coincidí con muchos de ellos, por ejemplo:

Dave Mustaine: Le da a la guitarra y canta en Megadeth. Yonki y alcohólico hasta la médula, viajando de hospital a hospital encontró la espiritualidad, se limpió de sustancias (eso está bien), y comenzó a predicar con el ejemplo. Ejemplo: Vetó a una banda “satánica” en un festival porque él no tocaba con los representantes del “mal”, y puso a la organización en un dilema: o ellos o yo. Por supuesto, la organización pasó por el aro y la banda “satánica” fue expulsada del show. Todo ello por culpa de un señor que en los 80 se proclamaba anarquista, grabó una versión del “Anarchy in the UK”, y despotricaba de la religión organizada en cada entrevista. Ah, y ahora que está sobrio le ha dado por jugar a ese juego tan electrizante y adrenalítico llamado golf.

Alice Cooper: El señor Vincent Furnier (eh!, como el de las barajas de cartas), pasó toda la década de los 70 en una nube alcohólica, totalmente colgado y pasando muy mucho de la religión, pero en cuanto comenzó a vomitar sangre decidió limpiarse y éste es el resultado: En el hospital le captaron para la causa, y en la actualidad es todo un profesional de la música, sobrio y católico. Ah, y también practica ese deporte de riesgo llamado golf.



Steven Tyler y Joe Perry: Uno se esnifó media Colombia, y otro se inyectó medio Afganistán. ¿creéis que en ese estado se acordaban de rezar al buen dios? Pues una vez sobrios, los amigos de la secta les captaron y actualmente son unos cristianos renacidos. Joe suele ir de caza con Ted Nugent y con James Heitfeld. Steven, según parece, también le da al golf.

James Heitfeld: Guitarrero y vocalista de una de las mejores bandas de metal de la historia, Metallica. Tras años de meterse una botella tras otra, y de calzarse raya tras raya, decidido desintoxicarse, como yo. Cayó en la trampa del predicador del que antes os hablé, y una vez sobrio se dedica a dar gracias a dios por todo, llegando al extremo de tatuarse un enorme Jesucristo en el brazo. ¿Se imaginan ustedes ver eso cada día durante el resto de su vida?. Tremendo. Entre sus aficiones actuales se encuentra ir de caza con Ted Nugent en el rancho de éste, y a veces se apunta Joe Perry. Bien por ellos, al menos no le dan al golf.



Axl Rose: Una vez me contó que de pequeño odiaba la iglesia, le obligaban a ir a misa, su familia era ultracatólica, y de hecho comenzó a cantar en el coro de la iglesia. La odiaba a muerte, maldecía a los curas y a dios. En cuanto a drogas, la verdad es que desconozco que es lo que se metía, pero por ahora está sobrio, y se pasea por los escenarios con una sospechosa gran cruz colgando en el pecho, y desde hace varios años le aconseja una especie de gurú-vidente-sacerdotisa que le acompaña las veinticuatro horas del día. Incluso ha llegado a cancelar conciertos haciendo caso a las predicciones de ésta señora. Que mal rollo, joder….

Ace Frehley: Mi querido Space Ace. Pues sí, también ha caído en las redes. Presentando su último disco, me sorprendió verle con camisetas con la imagen gigantesca de Jesucristo en el pecho. Bah, una provocación, pensé. Pero no. En sus primeros conciertos de la gira, ahí estaba, con jesucristo en la pechera. En las entrevistas daba enérgicamente las gracias a dios por mantenerle sobrio, nada nuevo bajo el sol. Ahora parece haberse dado cuenta del ridículo de la camiseta, y ya viste con prendas más “rockeras”.



Eric Clapton: A éste no me lo encontré deambulando por ahí en la clínica. Pero como terapia me hicieron leer su autobiografía, en la cual nos explica con todo lujo de detalles su fobia desde niño a toda religión organizada, sus años perdidos entre nubes de heroína, convirtiéndose en un desecho humano. Consiguió dejar la dama blanca con sesiones de…. acupuntura!!! O al menos eso es lo que él cuenta. Consiguió dejar una adicción para crearse otra, el alcohol. Esta fue mucho más dura, pues entró varias veces en desintoxicación, fracasando en todas ellas. Según dice decidió ingresar cuando le descubrieron una úlcera sangrante en el estómago del tamaño de una naranja (¿¿??) (creo que ahí el buen Eric se ha pasado un poco). Cuenta como le visitaron unos “salvadores de almas” a los que mandó a la mierda sin contemplaciones. Hasta que un día, hastiado y derrotado, se derrumbó de rodillas a los pies de su cama y se puso a rezar pidiendo ayuda. Dice que fue entonces cuando lo consiguió, y que tras aquello reza todas las noches, pues según parece le funcionó. A día de hoy sigue rezando. También le da a la caza y la pesca.

Buuufff… podría seguir durante un buen rato. Ahora me viene a la mente Bob Dylan, que de judío pasó a la iglesia evangelista (o algo así), de ahí otra vez al judaísmo, luego pasó su experiencia católica, y llegó a tocar ante un papa medio dormido. Mike Farris, que da las gracias en cada entrevista “al buen dios” por ayudarle, según él, a salir de las drogas. Sinnead O’Connor, fumadora empedernida de hachís (y otras sustancias), que llegó a romper una foto del papa en un programa de televisión, y después de dejar sus “adicciones” sintió la llamada, y se ordenó monja en un monasterio. Solo aguantó unos pocos años, ya está fuera dando el coñazo otra vez. O Elton John, al que la iglesia trató con desprecio junto a otras estrellas por su condición de gays, consumidor voraz de cocaína, y que desde que murió su amiga, la inglesa rubia, va a misa de ocho todos los días. O el extraño caso de Tom Araya, vocalista y bajista de Slayer, que actualmente se califica como católico practicante.

¿A que es curioso? ¿Por qué casi todos los casos se dan en EEUU? ¿Se aprovechan allí de la gente desesperada para captar adeptos? ¿Os imagináis a bestias como John Bonham, Keith Moon, Bon Scott, Phil Lynott o Sid Vicious dejando sus adicciones y predicando la palabra de dios por ahí? En fin…. Otro día hablaré también de mis amigos músicos que dedican su vida (que no su dinero) a salvar el amazonas, las ballenas, luchan contra el cambio climático… mientras nos piden colaboración en tal o cual número de cuenta. Eso sí, sus millones siguen en el banco.

Moraleja:

1ª) Es mucho mejor y más saludable seguir la palabra de dios que ser un yonki.
2ª) Es mucho mejor y más saludable jugar al golf que ser un yonki.
3ª) Es mucho más saludable cazar y pescar, matar animales, que matarte a ti mismo.
4ª) Siempre nos quedará Lemmy y Keith Richards. Y si nos fallan, pues tenemos a Stryper, esos seguro que no cambian de bando.


viernes, 28 de enero de 2011

Watts "El cuarteto poderoso "


El primer pensamiento que se me pasa por la cabeza al ver el nombre de la banda es: ¿Se refiere al barrio de Los Ángeles de eminente mayoría negra famoso por los disturbios raciales acaecidos en 1966 y cuyos hechos provocaron que la C.I.A. llenase, al año siguiente la zona de heroína de extrema pureza y los problemas desapareciesen en menos de seis meses, o al apellido del caballero que toca la batería en aquella fantástica banda británica de los sesenta, setenta y primeros ochenta ? Imagino que se acerca más al impasible baterista que al barrio angelino y eso que el sonido que despliega el cuarteto de Boston se acerca, sólo en pequeñas ocasiones sonoras a la gran banda de Rock Blues.
El hecho es que Watts combina un ADN que se nutre de sonidos más cercanos al Rock contundente que sonaban en los Estados Unidos en los últimos sesenta y primeros setenta. La combinación musical de Watts posee reminiscencias de Montrose, si te oyes los punteos de “No Secrets” y, sobre todo “Afterburn” parece que Ronnie Montrose se haya metido en la grabación de la canción y, en momentos parece que su cantante Dan Kopko, sea un trasunto del mismísimo Sammy Hagar. De igual modo se pasean con cariño y poderio por las calles de Rockford y toman prestado a los locales del pueblo su contagiosa melodía en temas como “On The Dial”. También de los primeros Kiss, óyete “Chaperone”, del tono chulesco y agresivo que Jim Dandy daba a sus Black Oak Arkansas, de la música agresiva que los Grand Funk Railroad, y en el otro lado del Atlántico, los Slade, algo de los Sweet y, por supuesto, los Rolling Stones.
El que Watts beba de las fuentes del Rock setentero no los convierte en meros imitadores de ese estilo. Más bien parece como si degustases un plato de cocina y como los distintos sabores se van intuyendo y sus aromas se cuelan por tus papilas gustativas sin que, por esto, el plato sea una imitación.
Contundencia sonora, un portento vocal que mantiene el tipo e, inevitablemente, tu cabeza se escapa hacia esos grandes frontman de las bandas anteriormente mencionadas.
Doce canciones que te levantan las orejas del amuermante estado anímico en que te puedes encontrar y te arrastran hacia carreteras interminables que cruzan el desierto y le ponen banda sonora a las noches del mundo.

Watts - On The Dial

Watts - Chaperone

Watts - Time To Give The Devil

miércoles, 26 de enero de 2011

Pat Anderson "Carreteras secundarias"


Cuando no eres una estrella reconocida, practicas un tipo de estilo musical en el cual se mueven cientos, tal vez miles de personas en el mundo y ninguna película megataquillera te ofrece la posibilidad de ser mundialmente conocido por mor de una patraña ñoña y vacía que acabará en las listas más sépticas de la música, sólo te queda la honestidad, el buen hacer y un corazón y una cabeza para componer canciones como las once que componen este magnífico álbum titulado Magnolia Road.
Pat Anderson, cantante, autor y creador de diez de las once canciones de este su primer disco es un músico nacido en Oklahoma que se ha marcado una obra llena de matices y texturas que cabalgan entre el Americana, el Alt Country, el Rock n Roll de vertiente clásica tipo Credence y los sonidos que podrian ser incluidos en obras de autores como Neil Diamond.
No ofrece nada nuevo, no lo necesita. El músico se recrea en sonidos de su vida cotidiana, en vivencias en lugares, en esos sitios a los que se pueden llegar andando.
Si obviamos la perentoria necesidad de buscar ese alguien, único, que parece acuciar a ciertos críticos musicales y nos centramos en lo que de verdad importa: la música, daremos con gente como Anderson. Sincero en sus obras, honesto con su lugar en el mundo de la música y entregado en transmitir pedazos de sí mismo a quien tenga tiempo y ganas de pararse a escuchar y no sólo a oír.
Anderson ha logrado, además un milagro mínimo. Ha sido capaz de hacer que la canción de Springsteen “Dancing In The Dark”, de su álbum Born In The U.S.A, me guste y tenga ganas de escucharla, en versión Anderson, eso si, una y otra vez. Y es que el autor de Oklahoma ha impreso a la aburrida, predecible y desesperantemente comercial canción una sonoridad especial, una suavidad y dulzura que casi raspa el corazón con ese tacto en su ejecución y te hace olvidar la vergonzosa obra original. Lograr esto en una canción que cosechó tanta fama, a pesar de su vulgaridad hace que merezca la pena el prestarle atención a Pat Anderson.
Pero al margen de versión, canciones de Anderson como “Six Spent Shells”, “Let It rain”, “The Hometown Blues”o “Bullit County Cage”, hacen que me reafirme en la calidad de este músico y me hacen tener fe en esos autores de segunda fila, tal vez, pero que hacen del corazón y las ganas de contar y cantar su lugar en las barricadas de la creación.

Pat Anderson - Bullit County Cage

Pat Anderson - Dancing In The Dark

Pat Anderson - The Hometown Blues

lunes, 24 de enero de 2011

Eskorbuto "Antitodo"


Historia triste. Al igual que el título de una de sus canciones emblemáticas, así se podría calificar la historia de Eskorbuto. Grupo maldito que vivió su propia película día a día. Más que película, podría definirse como un documental en vivo y en directo. Ellos vivieron como nadie el día a día de la filosofía punk, fueron la banda más íntegra del planeta tierra, como ellos mismos decían: “Somos la banda más honrada que ha pisado el planeta tierra en millones de años, y no somos nada honrados”. Admirados fuera de nuestras fronteras, con la misma pasión con la que fueron denostados en su propia tierra. Mientras las bandas internaciones se llevaban el mérito y el dinero, en la margen izquierda de la ría de Bilbao nacía una de las bandas más rabiosas, duras, y auténticas del movimiento punk, que pateaban el culo a los grupos contemporáneos vascos y los dejaba a la altura del betún. Tan solo sus amigos R.I.P. podían competir con ellos en igualdad de condiciones. Mientras, bandas internacionales como los Pistols no tenían reparos en manifestar que estaban en esto por la pasta, Eskorbuto tenían que rapiñar lo que podían en conciertos mal organizados, mal pagados, mal publicitados, y eso cuando se celebraban, porque los vetos de los ayuntamientos y comisiones de fiestas eran constantes. Y mientras la mejor banda punk del planeta tierra (y otras galaxias) sobrevivía como podía a éstos desaguisados, los grupos internacionales con los Pistols a la cabeza se llevaban el dinero, la fama, y sobre todo el reconocimiento de la historia del rock.

Antitodo. La filosofía de tres personas resumidas en una palabra. Todo empezó cuando Iosu, un chaval obsesionado con The Who comenzó a tocar la guitarra intentando emular a su ídolo. Como suele pasar en éstos casos, casi como si de un imán se tratase, entabló amistad con Juanma ( o Jualma, como todo el mundo le llamaba) un personaje alto, desgarbado, con una gran melena rizada, y con el que curiosamente no tenía muchos gustos en común, y que más por obligación que por otra cosa, tuvo que apañárselas con el bajo. Tras las idas y venidas típicas de personal, consiguen reclutar a un extraño tipo, raro y loco como una cabra llamado Paco, que tocaba la batería. Y el resto, como se suele decir, es historia.

Como toda banda de la época, sacaron varios singles, discos compartidos, participaciones en recopilaciones, todo era bueno para darse a conocer. Grabaron una maqueta que llevaron a Madrid con el objetivo de moverla por allí. El germen de su odio hacia todo lo establecido fue precisamente lo que les ocurrió en ese viaje. La maqueta constaba de canciones con títulos como “ETA”, “Maldito País”, “Escupe a la Bandera”….(imaginad eso en Madrid). Y lo que tenía que ocurrir ocurrió. Fueron detenidos con todo eso encima, y cuando la policía escuchó aquello les aplicaron la Ley Antiterrorista. Tenían derecho a una llamada, y se pusieron en contacto con un amigo que intentó explicar su situación en los círculos abertzales, siendo despedidos con cajas destempladas. Los mismos abertzales que eligieron como lema en fiestas de Bilbao la canción de Eskorbuto “Mucha Policía, Poca Diversión”. Iosu, Jualma, y Paco no olvidan, nunca olvidaron el desplante, y una vez puestos en libertad, desatan todo su odio en la canción “A la Mierda el País Vasco”, y con ello cavaron su tumba en Euskadi. A partir de entonces les vetaron en festivales, en actuaciones de ayuntamientos, les vetaron sus propios amigos de los demás grupos vascos…. Si a todo ello le sumamos la fama de macarras y manguis que llevaban tras ellos, y su cada vez más creciente adicción a la heroína (sólo Paco pasaba de ese rollo), pues apaga y vámonos. Eran mal vistos en cualquier concierto, incluso hasta el punto de que grupos como La Polla Records pusieron a organizadores entre la espada y la pared al exigir que o contaban con ellos, o contaban con Eskorbuto, pero nunca con los dos. Por cierto, “A La Mierda el País Vasco”, la canción de la polémica, tampoco era para tanto. Nada que Leño no hubiera dicho antes en su “Este Madrid”, por poner un ejemplo. El caso es que les vetaron en Euskadi, era muy raro verles tocar por aquí, y cada vez salían más al resto de España. A ello le sumamos su negativa a alinearse en el llamado “Rock Radikal Vasco”, etiqueta utilizada (que no inventada) por el sello Soñua, sello que manejaba y decidía a su antojo quien tocaba y grababa, y quien no. A Eskorbuto, Soñua le ofreció la fama y el dinero, pero ellos les contestaron, tanto en persona como en varias entrevistas, que el Rock no tiene patria, ni siquiera la vasca. Se preocuparon por el futuro de las decenas de bandas que no iban a poder participar en esa movida por no haber sido elegidas por Soñua, y que por lo tanto tenían los días contados. Y por lo tanto mandaron a Soñua a tomar por culo. Perdieron su oportunidad, pero cumplieron con su conciencia. Con un par.

En 1985 grabaron Antitodo, su obra cumbre. Como eran un desastre, se olvidaban los masters de las grabaciones por ahí, algunos aparecieron en emisoras de radio (¿?), o vendían el mismo master a dos compañías a la vez, llegando a venderse el mismo disco con dos portadas diferentes. Como no podía ser de otra manera, el master de Antitodo se perdió, la edición en CD se hizo a partir de un vinilo!!!. Pincharon el vinilo y voilá, con ese sonido grabaron el CD. Pero hace poco han aparecido un montón de cintas con los masters originales de varios discos y maquetas, entre ellos el Antitodo, y ha sido reeditado y remasterizado. Nunca una banda ha cantado con tanto acierto a sus vivencias del día a día. Canciones como “Ha Llegado el Momento”, o “Historia Triste” y su macabra temática sobre la muerte, algo muy presente en su discografía. “Cerebros Destruidos”, la mejor canción de Eskorbuto según Iosu, y su letra desesperada. Ya entonces la heroína estaba haciendo mella y habían pasado varios ingresos hospitalarios. La rabia aún latente en temas como “Cuidado”, “Es Un Crimen”, “Antitodo”, o “Haciendo Bobadas” ésta última dedicada a HB. Pero si queréis replantearos el verdadero significado de palabras como odio, mala hostia, rabia… escuchad a buen volumen “Tamara”, una macabra historia narrada por Jualma que trata sobre una anciana que le hacía la vida imposible de niño. Resulta curioso cómo de una historia tan simple, salió una canción tan cruda y salvaje. Odio en estado puro.

Desde la edición de Antitodo ya no levantaron cabeza. Siguieron grabando varios discos más, con el mismo odio y mala leche, pero ya era un odio más controlado, más macabro, más deprimente. Su situación personal así lo exigía. Los conciertos eran menos enérgicos, el castigo de la heroína era ya letal: sufrían desmayos, tras las actuaciones tenían que llevarles directamente al hotel, pasaban largas temporadas en el hospital, prácticamente no iban a ensayar, estaban enterrados vivos por el caballo. Hasta que el último día de mayo de 1992 Iosu muere en el hospital de Cruces, en Barakaldo. En todos esos años, tan solo dieron unos cien conciertos, fueron muy pocas las personas que tuvieron el honor de verles en directo. Ya que no les contrataban, llegaron a intentar ellos mismos el alquiler de las salas y la organización de los conciertos, pero los dueños les negaban los sitios para tocar, supongo que su fama les precedía. Como hecho lamentable y curioso al mismo tiempo, había una sala en Santurce llamada “Munich 72” con capacidad para unas 600 personas. Iosu intentó organizar allí un concierto, siendo despedido con cajas destempladas por el dueño del local. Poco después de su muerte, se celebró allí mismo su concierto-homenaje. Lo que le negaron en vida se lo concedieron a título póstumo. Lamentable. Tan solo seis meses más tarde fallece Jualma víctima de la misma batalla perdida de antemano. Fin de la historia. Historia triste, como decía uno de sus himnos.



viernes, 21 de enero de 2011

Hanoi Rocks "Buried Alive" Enterrando el maquillaje


Se nos ha vendido tantas veces esa farsa idiota de lo imperecedero, de la durabilidad, del absurdo de lo eterno, que evitamos, a toda costa, mirar a la cara lo efímero, lo breve, la verdad que hay en la mortalidad.
Todo se termina. Nos guste o no. Lo bueno, lo malo, lo mediocre y aquello que no deja huella. Y deberíamos, creo yo, aceptar ese tránsito a la nada, al olvido o al desván de la memoria para, si se tercia, revisitar, pasados los años, ese momento que nos significó un atisbo de la magia o la emoción que nos domina cuando algo nos coge los huevos del sentimiento, nos los aprieta y esa lágrima que huye de nosotros, deja una huella profunda y la promesa de que nunca, nunca olvidaremos ese momento.
Momentos, emocionales y emocionantes como el grupo que nos ocupa ha provocado en mí desde el primer momento que la aguja del tocadiscos surcó el primer tema de esta magnifica banda finlandesa ya desaparecida.
Hanoi Rocks se han marchado como nacieron: con una estrambótica mezcla de furia, talento, marginación autoimpuesta y desprecio por un sistema, que necesitaba y que nunca, o casi nunca, hizo nada por ellos. Y se han marchado con un Buuuuuuum de calidad sublime titulado “Buried Alive”. Un magnifico DVD grabado en su Helsinki natal en el club Tavastia en aquel Abril del 2009 donde, en seis mágicas noches, la glamorosa banda finlandesa firmó su testamento musical. Y a fe mía que tal memoria de canciones, de riffs, de letras atormentadas, de locura y absorbente y apasionada lascivia por el Rock n Roll queda plasmado en este DVD con tal intensidad y poder que parece que tú estés ahí, entre el público, sudando, saltando, gritando y viviendo esa magia llamada Rock n Roll.
He tenido la fortuna de ver a la banda y a su frontman en su trayecto en solitario en alguna que otra ocasión y os puedo asegurar que el concierto grabado en el Tavastia resume todo aquello que los Hanoi son en el escenario. Energía y demencia, el típico tópico y puto arquetipo de sexo, drogas y Rock n Roll en estado puro. Ese cambalache que aúna el demente estado de star de los Rolling cuando eran una banda de Rock y Blues, el esquizofrénico devaneo musical de Marc Bolan, la rabia anfetamínica de Iggy Pop And The Stooges, el contundente muro sónico de los MC5 y el venéreo apasionamiento de las putas de segunda que fueron los New York Dolls. Hanoi eran eso y mucho, mucho más. Poseían un carácter propio y definido que se dejaba ver, aunque más bien, salía a chorretones con el sudor.
Este DVD contiene, además, un mini documental donde uno se pasea con la banda en la última semana de la banda y, de alguna manera, es aquí donde el grupo te dice adiós con cariño con ironía y con un beso en los labios que te dejará un calor y un leve rastro de sudor y un algo a sexo a alcohol y a noches salvajes que tardará un tiempo, afortunadamente, en irse.
Los chavales de la calle once se han largado del barrio. Las noches se han hecho un poco más largas, y más solas y más tristes. Pero ese estado dura el tiempo en que el brazo del tocadiscos baja al vinilo, el mío es de color blanco, como la nieve, y la aguja rasca el “Malibu Beach Nightmare” .


lunes, 17 de enero de 2011

DIO: At Donnington UK – Live 1983 & 1987


Desde la muerte del gran Ronnie James Dio los homenajes, muestras de cariño y afecto, dedicatorias… han sido numerosas. Numerosas y multitudinarias. Incluso quienes se reían de su figura en los ochenta, han sucumbido a la evidencia, y han participado en los homenajes proyectados.

Dentro de ésta serie de homenajes, cobra especial importancia las acciones que está emprendiendo su viuda y manager Wendy Dio, que ha fundado un sello discográfico, Niji Enternainment Group, para mantener su legado y editar material del cantante, manteniendo de ésta forma el control total sobre el trabajo de su esposo. Su primer lanzamiento oficial es éste Dio At Donnington UK: Live 1983 & 1987, que como su nombre indica, recoge las dos actuaciones que hizo en el legendario festival metalero.
En el primer disco se encuentra la actuación de 1983, en la gira que presentaba su debut discográfico en solitario, el legendario Holy Diver, y la primera actuación de la banda en UK. Además de temas de éste primer disco, completan la actuación varias canciones de Black Sabbath (Children Of The Sea, Heaven And Hell) y de Rainbow (Man Of The Silver Mountain, Stargazer, Starstruck), algunos de ellos tan solo un breve apunte en formato medley que tanto gustaba a Ronnie, aunque quizás sea, como leí por ahí, que el tiempo para su actuación era limitado y tenía que salir a matar, a convencer al público inglés con su nueva propuesta, y por ello el intentar meter cuantas más canciones, o esbozos de ellas, quepan en la actuación. Mención especial para una apoteósica e intensa Heaven And Hell en la que la banda lo borda.

En la segunda actuación, la gira era de presentación de Dream Evil, un trabajo irregular y que fue el comienzo del declive de Dio como banda, pero que a mí particularmente me gusta bastante. Especialmente bien suenan la propia Dream Evil y la buenísima Naked In The Rain, dos canciones de éste último disco que no hubieran desentonado en los buenos tiempos. Vuelven a sonar las clásicas de Sabbath y Rainbow que no deben faltar, aunque en este caso, al tener ya más repertorio propio son sólo cuatro temas los elegidos de ambas bandas, la mayoría en formato medley, teniendo más peso específico su carrera en solitario, y renovando el repertorio con canciones propias. Si en la actuación de 1983 era Heaven And Hell la destacada, aquí la apoteosis llega con Naked In The Rain. Insisto en éste tema porque es una de las mejores canciones de Dio, y una de las más desconocidas.

Este es el disco en directo que nunca tuvo Dio, si bien en aquella época sacó al mercado Intermission, una especie de EP en directo con la aportación de una canción de estudio, y bastante más tarde, ya casi en el nuevo siglo, Inferno, Last In Live, con unas interpretaciones un poco extrañas (el guitarrista que llevaba en la época estaba muy influenciado por la música “industrial” y todo sonaba demasiado estruendoso y deslabazado) o Holy Diver-Live de 2006, que es eso, el Holy Diver en directo con el añadido de unas cuantas canciones más. Pero de los buenos y viejos tiempos no hay nada como éste disco para comprobar como se las gastaba el maestro y su banda en aquella época, con la voz de Ronnie destacando sobre todo lo demás. Imprescindible para todo aquel a quien le guste la música del pequeño elfo.

Estaremos atentos a lo que Wendy Dio nos tenga preparado a continuación. De momento hay proyectado editar bajo su sello un libro fotográfico dedicado al cantante, para sufragar la fundación “Stand Up And Shout” contra el cáncer. Mientras tanto nos sumergiremos en su maravilloso mundo de dragones y castillos, princesas y elfos, magos y caballeros, disfrutando de todo ello bajo un gran arco iris en la oscuridad. Long Live Rock & Roll.

viernes, 14 de enero de 2011

The Dozen Dimes "Punk-Doo Wop, Cadillacs y Dinosaurios"


No hay descanso para la búsqueda de maravillas musicales. Si alguien podía suponer que estos días son de descanso, apatía y mansedumbre, se equivoca.
Arrancamos fuerte con discos que por falta de espacio no pudieron ser incluidos en el año que se nos ha ido. Una de estas maravillas es el proyecto en solitario del cantante del grupo de PowerPop The Pink Spiders, Matt Friction.
Ubicado, tanto Friction como los Pink Spiders en la muy poco powerpopera ciudad de Nashville, el proyecto del frontman de los Spiders, se aleja unos grados de su estilo habitual para combinar ese sonido Pop garajero que manejan los Pink Spiders y vestir sus canciones con vaqueros y cazadoras de cuero, gomina en el pelo y americanas de corte cincuentero. Matt Friction se zambulle en estilos Doo Wop y sonidos que gente como Dion And The Belmonts, Rockpile, Rocky Sharpe And The Replays o los Bay City Rollers hicieron populares en décadas pasadas. Friction se une a engendros de Nashville con la cabeza tan trastornada por esa música alegre, desenfadada y exenta de prejuicios, que tanto gusta al cantante de los Spiders y hete aquí que Brandon Jazz, Nathan Hansen y Austin Edwards se marcan once pastelillos sonoros que levantan el tupé a un caído en Bahía De Cochinos. Temas que están sabiamente producidos por un individuo igual de perturbado que los anteriormente mencionados, el señor Tex Rambunctious que sabe combinar lo mejor del sonido más típico de los cincuenta con matices Power Pop e incluso Hardcore- Pop. Porque, ¿Qué calificativo le ponemos a la fantástica “All I Wanna Do Is Roll” o “Dirty Shenanigans”?, ¿Punk Doo Wop? ¿Hardcorebilly? Etiquetas absurdas aparte, The Dozen Dimes se recrean con canciones sin más intención que la de coger tu corazón y sacarlo a bailar en una noche de inocencia perdida y miradas a un mundo que sólo existió en las películas yankees de los cincuenta y primeros sesenta.
“Mean Little Girl”, “Hey Paulina”, “Forgive Me” …y así hasta que tu cuerpo sude alegría a chorros y la satisfacción se dibuje en cada pliegue de tus carnes.
Búscate una coreografía molona para hacer coros gamberros y deja que el sol caiga por las montañas para que la luna ilumine tu Cadillac mientras tú tarareas indolente un Shuu-Woop, Shuu-Woop.
Por cierto, ¿Dónde habré dejado mi gomina?

The Dozen Dimes - All I Wanna Do Is Roll

The Dozen Dimes - Dirty Shenanigans

The Dozen Dimes - Mean Little Girl

miércoles, 12 de enero de 2011

Moneybrother "La conexión Jersey - Londres"


Si miro en retrospectiva, curiosamente me ha dado por hablar en un breve periodo de tiempo de dos lugares de manera insistente. A uno de ellos se le puede localizar geográficamente en cualquier mapa. Al otro, si uno lo desea, existen cartografías de su sitio en el mapa de la humanidad, si te tomas tu tiempo y sabes mirar.
Al final, la conclusión lógica es hablar de la fusión de ambas, llamémosle, obsesiones pasajeras.
Escandinavia y la evolución son esos lugares a los cuales he prestado atención prioritaria últimamente. Y con Anders Wendin llego a ese lugar donde se conectan ambos conceptos.
El músico sueco formó parte en sus inicios de la banda de Punk- Rock, Monster. Banda que bebía, sobre todo, del sonido Clash. Y es que si escuchas cantar a Wendin, hay momentos en que la similitud vocal con Joe Strummer es asombrosa.
Pero para el cantante seguir sólo un camino cuando la música tiene tantisimos senderos y caminos que se bifurcan y vuelven a juntarse, era algo absurdo. Así, en 2003 desarrolla su proyecto en solitario. Al cual engloba bajo el nombre de Moneybrother. En él el músico sueco continua manteniendo su amor por los Clash, al par que se lanza en pos de sonidos que coquetean con el Soul y el Rock and Roll de raíces eminentemente norteamericanas.
“Blood Panic” del 2004 y “To Die Alone” del 2005 poseen ya canciones de altura como “Reconsider Me” o “It´s Been Hurting All The Way With You” del primero, la magnifica “They´re Building Walls Around Us” con ese toque Soul Filadelfia, “My Lil´ Girl Straight´s From Heaven” con una melodía que parece robada a los míticos Thin Lizzy, o la balada Soul de “I´m Not Ready For It Jo”, extraídos de su segundo álbum.
En 2006, Anders Wendin saca al mercado un disco cantado casi íntegramente en sueco titulado “Pengabrorsan” y si, hay buenas canciones como “Dom Vet Ingenting Om Oss”, “Falling In Love (Christmas Time)” o una versión en sueco de la magnifica “Dowtown train” de Tom Waits, aquella que casi se carga Rod Stewart hace años en una pastelosa interpretación y que Moneybrother, afortunadamente, trata con cariño.
En 2007 Moneybrother saca al mercado “Mount Pleasure” toda una declaración de amor a la música de, sobre todo, Bruce Springsteen y el Rock and Roll americano. “It This Not Happen Here”, “Just Another Summer”o “Will There Be Music” atestiguan una madurez artística y un cariño por las grandes canciones a partes iguales. Moneybrother se embarcan en gira por los U.S.A. donde son aclamados como un soplo de aire fresco en el negocio musical. La mezcla heterodoxa de Soul, Americana, Reggae y Rock and Roll funciona a las mil maravillas
El último disco parido por el artista de Suecia salió en 2009 bajo el titulo de “Real Control” y en él la orientación Soul es algo mayor que en otros discos y, si bien para mi gusto, ha bajado algo en calidad compositiva, posee muy buenas canciones como “Born Under A Bad Sign”, “6 Am” o “(Never Ever) I´ve Been Kissed”.
La conclusión que uno saca de sonidos como los de Moneybrother y por extensión de los países nórdicos, es que el talento y la falta de complejos a la hora de crear no es exclusivo de ningún país, ni estilo de vida, ni forma de ver ésta. Y seria un lujo para éste que suscribe que aquí donde vivo se empezara a aplicar sin complejos. ¿Cuántas maravillas nos aguardan si esto que digo va desarrollándose poco a poco?

Moneybrother - Just Another Summer

Moneybrother - My Lil' Girl's Straight From Heaven


lunes, 10 de enero de 2011

Soungarden "Badmotorfinger"


Etiquetas. Desde el principio de la escritura el ser humano ha estado etiquetándolo todo. Unas veces para comprender el significado de un conjunto de cosas que comparten algo en común, otras veces simplemente para saber de qué estamos hablando. Musicalmente el etiquetado de diversos estilos ha llegado a un punto desesperante. No hablo de los estilos musicales, en mi opinión hay que diferenciar una cosa de la otra. Una cosa es un estilo musical, y otra muy distinta una etiqueta. Para mí, un estilo musical es el Blues, o el Heavy Metal, o el Jazz, o el Rock & Roll o el Punk. Ahora bien, cuando me hablan de Psycho-Billy, o de Nu-Metal, o de Symphonic-Jazz-Soul-Punk, o de Emo-Rock, pues la verdad, no sé que carajo me están contando.

Todo esto viene a cuento por una etiqueta que surgió a principios de los 90 en la ciudad de Seattle: el Grunge. Bajo ésta denominación se englobó a una serie de bandas que en mi opinión nada tenían que ver entre sí, sólo que eran de Seattle, y que una gran mayoría de ellos se pinchaban en el brazo. Eso era el único nexo común. Porque ya me diréis que tiene que ver musicalmente Alice In Chains con, por ejemplo, Nirvana. O en que se parece Soundgarden a Pearl Jam. Las influencias en cada uno de esos grupos era tan diversa, su música tan distinta, que meterlos a todos en el mismo saco es, en mi opinión, una chorrada. Una etiqueta. Para mí el Grunge es la etiqueta por antonomasia.


Y dentro de esa escena (otra palabra chorrona, “escena”), se editó el disco que nos ocupa. Un clásico del Rock (eso sí que no es una etiqueta), que habiendo pasado ya unos cuantos años, suena tan fresco y tan agresivo como el día en que se grabó. Uno de los pilares de esa música que salió de Seattle. Posiblemente sea el disco más desgarrador y pesado que se haya grabado en aquella época. La guitarra de Kim Thayil es la protagonista en un principio, pero conforme va avanzando la grabación te vas dando cuenta de que el bajo, en el que no habías caído antes, se va convirtiendo en el dueño absoluto del disco. Si a todo eso le añadimos la mala leche y rabia que escupe Chris Cornell, ya tenemos el puzzle completo. Las composiciones pecan a veces de bajar por momentos la marcha rítmica, quizás por eso suena tan pesado.

Las canciones navegan entre el ritmo machacón a lo Black Sabbath, “Outshined”, “Holy Water”, “Room Of A Thousand Years Wide”, la brutalidad sonora y rítmica de temas como “Face Pollution”, o “Drawing Flies” y un saxo loco que suena por ahí en medio, las Zeppelinianas “Somewhere”, o “Mind Riot”, y las inclasificables “New Damage”, “Rusty Cage”, o “Jesus Christ Pose”, ésta última la mejor sin duda, un tema tan loco, enfermizo, con un ritmo endiablado, unas letras tan ofensivas religiosamente que el vídeo clip fue censurado en la MTV en su momento. Un disco básico de los 90, imprescindible para ese movimiento musical de Seattle cuya etiqueta no voy a nombrar y que todos tenéis en mente.


Curiosidades: El disco tiene tanta calidad, que fue nominado a los Grammy en 1991 como “mejor representación de metal”, y fue catalogado por la revista Guitar Player en el puesto 45 de la lista de los “100 mejores álbumes de rock de todos los tiempos”. La canción “Rusty Cage” fue versioneada por Johnny Cash en su disco “Unchained”. Una vez desecha la banda, Chris Cornell puso voz a ese supergrupo llamado Audioslave, que a pesar de tener mucha calidad, no llegaron a ninguna parte. Después inició una carrera en solitario patética, intentando parecer una especie de Enrique Iglesias y similares que daba vergüenza ajena. Lamentable. Ahora parece ser que Soundgarden se van a reunir de nuevo. Esperemos que estén a la altura.

viernes, 7 de enero de 2011

Billy Crain "...Y esto, amigos y amigas se llama evolución"


Existe un tipo de persona al que, inevitablemente, odias, carcomido por una envidia nada sana, ya que tiene todo aquello que tú, pobre mortal, nunca llegaras a poseer. Para mí, Billy Crain es uno de esos tipos odiados que tienen eso que tú tanto anhelas.
Crain lleva tocando la guitarra desde que tiene uso de razón y ha estado girando por locales, garitos y estadios por más de treinta años. Con quince años tocaba con su hermano, Tommy Crain, músico que formó parte de la Charlie Daniels Band. En 1976 el chaval está tocando con Bobby Withlock, de Derek And The Dominoes. Pero es en 1977 cuando Crain recibe una llamada de Henry Paul de los Outlaws, pidiéndole que se una a su banda de Southern Rock, The Henry Paul Band con la cual graba cuatro discos tras los cuales se aleja del grupo iniciando una carrera de compositor tanto para sus propias obras como para autores de renombre como la banda Poco, grupo que obtuvo un clamoroso éxito con una canción de Crain titulada “Call It Love”.
En los años noventa y la primera mitad de la primera década del XXI, Billy Crain sigue componiendo para gente de lo más sui generis, desde los Dixie Chicks, hasta un sonido más AOR para la artista canadiense Sue Medley.
El hombre es, evidentemente, versátil pero su amor por los sonidos Southern se constata en 2008 cuando vuelve a juntarse con su antiguo mentor Henry Paul al cual se une para formar parte de la actual formación de los Outlaws.
El tío no sólo compone y gira con una de las bandas más míticas del Rock N Roll de todos los tiempos, tambien produce y se permite el lujo de tener el tiempo suficiente como para tocar todos los instrumentos del disco y componer las diez canciones, soberbias, que forman parte de este Skeletons In The Closet.
Desde su inicial “Rise Up” al cañonazo que supone la segunda canción “Muddy Waters” o la que da titulo al disco, “Skeletons In The Closet” donde el músico da muestra de todo su talento compositivo.
El efecto Outlaws se adivina en cada punteo que Crain ejecuta y es en sus solos donde se ve el camino recorrido por el compositor, apreciables en “Cracks”o en “Running With The Rebels”. Sin embargo, a uno le maravilla la capacidad de adaptación que Billy Crain tiene para reinventarse musicalmente y es en este disco donde las guitarras acústicas y el sonido Americana se da la mano con el Southern y algunos toques de AOR que provocan una dúctil amalgama de sonidos que presagian un gran comienzo para este año recién nacido.
Por ahora, la cosa va bien.

Billy Crain - Muddy Watters

Billy Crain - Rise Up

Billy Crain - Skeletons In The Closet

miércoles, 5 de enero de 2011

Radio Days ¡Forza Power Pop!


Italia tiene más contras que motivos a favor para lanzar un ¡Que viva Italia!. Los ejemplos son bien conocidos y muy representativos de lo que digo: Berlusconi, el fascismo de Mussolini, los chanchullos de tráfico de armas y blanqueo de dinero de banco ambrosiano, Berlusconi, el italiano pastoso que atosiga a toda chica que se mueva, las mamachicho, las pelis “eróticas” de los setenta protagonizadas por un soplapollas italiano con cara de desnutrido mental, del cual, afortunadamente, no recuerdo el nombre, Berlusconi, la camorra napolitana y más y más. Todo esto hace que, desgraciadamente, olvidemos que es tambien el país de Visconti, de Passolini, de Lampedusa, de Verdi, de Buffalino, de Fellini, de Celentano, de Carosone, de Benni, de Mastroniani y de los Radio Days.
El caso es que esta banda de Milán no es heredera de la música italiana más o menos conocida como Renato Carosone, Adriano Celentano. Franco Battiato o, incluso, los New Trolls. Porque el cuarteto milanés tiene una deidad propia que seguir y es norteamericana y se llama Paul Collins.
Este nuevo disco titulado Ces´t La Vie es todo un tratado de cómo hacer un gran, gran álbum de Power Pop y Rock de reminiscencias de finales de los setenta y los dos primeros años de los malditos ochenta. Grandes coros, guitarras poderosas que en nada deben envidiar a los grupos de Rock N Roll, temas que se enredan en tus orejas con el apasionamiento del primer amor. Canciones que te hacen sentir un poquito mejor al acompañarte en tu devenir diario como “So Far So Close”, “Enemies For Friends” o “Elizabeth”.
El cariño que la banda profesa por la música de Paul Collins se adivina en cada estrofa, en cada estribillo en cada canción. Un apasionamiento que se contagia a cada escucha y que te hace estar mejor en este mundo serio, rancio e ignorante. Todo eso que ralentiza tu vida se desdibuja con la escucha de cada uno de los diez temas que componen este trallazo de Power Pop parido por estos italianos atípicos que me han hecho vibrar y sonreír en los estertores de ese nefasto y ya pasado, si exceptuamos la música, 2010.
Sólo con escuchar el último tema del disco:”Dirty Tricks” ya merece la pena pararse unos minutos para oír a la banda. Unos italianos locos que han parido un disco soberbio. Grandes en su creatividad como grande es el talento de muchos italianos.
A pesar de Berlusconi.

Radio Days - Dirty Tricks

Radio Days - Elizabeth


domingo, 2 de enero de 2011

Los 25 de Necesito un rock and roll


Que este año que se nos ha ido ha sido un cúmulo de miserias y eventos funestos es algo que nadie puede negar. Sin embargo, si descontamos toda la política prostituta, la sociedad retorcida y egoísta y todas esas guerras interminables o en ciernes, y toda la bazofia que banqueros, señores de la guerra y gente enferma del corazón y el alma, este año 2010 ha sido magnifico…al menos en lo musical. Pasados años y años de amar a esa dama vestida de siete notas, no recuerdo una añada tan soberbia y fructífera en la música como la del 2010. O, tal vez, simplemente es que el paso del tiempo me hace enterrar otros momentos igual de brillantes y se circunscribe a lo más reciente.
No obstante, dejando aparte toda esta retórica, y sin más prolegómenos, he aquí los 25 mejores del año para Necesitounrockandroll. Esto no implica que sean sólo estos los más sobresalientes de estos doce meses, muchos buenos se quedan fuera, simplemente, hay que poner una cifra tope. Así que, sin más, ahí van 25 discazos.

1: NICK CURRAN & THE LOWLIFES
REFORM SCHOOL GIRL
2: MATT HILL
ON THE FLOOR
3: WILLIE NILE
THE INNOCENTS ONES
4: JONATHAN TYLER & THE
NORTHERN LIGHTS

PARDON ME
5:BRETT DETAR
BIRD IN TANGLE
6:IAN OLVERA & THE
SLEEPWALKERS

THE RECKLESS KIND
7:CHRIS ALTMAN
QUE PASÓ
8:TRUTH &SALVAGE CO.
TRUTH & SALVAGE CO.
9:HELLSINGLAND
UNDERGROUND

MADNESS & GRACE
10:ZACH WILLIAMS
STORY TIME
11:TOM PETTY & THE
HEARTBREAKERS

MOJO
12:THE JIM JONES REVUE
BURNING YOUR HOUSE DOWN
13: TOM JONES
PRAISE & BLAME
14: JD MCPHERSON
SIGNS AND SIGNIFIERS
15: CHRIS SHIFLETT & THE DEAD
PEASANTS

CHRIS SHIFLETT & THE DEAD PEASANTS

16:JASON & THE SCORCHERS
HALCYON TIMES
17: THE DIRTY GUV’NASH
YOUNG IS OUR BLOOD
18: THE BITERS
IT´S OK TO LIKE BITERS
19: DIRTY SWEET
AMERICAN SPIRITUAL
20:MIKE DUNN & THE KINGS
OF NEW ENGLAND

SUNDOWNER
21: LEROY POWELL &
THE MESSENGERS

ATLANTIS
22: JOHN NEMETH
NAME THE DAY
23: US RAILS
US RAILS
24: JACK SAVORETTI
HARDER THAN EASY
25: FRANK HANNON
GIPSY HIGHWAY