miércoles, 30 de enero de 2013

Django Desencadenado : La Luz Que Aportan Las Sombras



 El sol no calienta. El frio parece tan sólido como la roca, el árbol. El puto suelo que pisan. El “cling”, “cling“, ”cling” monótono, repetitivo, opresivo de los eslabones que unen los pies  de los esclavos, se te mete dentro como el frio asesino y el miedo a los blancos, a las armas, a los sonidos que se salen de tu respiración, el castañeteo de los dientes y el desbocado “tadum”, “tadum” de un corazón asustado desde que nacieron, se le mete a los esclavos en el alma.
Las costras que rodean la costra de sangre de la primera herida, que los grilletes que cada negro esclavo lleva a sus pies, a su alma, supuran una sangre tan roja y caliente como la de los blancos.
Kilómetros caminando mientras los esclavistas van a caballo, abrigados, con agua, con la seguridad de saber que va a pasar diez minutos, diez horas, diez días después.
Así, de esta dolorosa y contundente manera, da inicio Django Unchained,(The D, is dumb) la última obra cinematográfica del niño terrible del cine norteamericano, Quentin Tarantino.
Hay varias cuestiones al respecto de esta particular visión de las pelis del oeste con que Tarantino nos obsequia. Una, la menos importante, pero muy agradable para mí, es que el visionado de la película me ha congraciado de nuevo con las salas cinematográficas a las que, casi, había dejado de ir habida cuenta del bajo, bajísimo nivel cinematográfico de las últimas películas que, desgraciadamente, me he tenido que tragar, yo, que iba al cine de manera casi compulsiva.
Y otra cuestión,  la capacidad de Tarantino para reinventar géneros sin la necesidad de desvirtuarlos, sin inventarse absolutamente nada.Otorgándole a esos magníficos predecesores del cine del oeste todo su amor, toda su devoción. Y, al mismo tiempo, pariendo una obra dolorosamente sincera, amarga, espectacular, divertida y llena de guiños al Spaguetti Western.

El punto de vista del esclavo. De los esclavistas. De toda esa gente que miraba para otro lado o, directamente, obviaba ese otro mundo. El mundo del miedo. De la ausencia de sueños y futuro. Del castigo constante, de la infantilización, por no decir, la animalización del individuo, queda magnificamente reflejada en la obra.
Esa reducción de la persona, del ser humano, a carne intercambiable por otra carne. De humillar hasta la nausea a un hombre, a una mujer reduciendo su vida a trabajo, castigo y una condescendiente tolerancia a esas cosas de negros que, qué remedio, van a seguir haciendo.
El inicio de la obra de Tarantino marca distancias respecto de las revisitaciones de los Neo- Westerns que Hollywood nos ha ido ofreciendo en años pasados. El punto de vista del esclavo, esa inmóvil actitud frente a una recién adquirida libertad y la ausencia de iniciativa para tomarla ya que, demasiados años de inexistencia, colapsan a  cualquiera, te agarran el alma, te desvalijan el ánimo y te enfrentan a una verdad que nunca hemos sufrido pero que está dolorosamente cercana a nosotros.

Ambientada en los estados del Sur norteamericano dos años antes de estallar la Guerra Civil, Django Desencadenado, (La D, es muda) está protagonizada por el actor Jamie Foxx en el papel de Django, un esclavo cuyo brutal pasado con sus antiguos dueños le lleva a juntarse con un cazarrecompensas de origen alemán, el Dr. King Schultz, interpretado por un magnifico Christoph Waltz. Schultz  sigue la pista a unos asesinos, los hermanos Brittle, y Django es el único que podrá señalarlos y lograr así, llegar hasta ellos. El poco ortodoxo Schultz compra a Django con la promesa de dejarlo en libertad tras capturar a los Brittle “ muertos o vivos”. Tras la exitosa misión Schultz deja en libertad a Django pero ambos optan por no separarse y trabajar como pareja de cazarrecompensas.
 Así, la extraña pareja, afrontan la búsqueda y captura de los delincuentes más buscados del Sur. Según va puliendo sus capacidades como cazador, Django se centra en su única meta: hallar y rescatar a Broomhilda (Kerry Washington), la esposa que le arrebató el tráfico de esclavos muchos años atrás. La búsqueda de Django y Schultz los guiará en última instancia a Calvin Candie, Leonardo Dicaprio, al cual, Tarantino dirige de manera histérica y acertada creando un personaje absurdo, ridículo, peligroso y terriblemente real.

“Django desencadenado”, (La D, es muda) es un western desmesurado, como desmesurado es todo lo que hace Tarantino. Sus diálogos, son un compendio de palabras cargadas de vitriolo a las que se unen, como una costra sangrienta, una filosofía y una perspectiva vital, únicas. Los diálogos son  deslumbrantes, piden a voces su publicación en formato editorial; la música, salvo deshonrosas excepciones,(esos putos Rap no encajan ni con toda la buena voluntad del mundo), es majestuosa y la coreografía de la violencia manejada por Tarantino, pese a ser, en ocasiones excesiva, es  del más alto nivel.

Los actores, soberbios. Los anacronismos ( ayyy, esas gafas de sol,), encajan, sin embargo, en la narración y el ritmo, aún para una película que se acerca a las tres horas de duración, 165 minutos, no decae un solo momento.

Pero, sobre todo, importa esto. La película te duele. Te duele la humillación, las violaciones, los terribles castigos físicos, los insoportables castigos emocionales. La reducción de hombres y mujeres a niños, (niños tontos, además), perpetuos. Hombres y mujeres, de los cuales, algunos podrían, de haberse desarrollado de manera normal, haber cambiado, incluso esta civilización.
¿Sabes acaso quiénes son Garrett Augustus Morgan, Richard Spikes, Alexander Mills, Elijah Maccoy, Raphael E. Armattoe, Lewis Latimer, Patricia Bath, Philip Emeagwali, Percy L. Julian, Cheick Modibo Diarra ? Todos científicos, inventores, doctores, matemáticos…¿Cuántas personas así se perdieron por el látigo, por la horca, por los golpes hasta la muerte, por no dejarles desarrollarse de manera libre y respetuosa?  Decía Aimé Césaire: “Mi negritud no es una piedra. Su sordera se precipita contra el clamor del día. Mi negritud no es una nube de agua muerta sobre el ojo muerto de la tierra…Se sumerge en la carne roja del suelo. Se sumerge en la carne ardiente del cielo. ¡Eia por aquellos que nunca han inventado nada!…”

Ver la película de Tarantino te hace pensar, reflexionas sobre la maldad y la estupidez de la humanidad, soberbiamente representada en la maravillosa escena de un incipiente Ku, Klux Klan, tan penoso y ridículo que obliga a reírte hasta casi mearte. Porque necesitas reírte, ¡¡Ostia!! Porque todo lo demás es tan crudo y cercano, tan lleno de verdad y, a la vez tan ajeno a nosotros que, si Tarantino no hubiera introducido la risa, el humor, la ironía, no podrías levantarte de la butaca del cine sin odiar, sin desear pegar, hasta que te duelan las manos y los pies, a todos esos hijoputas que fueron, y son capaces de actuar y vivir de modo semejante. Y  a todos esos sepulcros blanqueados que justifican y alaban y no ven con mala ostia a los hijoputas.

Gran película. Para volver a verla y quedarse con los detalles, recrearse en imágenes preciosas y paisajes naturales bellísimos que hacen más terrible la puta dicotomía con ese horror constante, esa laceración del alma que te acompaña después de salir de la sala, cuando se encienden las luces y tu alma se ha apagado un poco.


lunes, 28 de enero de 2013

Guns & Roses: Live At The Ritz 88

Muchos acontecimientos musicales, momentos memorables de la historia del Rock, nos llevan a tal estado de excitación que se nos quedan en la retina, que son inseparables a la leyenda, que regresan a nuestra mente una y otra vez cada vez que una simple conversación de bar entre amigos o el azar en forma de sintonía radiofónica nos lo recuerda.  Dicho momento puede ser una simple canción, un disco concreto, una fotografía, o un concierto memorable.  En esta última vertiente, el mito del directo, la historia del Rock está llena de momentos mágicos: Led Zeppelin en Knewborth o Earls Court, The Who en Leeds, The Beatles en el Hollywood Bowl, en la azotea de Apple Records, o en su famosa gira española (yo vine a este mundo mientras ellos estaban tocando en Barcelona, el mismo día), los Stones en Hyde Park o en el Vicente Calderón un 7 de julio bajo un tremendo aguacero, Pink Floyd y sus fechas en la gira de “The Wall” o “Dark Side Of The Moon”, Kiss y su espectacular gira del “Alive II”, Queen en Wembley, el multitudinario US Festival, Ramones en el CBGB, Donington, Woodstock, Sex Pistols y su última actuación en San Francisco, Bob Dylan y su famoso primer concierto electrificado…… y por supuesto la actuación de Guns & Roses en el Ritz neoyorkino.


Lo mas curioso de todos estos momentos tan especiales es que la cantidad de material fotográfico que de ellos ha quedado constancia, es de tal magnitud que incluso las fotografías de estos eventos son en sí mismos momentos mágicos.  No hay biografía ni libro que no contengan fotos de dicho momentos, momentos mágicos inmortalizados en un simple click.  Y este concierto de Guns & Roses no iba a ser menos: las fotos de Axl con su pañuelo azul-plateado en la cabeza, la chupa de piel de serpiente, esas gafas negras, y la camisa sin mangas.  Izzy con su chaleco y su look de gitano trashumante.  Duff forrado de cuero de arriba a abajo aporreando el bajo.  Y Slash y Steven disfrutando de lo que ocurría, a su pedo, como dos críos en una tienda de gominolas….. lo dicho, instantáneas que te puedes encontrar en calendarios, revistas, bares, o blogs de cualquier tipo, como en este caso.  Quizás, visualmente, el único show de la historia de los Gunners que puede competir con este que nos ocupa, sea el tristemente célebre de Donington 88 en el que murieron dos chavales durante su actuación.  Aquella tarde decidieron salir enfundados en cuero negro, mal presagio, y claro, los fotógrafos hicieron su agosto…... en agosto.


Lo que los cinco Gunners nos ofrecieron la noche del 2 de febrero de 1988 en el Ritz es un ejemplo del día a día (noche a noche sería lo mas apropiado) de una banda en su máximo momento de forma, cabreo, chulería, arrogancia, provocación y excitación, sabiéndose imbatibles en escena y simplemente esperando el momento de arrasar con todo y con todos en un mundillo musical en el que habían irrumpido a puñetazo limpio, una banda dándolo todo en su hábitat natural, cuando el hambre y las ganas de comerse el mundo era su máxima prioridad.  En esta actuación queda patente lo que cinco chavales malhumorados, malhablados, y cabreados, pueden conseguir si se tienen las ideas claras y la integridad intacta.  Nadie puede cantar con tan mala leche, nadie puede tocar la guitarra con esa energía, nadie es capaz de aporrear el bajo con esa contundencia y a la vez clase y estilo, y sobretodo nadie puede tocar esa batería saltarina y rítmica que ningún otro miembro posterior de Guns ha podido igualar.  Steven es como ese boxeador que baila con alegría sobre el ring dando puñetazos precisos, concisos y directos, en comparación a ese otro boxeador tosco y vulgar, fajador, pero a la vez pegador nato llamado Matt Sorum.  En mi opinión no hay color, y los Gunners empezaron su descenso a los infiernos en el preciso momento en el que obligaron a Steven a dejarlo. Manda cojones que unos yonkis echaran a otro yonki precisamente por eso, por ser yonki.  Incluso Slash reconoce en su libro lo surrealista de la situación, aunque bien es cierto que por entonces Steven no estaba en sus cabales, tanto física como mentalmente.  Aún en esta tesitura dieron bastante de sí en los años venideros, pero el posterior abandono de Izzy, consumido por la heroína y por el ego de Axl fue el final de la banda tal y como la conocíamos.

Y es que aquí no hay sitio para los pantalones de ciclista, para las modelos tocando la trompeta, para los pianos de cola, para Dizzy Reed.  Esto es otra cosa.  Esto va en serio.  La actuación del Ritz fue filmada para la MTV, y emitida por la cadena seguramente sin saber lo que se les venía encima.  La furia de Axl, los pitidos televisivos escondiendo aquellos arranques de ira en forma de “fuck you”, “motherfuckers” y demás, en especial en “It’s So Easy” (It’s so easy, so fuckin’ easy, it’s so easy, so fuckin’ easy!!!....).  “Nightrain” en la versión más salvaje que un servidor ha escuchado jamás.  “Welcome To The Jungle” y ese inicio que me sigue poniendo los pelos como escarpias.  “Knockin’ On Heaven’s Door” y la audiencia haciendo coros, la proclama de Axl antes de arrancar con “Out ta Get Me”.  La versión definitiva de “Sweet Chile o’ Mine”, y sobretodo el dúo final:  la caótica y salvaje “Paradise City”, con Axl lanzándose al público y Slash tirado por el suelo punteando como un salvaje, y esa oda al ritmo titulada “Rocket Queen”, con Duff echando humo de los dedos, y espantada de Axl incluída (curioso el momento de Slash encogiéndose de hombros buscando al impredecible cantante mientras sigue tocando).  Sin duda uno de los mejores conciertos de la historia del Rock, de cualquier estilo de la maravillosa música a la que llamamos Rock And Roll.  Si todavía no has visto esto, no tienes perdón de dios.  El “granulado” de la imagen típico de la televisión 80’s le da si cabe un aura aún más sucia a la actuación.  Y es así, tal cual, como ha salido al mercado.  Sin editar, la emisión televisiva con sus pitidos y todo, sucio crudo y directo.  Yo lo he comprado en unos conocidos grandes almacenes y por fin lo tengo con una caja y una portada en condiciones.  Por fin podré conceder la merecida jubilación a mi vieja y querida cinta VHS.  Haceros un favor y echadle una ojeada.  Ya me contaréis.


jueves, 24 de enero de 2013

The Lone Bellow : Las latitudes y las longitudes del Alma



Entendemos el mundo de una manera única y especial. Cada uno de nosotros, a su particular manera, es dueño de un mundo propio. Un planeta, un país, una ciudad, una vida, una muerte, un dolor, una dicha.

El modo en que las latitudes y las longitudes del alma sitúan a cada uno de nosotros en ese lugar especial, hace que enfoquemos nuestra vida entera, conforme esos lugares se despliegan ante nosotros.

Zach Williams mira al mundo con dolor. Una vida teñida de tragedia a la que, sin embargo, coge de la mano y no abandona, no huye de ella, no la oculta, ni reniega y, sobre todo, le da la vuelta para crear música maravillosa; emocionante, emocional, desde dentro, desde muy dentro. En esas fronteras del alma, donde muy pocos se atreven a adentrarse y donde, como no, los ángeles no se atreven a pisar.

Cuando la mujer de Zach tuvo un accidente montando a caballo cuyo resultado fue una parálisis, casi total. Los días se congelaron y el horizonte desapareció de la vista de la pareja.

Uno se hunde, se refugia en cualquier sustancia, se pierde dentro de sí mismo o descarga su rabia y frustración contra todo y contra todos.

Williams, sin embargo, empezó a escribir. Palabras que eran lágrimas, gritos, puñetazos a una pared. Todo ello plasmado en un diario. A menudo con ritmo y rima pero no con la intención de que fueran canciones. Y fue su amigo, el cantautor Caleb Clardy quien le empujó a ver las cosas de otro modo. Clardy miró lo que había escrito Zach Williams,  y casi zarandeándole el alma le dijo: "estas son canciones, hombre, tienes que aprender a tocar la guitarra y cantar al mismo tiempo."

Y así empezó todo. La banda se mudó desde  Brooklyn, lugar en donde vivía, pese a que Williams nació en Georgia, a Nueva York y sacó un discazo altamente recomendable “Story Time” en 2009. Su mujer fue mejorando y la vida de Williams había cambiado para siempre.

Las canciones de Williams hablan de  "Tragedia, esperanza, traición y redención”, en palabras del músico. Y yo añadiría que son palabras de amor y pasión, de vida exprimida al límite, de apurar cada segundo en esta existencia sea del modo que sea. Cansando al cuerpo, acariciando el alma, caer desde lo alto de un acantilado de espaldas a la vida, sabiendo que, hasta que ésta sea, tú, debes de ser.

Williams posee una pureza única. Sus canciones, parecen necesitar ser vomitadas desde el tuétano del alma a un mundo que permanece ajeno a todo mientras no le incumba directamente. La fuerza, la pasión con que el músico desarrolla canciones es algo que a mí, particularmente me envenena los sentidos.

Zach Williams, Kanene Pipkin y Brian Elmquist son intérpretes vivos naturales, apasionados que toca y cantan un folk-rock de  infecciosas texturas, de arrebatadas interpretaciones y con una total y absoluta vinculación y en estrecha armonía entre los tres miembros de la banda.

Las doce canciones de este primer álbum del Bramido Solitario, son maravillosos paseos por el sentimiento, la fuerza y una apasionada forma de ver la vida. “Green Eyes and a Heart of Gold”, la increíble, adictiva y maravillosa “Bleeding Out”, “The One You Should've Let Go” o “Two Sides Of Lonely” y “Looking for You” son maravillosos muestras de un corazón que arde con fuerza, con intensidad, con rabia.

Puede que la música te llegue más o menos, puede que en estos momentos, no estés para estos sonidos pero, si le prestas unos segundos de tu vida, escuchando, seguro que tu vida experimentará un pequeño cambio, aunque sea brevemente, y dentro de ti crecerá un fuego tan hermoso como un amanecer.


THE LONE BELLOW - "Two Sides of Lonely" [live] from SerialBox Presents on Vimeo.

THE LONE BELLOW - "Teach Me to Know" [live] from SerialBox Presents on Vimeo.





martes, 22 de enero de 2013

Christian MCneill & Sea Monsters: Apasionado



-Buenos días doctor.

-Buenos días, pase y siéntese…Bueno…Pues usted me dirá…

-Pues…Así, sin encorvarme...un metro ochenta seis.

-¡No hombre! Que me diga que  le sucede.

-¡Ah sí, perdone! Pues verá, es que creo que me he tragado un apasionamiento.

-¡¡¿Cómo?!!

-Si usted quiere, por mi no se corte. Pero lo mío fue cenando.

-A ver, a ver…Que no acabo de entenderle… ¿Me dice usted que se ha tragado un apasionamiento?

-Eso es dostor.

-Pero eso es imposible hombre.

-Ya quisiera yo que así fuera. Pero le juro por mis niños, si los tuviera que todo lo que le digo no sólo  es verdad, si no que además es cierto.

-Eeeehhh…en fin, cuénteme cómo pasó.

-Pues vera doltor. Anoche estaba viendo uno de esos programas culturales donde políticos, periodistas carroñeros y famosillos de medio pelo opinan de todo sin tener ni puta idea de nada y de repente escuché un sonido poderoso, arrebatador que provenía, se lo juro por mis ninjas, si los tuviera, que venía de mi interior.

-¿Un grito, no sería un ruido estomacal?

-Dortol…se distinguir perfectamente un sonido estomacal de un vozarrón poderoso y lleno de pasión.

-Ya. Pero comprenda. Esto es tan…Inusual.

-¿Qué me va a decir a mi? Y eso no es lo peor…También está la sección de viento.

-¡Oiga no sea marrano, que estudié la carrera en una universidad del Opus!

-¿Y qué pasa, que los del Opus no cagan o qué?

-Sólo avemarias y, si va mal de tránsito intestinal, algún tedeum.

-¡La virgen!

-Alabada sea por siempre.

-Eeeehhh…si…Pero de lo que yo estoy hablando es de que, con el apasionamiento,va también incluida una sección de metales magnifica que hace que los  Sea Monsters sean la ostia. Mire, los hermanos Scott y John Aruda tocan la trompeta y el saxo de una manera tan contundente que se te olvida respirar. Y en las guitarras están tíos del nivel de Lyle Brewer, Duke Levine,y Tim Gearan. El bajista Mike Miksis, el teclista Ben Zecker y el batería Tom Arey conforman una banda a la cual Christian McNeill  dirige de manera asombrosa.

-Ya.

-Pero es que está la voz.

-¿Sinatra?

-¡No hombre! Que McNeil canta de manera prodigiosa. Llena de alma de luz de energía. Y no está nada mal ¿Sabe? Pero es que lo tengo todo aquí dentro.

-Ya veo. ¿Y todo esto de donde cree usted que procede?

-Pues McNeill nació en Derry, al norte de Irlanda pero a los catorce años emigró a Boston, USA y se asentó en lo que es la comunidad musical de Cambridge/Somerville. Los demás miembros de la banda..Pues, de sitios dispares. Ya sabe usted que los anglosajones son  muy mórbidos.

-Será movidos.

-Algunos también. Pero mórbidos, mucho. Si no, mire Ted Nugent.

-¿Donde?

-¿¿Es un modo de hablar , coño!! Digo que constate el montón de mierda que tiene el tío en la cabeza…Y ya me dirá si eso es o no es mórbido.

-Ya, ya..pero, mire, nos desviamos del tema…¿Me decía que la banda…?

-Pues que es asombrosa. El sonido bascula inteligentemente entre un Rock poderoso, un Blues lleno de Swing y ese sonido cercano al Roots, al Americana.

La voz de McNeill semeja a veces al gran Will Hoge. Aunque…No creo que conozca a Will Hoge.

-¿Cómo que no? No sólo lo conozco si no que sé que es un gran cantante y mejor persona y, además, sé que es el padrino musical de ese maravilloso y estratosférico Blog llamado Necesito Un Rock N Roll.

-¡¡La virgen!!

-Alabada sea siempre.

-Me ha dejado usted con el culo torcido. ¿Conoce ese imprescindible y homérico Blog?

-Que si coño…Pero mire…Nos vamos del tema.

-Tiene usted razón Don Thor.

-¿Así que le suena “Everything's Up For Grabs” de  Christian MCneill & Sea Monsters ?

-Entero y a 320Kbps, oiga.

-¿Si, a ver? Le voy a auscultar.

-Me temo que en esta consulta es imposible dottor, si ni siquiera tiene usted armario. Y debajo de la mesa se me ve. Imposible auscultarse ahí.

-¡¡Ya tardaba en salir el puto chiste! En fin. A ver…No respire..mmm, ajá…¡¡Coño que bien suena “If You Need Some (Come And Get Some)”!!

-Sí, esa es muy Buena. ¿Y qué le parece “Everything Changes” y “I Will Always Be Your Friend” ?

-Muy buena…si…Es que no se..donde está el problema ¿Sabe?

-Es que yo soy más bien del Fary.

-Pero hombre si eso es para lavar vajilla.

-No coño..hablo del..Mire..olvídelo. Lo que quiero saber es si esto es grave.

-No hombre…Mientras no se entere la SGAE, yo creo que usted es un tío hasta afortunado.

-¿Si?

-Usted verá. Vivimos en una sociedad gris, mal encarada, llena de reproches contra uno mismo y contra los demás. Con miedos, con ansias no alcanzadas, con miseria y rabia contenida. Y usted, amigo mío, usted, tiene dentro música. Tiene en su interior un puñado de emociones, de luz, de canciones, de alma. Es como estar mirando una sonrisa esplendorosa, como ver dormir a un bebé, como estar enamorado…

Hágame caso. Yo le puedo recetar un montón de mierda, penas, miedos y canciones de los 40 principiales, le puedo sugerir que se vaya al futbol, que vea muchiiisiiimo la tele, que no lea nada, o sólo las noveluchas de Cesar Vidal, los ensayos de Pio Moa, que oiga a Federico Jiménez Losantos en la radio y que no piense, no sienta, no se emocione…Pero, ¡Coño! Me cae usted bien. Así que, hágame caso, siéntase usted privilegiado. Tiene música en el alma…Y además de la buena.

-Me ha dejado usted absorto dotcor…No sé que decirle.

-Nada hombre, estamos para ayudar...Buenos días.


-Buenos días doctor.
-Buenos días, pase y siéntese…Bueno…Pues usted me dirá…
-Pues…Así, sin encorvarme...un metro ochenta seis.
-¡¡¡Ay la ostia!!!






jueves, 17 de enero de 2013

Motxila 21: Magia Y Rock N Roll



La nieve ha consumido esta ciudad. Como en un truco de magia. Anoche atisbé la calle y todo estaba en su lugar. Calles frías, húmedas, vestidas de invierno. Pero este amanecer todo había desaparecido, oculto bajo una blancura interminable.

Magia. Igual que cada copo de nieve que está formado por cristales microscópicos, únicos, irrepetibles, distintos. Un solo copo, copo que unido a miles de copos más dan como resultado pura y simple belleza.

Magia. Pero no de ese tipo de magia al que estamos acostumbrados. Es, más bien, un esfuerzo, una intención, un tesón continuado, un empujar p´lante contra toda adversidad, unas ganas inmersas de pisar con fuerza la vida.

Motxila 21…Magia, magia y Rock N Roll

Magia porque este flamante primer disco de los Motxila ni siquiera tenía que haber visto la luz todavía. Pero, la realidad es obstinada y malsana. Y en este caso, desalmada y sin corazón. Así, la asociación navarra  De Síndrome De Down: http://www.sindromedownnavarra.org/ , se ha visto asfixiada al serle retirada la subvención que el sacrosanto gobierno de Navarra, dueño de este cortijo  que es la comunidad foral, les venía dando.

Y así, parecen pretender frenar algo que  lleva funcionando desde 1990 y ha hecho tanto, tantísimo por estos chicos y chicas que, no sé como la persona o personas que han decidido esta atrocidad son capaces de mirarse al espejo sin vomitar. Pero no quiero hablar de esta miseria. Quiero hablar de magia y de la magia que se produjo al crearse, casi desde la nada y con la intención de arrimar el hombro y aportar un poquillo de fondos a la asociación, este primer y rutilante disco de  los Motxila 21.

Motxila 21 son, en palabras de Ainhoa Lizarraga: “un grupo de música formado por 12 chavales con síndrome de down y 7 voluntarios, surgido por el amor a la música y el esfuerzo de la superación”. El grupo surgió hace ya 5 años por iniciativa de Mari José (clarinete) , madre de Borja, un chaval con síndrome de down y Ainhoa (acordeón) hermana de Aintzane, también con síndrome de down, por la inquietud de ambas por la música y la discapacidad . Al proyecto se unieron Mikel Barrenetxea (platos), Maribí (timbal) y Ainhoa (bajo), 3 voluntarios  que hicieron que fuese posible la creación de Motxila21. Pero los protagonistas son ellos, los chavales de la asociación que con sus ganas de aprender, de pasárselo bien y de sentir han hecho posible que esto sea una realidad. A la percusión (bombo, cajas y timbales) están Mikel, Aitor, Igor, Ibai, Gonzalo, Ramón, Lorea, Leire(cantante) y Diego y a los saxos, Borja, Iñaki e Aintzane. No nos olvidamos de los que participaron en su día en el grupo; Maitane, Mario, David y Jesús Mari”.

Y este disco tiene cinco maravillosas canciones, canciones que son todo un compendio de Rock N Roll. Canciones más grandes que la vida que vivimos, Interpretadas con cariño, con humildad, con un corazón desbocao que, muchas veces, no cabe en un solo pecho.

Canciones que hablan de esperanzas, de anhelos, de cosas pequeñas pero que no caben en un único universo y saltan del sueño a la vida, reclamando su derecho a cumplirse.

Canciones que han sido compuestas por Enrique Villarreal "El Drogas", Kutxi Romero (Marea), Andoni Zilbeti y Ainhoa Lizarraga,  al disco se le añade un DVD con los dos videoclips y sus making off grabados por el grupo bajo la dirección de un inmenso Iñaki Alforja y un librillo con fotografías de Fernando Lezáun, las letras de sus canciones y un texto explicativo con la historia de Motxila 21... Y todo esto por sólo 12 euros.

Estos músicos que siempre, y así debe ser, ya que los verdaderos protagonistas son las chicas y chicos,  se colocan en un segundo plano y facilitan un maravilloso colchón sonoro para que la magia de los chavales brille como debe de ser.

Y es que estas personas, no sólo son buenos músicos y buena gente sino que (joios acaparadores, ya os vale) necesitan sentirse útiles, marcar la diferencia frente a ese buenismo de postal, la inacción de todos nosotros y unas instituciones miserables y llenas de pura mierda emocional.

Estos malincuentes se sienten privilegiados, como todos los que hemos disfrutado de los conciertos de los Motxila, de ser parte de un proyecto que es más grande que cualquier banda a la que te puedas unir. Los chicos le aportan una riqueza a los músicos que ni diez giras de los Rolling Stones podrían igualar.

Y no, no hay glorificación de nada ni de nadie. Es creo yo, una justa reivindicación de lo que hay de bueno y honesto en esta vida. Los Motxila no son mejores porque tengan el cromosoma 21 así, no son distintos, ni laberintos…son buenos porque se lo curran mucho y ese trabajo, esa dedicación y ese cariño se contagia e infunde a todos aquellos que se acercan a disfrutar de un concierto, de unas ganas de sonreír, de vivir, de pisar cada día en la vida con entusiasmo. Como decía muy acertadamente El Drogas: “Yo los necesito más a ellos que ellos a mí”

Tienes la ocasión de hacer algo grande con un gesto pequeño, como los trucos de magia, y, de paso, haceros un gran favor. Así que, acércaros a los garitos donde el disco está a la venta y coged uno pero ya... En la propia asociación de síndrome de down, Calle Monasterio de Tulebras, en el bar Perugia (en la Txan), bar Terminal (en Iruña), Bar Black Rose (en Burlada), Mesón de Navarreria (en Iruña), Infiernito Guitar Shop (en Iruña), Regalos Gil (en Burlada), Tatis (en Burlada),Librería Nerea (en Iturrama-Iruña), Peña La Barga Berriozar.
 http://www.facebook.com/pages/GRUPO-DE-MUSICA-MOCHILA-21-ASOCIACION-SINDROME-DE-DOWN-DE-NAVARRA-/125332564162064

Y si  estás en cualquier otra ciudad o país, busca la página de venta por internet y cómpralo ya.

A los chicos y chicas de Motxila 21 y a  La Asociación Navarra De Síndrome De Down les va a venir bien tu apoyo…A nosotros, su presencia y su ejemplo, nos resulta imprescindible.

Parece magia, pequeños movimientos del corazón, pases mágicos del alma, pero es orgullo, trabajo, esfuerzo y amor, mucho amor.




martes, 15 de enero de 2013

Dr. Feelgood : Con Dos Cojones….Rock N Roll..


Afilados como la guillotina que secciona el pensamiento feudal del cuerpo que se alimentaba de las miserias de un pueblo desesperado.
Con un sonido que se clavaba en el tuétano como el colmillo del lobo en la carne blanda.
Grasientos y escurridizos en las formas. Elegantemente proletarios o, tal vez, proletariamente elegantes.

Doctor Feelgood. Con una actitud desafiante y pendenciera. No como impostada imagen para mojarle las bragas a las nenas bien que suspiran por un malote cargado de tatuajes y piercings..Aaaayyy….que les dé una aventura comedida y sin riesgos, sino como aceitosa bandera de un modo de vida, de una manera de mirar al mundo.
Un desafío constante pero nunca pretendido. Siempre un ser, más que un estar.
Doctor Feelgood. Eran eso y, como siempre, mucho más de lo que mi pobre mente, es capaz de expresar.

Eran Rock N Roll que apestaba a gasolina y a calles mohosas del Soho londinense, a esos años de aguja y cuchara. De ahí provenía, en parte, el nombre de la banda. Ya que así se llamaba a la heroína en argot. También es el nombre de un Blues de 1962 de Willie Perryman.

Eran Blues y Rhythm And Blues, sudoroso y anfetamínico y gotas de Soul manchando la entrepierna de un pantalón que marcaba un paquete de decibelios demoledores.

Los Feelgood caminaban a la sombra de un querer tumbar paredes, deshacer vasos y botellas de cerveza y Whiskey a golpe de unos guitarrazos espasmódicos que un Wilko Johnson cuasi esquizofrénico se empeñaba en repartir ante una audiencia acostumbrada a largos y virtuosos desarrollos instrumentales de bandas de Hard y Progresivo y que, ante el uan, tú, zri,for y p´delante de los Doctor, daba como resultado  una imposibilidad repentina para cerrar la boca y devolver  los ojos a su estado natural; Ya que, éstos, se desparramaban como una luna llena.

Vestidos con el traje de los domingos, la banda estaba empeñada en convertir en saunas suecas cada garito en donde tocaban. Porque el arrollador cuarteto de Canvey, en Essex, tú…parecía ser perseguido por un asesino implacable que acabaría con ellos si moderaban su volumen, reducían su velocidad o no atacaban cada canción como si estuvieran follando con su chica por última vez.

Desde 1974, en que parieron con glorioso dolor “Down by the Jetty”, aunque los cuatro llevaban en danza desde 1971, hasta la muerte de Brilleaux en 1994, los Feelgood escupieron, más que publicar, álbumes míticos, como “Malpractice”, “Estupidity”, “Sneakin´Suspicion”….

La banda no da opción a dudar de las intenciones y, sobre todo, la actitud que los cuatro ostentan con orgullo. Esto es Rock N Roll con cojones. A sus conciertos se viene a sudar, a bailar, a emborracharse…a disfrutar de un corrosivo e intenso Rock n Roll.

Las letras de sus canciones parecen apuntes de los guiones que el niñato de Guy Ritchie ha escrito para sus películas Lock And Stock o Snatch. Pero de verdad, no esas pajas mentales, alimentadas con Fish And Chips y Don Perignon a los que el nene nos tiene acostumbrados.

Los textos Cockney de los Feelgood hablan de leche y alcohol, de mujeres fatales, de motines carcelarios, de noches de farra.

Homenajeaban a aquellos que consideraban imprescindibles, Willie Dixon, John Lee Hooker, Muddy Waters…Bluesmen cabrones más grandes que la vida misma.

Verlos en directo era  un espectáculo grandioso. Wilko Johson tocaba la guitarra, la cual parecía funcionar con monóxido de carbono, como si tuviera cinco escorpiones vivos en los calzoncillos, era pura rabia y sudor a ritmos anfetamínicos. Su cantante y armónica, Lee Brilleaux, era más chulo que un negro en los años cuarenta, preguntando en una reunión del Ku-Klux Klan, si aquello era una fiesta del pijama. Daba la sensación de haber sido clavado al escenario y al micrófono por el mismísimo Satanás. Sólo su pierna izquierda parecía ir por libre..y ciega de anfetas, debo decir. Sus miradas a la audiencia eran la ostia. Para ellos era un “Tu que miras joder”…A ellas les dedicaba un “Te voy a poner contra la puñetera pared hasta que te desmayes de placer”. La sección rítmica corría a cargo de John B. Sparks, más  conocido como "Sparko", al bajo y  John Martin, o, "The Big Figure", en la batería. Y era como escuchar los sueños alcohólicos del  motor de un tanque Panzer a todo volumen.

Verlos tocar. Sentir la potencia, el descaro, la macarrónica actitud que no era impostada, sino todo un modo de vida. Los que disfrutamos de sus conciertos, afortunadamente más de una vez y en sus momento gloriosos, seguimos sonriendo con los grandes momentos que la banda nos regaló.

No había ninguna intención de sorprender o epatar a la audiencia con virtuosismos o líricas. El grupo entraba a arrasar. Y pobre de ti si esperabas canciones que sonasen en la radio. Lo que Doctor Feelgood ofrecía era sudoroso éxtasis proletario.

Y es que todo en la banda rezumaba fuerza, intensidad, rabiosa y ardorosa actitud. En manos del cuarteto, hasta un villancico era venenoso y destilaba peligro.

Ves a banditas con pintas de malos vestidos en Zara o el Corte Inglés, con esa mirada desafiante que me hace descojonar y miras a estos malincuentes, trajeados, impecables apestando a peligro a mala leche, a rabia incontenible y, tristemente, te das cuenta de que algo se ha perdido en esa transacción entre la música tocada con las tripas y los conservatorios y las empresas de publicidad que crean a grupos a la carta.

Los Feelgood tocaban de la ostia, pero no eran matrícula de honor en Julliard. No dejaron letras trascendentes, ni momentos históricos para la música. Pero sembraron una sonrisa perenne en los rostros de aquellos que tuvimos la fortuna de disfrutarlos en un concierto.

Desde aquí, creemos, es justo reivindicarlos, como ya lo hicieron en su momento esa banda de hechuras parecidas y que atendían al nombre de The Godfathers. De los cuales puedes saber vida y milagros en el post que le dedicamos siglos atrás ...

Coraje, cojones,contundencia, con hielo(el Whisky)…todo eso y más, amigas y amigos eran Doctor Feelgood..Haceros un favor y dedicarles unos minutos de pasión...fijo que me lo agradeceis....








jueves, 10 de enero de 2013

Ingve And The Innocent : Despacito Pero Con Intensidad



Arrancamos despacito...Sabedores de que estos días de obligada felicidad y armonia
descolocan a cualquiera y ese reiniciar, cargados de promesas hechas a uno mismo, que
Tanto cuesta hacer realidad, si es que alguna vez se logra, dificultan la atención a cosas tan
mundanas y, a veces maravillosas como la música.
Arrancamos sin muchos aspavientos, como en un susurro, un cuchicheo en la noche que hace
bien al corazón; una música queda, suave, besos como copos de nieve cayendo suavemente en esa
vida que cada uno elige y que, a veces, le elige a uno.

Arrancamos con música intensa.Con esa sugerente mezcolanza de estilos y sonidos que tan grato es para nuestras orejas. Un músico que sabe beber, tanto del Blues como del Soul, del Rock como del Folk...Sonidos, música, vida... Porque de eso se trata. De vivir, tú que puedes, tú que sabes que lo que te ha tocado en suerte no es, casi nunca es, lo que deseas. Pero que no estás tan jodido, ¡La ostia, si apenas se le puede llamar jodido a eso que te pasa! Y que sin embargo, te quejas, lamentas tu suerte y maldices a un destino que, seamos honestos, nunca ha dicho que trabaje para tí.

Lo que tendriamos que hacer con nuestra vida es mejorarla, no esperar que alguien venga con una solución para problemas de bachillerato y adolescencia. Ves a la gente en la calle, aterida de frio, durmiendo bajo los aleros de casas como la tuya o en los cajeros donde tú y yo, sacamos la pasta para comprarnos un libro, un disco o ponernos de priva hasta las orejas y esa gente, ese nadie invisible incomoda tu pena y tu autocompasión...Porque, al fin y al cabo, es más placentero que te rasquen por detras de la oreja, que te den dos palmaditas en el lomo y te calmen prometiendote que no pasa nada...Que nunca pasa nada.

Arranquemos pues con la música poderosa y atractiva de Yngve Wieland; aleman ubicado en Londres que acaba de sacar hace nada este disco lleno de sonidos cálidos y pantanosos.
Junto a su banda "The Innocent" formada por Ned Cartwright al fantástico y adictivo piano que suena en todo el álbum,Simon Brown  al bajo y el hermano de Yngve, Demian a la batería. 
Sonidos para un inicio de año rodeados de buena gente, maravillosos seres humanos que pululan por esta blogosfera, músicos de talento y alma apasionada y seres anóbinos, maravillosos seres anónimos sin los cuales este mundo seria un erial, un invierno sin lluvia, ni nieve, una penumbra eterna...Y eso, amigas y amigos, no lo queremos nadie ¿no?


 

viernes, 4 de enero de 2013

Brandon Calhoon: Buen momento para cambiar

                         
Pasan estos días de prisas y ansiedad, pasa el papel pintado de oro y la luz asesina que simula ser estrella, ángel, palabras de paz y amor. Pasa la luz mortecina del sol de invierno, llega la noche y, en un susurro, el amanecer…Y te levantas cuando el silencio aún es dueño de todas las cosas, cuando la vida parece tan congelada como la hierba que ves a través de la ventana, cuando en las calles la quietud es absoluta y nada enturbia el lago emocional que, como en un reflejo, este amanecer invernal te ofrece.

Miras por la ventana buscando una señal, un cambio casi imperceptible en el aire, en el parpadeo de la luz de las farolas, un algo que te reivindique, que te asegure que no te equivocas y te preguntas ¿Cuántas, cuantas veces te has equivocado en el pasado y, porqué, ahora, debería de ser distinto?

Y, oyes una canción, no sabes si está saliendo de tu interior o se va apoderando de ti desde fuera. Oyes ese algo quedo que suena como el rumor de un mar estallado contra las rocas a cientos de kilómetros de distancia y sabes, tan íntimamente, tan absolutamente, con ese convencimiento que proviene desde el tuétano del alma que esta vez, las cosas si pueden cambiar, las cosas las debemos cambiar si las queremos cambiar y el ímpetu, el empeño visceral que empujan todas las rabias que has acumulado, todos los silencios que te has tragado y los gritos que han muerto antes siquiera de nacer, estallan en ti como una supernova, un big bang emocional que te recorre desde dentro hacia afuera y se lleva por delante todo aquello que una vez te anegó.

Amanece y la luz se abre paso, como una sonrisa sincera, a través de la noche del alma y busca una banda sonora que le haga justicia y la encuentra, no podría ser de otra manera en gente anónima, desconocida para el gran público, gente como Brandon Calhoon, un músico de Detroit que se acerca a nosotros de ese modo rabioso que sólo puede hacer alguien nacido en la ciudad proletaria por antonomasia de los USA.

Calhoon grabó un EP de cinco canciones en 2008 titulado “Detroit City” toda una declaración demoledora de intenciones en donde se mezclaba el Rock más visceral y el Soul con cojones al más puro estilo de otro mítico de la ciudad, Bob Seger.

En 2010 sale a la luz “Satisfied” su álbum de debut con temazos del calibre de “Motor Bike”, “Last Night In Texas”, “My Hot” o esa belleza de pura intensidad emocional que me ha empujado a escribir hoy “Good Time To Change”. Toda una declaración  de intenciones, todo un empujón a ese corazón reticente a creerse que, a veces, a las personas, les suceden cosas buenas.

Brandon Calhoon se cree cada segundo lo que canta, lo que toca y lo interpreta como si la vida le fuera en ello. Y aquí está la clave de todo. Creernos que cada segundo en esta vida, rodeados de seres mezquinos, estúpidos y llenos de miserias que chapotean felices en su necedad, no va a ser condicionada por ellos. Que la vamos a vivir intensamente, como la última canción que podremos cantar en nuestro último día en la tierra.

Buen momento para cambiar, ahora que estamos vivos, ahora que sentimos, ahora que queremos hacerlo y no tenemos miedo de hacerlo. Cambiar para mejorar, cambiar para que, aquellos a los que quieres mejoren y sonrían. Cambiar por el placer de sentir que puedes hacerlo. Cambiar porque estás vivo y puedes hacerlo ¡¡Joder!!

Porque, y sabes que es verdad, los muertos no lo pueden hacer, los necios no lo quieren hacer y los estúpidos no lo saben hacer…Y tú, ¡Joder!, ni eres un estúpido, ni eres un necio, ni estás muerto.


Brandon Calhoon - Motor Bike

Brandon Calhoon - Good Time To Change


          

miércoles, 2 de enero de 2013

Eliot Bronson & Yonder Orphans: Buenas Intenciones


Empezar el año con luz, con colores brillantes. Con sonrisas que salen desde dentro es una necesidad, un verdadero placer.

No hablaré de buenas intenciones, ya lo hizo, magistralmente, Dickens. Tampoco de todos los propósitos que van diluyéndose conforme pasan los días y, compruebas, que sigues siendo el mismo de siempre, la misma, con las mismas carencias, el mismo con los mismos miedos, los mismos anhelos y las mismas miserias…Sin embargo…Deberíamos de superar esos escollos emocionales y trascender todas las trampas que le hacemos al alma, todos los trucos baratos que nos anclan a esa habitación donde nunca entra la luz, donde todo hiede al polvo de los años de inacción, al mañana lo haré, al tengo que…Al desde mañana voy a…

Es por ello que es un lujo ofreceros un disco brillante, luminoso de canciones plenas de melodía, de apasionados estribillos, de contagiosas guitarras y harmónicas…De vida esplendorosa, como algunas sonrisas.

Eliot Bronson acaba de publicar su tercer disco en solitario, el primero con una banda de talento y capacidad interpretativa excepcional. Y es que, al músico de Baltimorele acompañan autores de reconocido nivel artístico cuyo nombre es sinónimo de Música, así, con mayúscula, en Atlanta, donde Bronson los ha ido reclutando. Así, sus Yonder Orphans, son gente como   Bret Hartley en  la guitarra y el lap Steel, miembro de la banda Sugarland, Kevin Leahy of  de la banda BoDeans al bajo y un músico por el cual siennto debilidad, tanto en sus discos en solitario como en ese proyecto, belleza, que se llamó The Thorns. Hablo de  Shawn Mullins, el cual se ocupa de la batería.

En esta maravilla luminosa llamada  “Milwaukee” el  ex- The Brilliant Inventions desarrolla en once canciones todo un muestrario de cómo se debe de hacer una, tras otra, canciones llenas de luz, de alma, de corazón y de contagiosas melodías. “It Don't Get Easier” es un maravilloso  Rock N Roll lleno de melodía y pasión. Al igual que “One Mississippi” y esa belleza que me tiene enganchao  titulada “Down On Me”.

Si Ryan Adams se acordase de cómo escribía esas gloriosas canciones en sus discos de antaño, seguro que hubiera hecho temas como “Aces Of Spades” o “Waiting On a Sign” de este maravilloso “Milwaukee”.

Cada uno afronta este año de modos diferentes, vinculando su destino a sus deseos o a sus miedos, a sus esperanzas o a sus frustraciones.

Una persona me dijo hace poco que, sólo proponiéndose el querer cambiar o mejorar, una persona ya está cambiando, ya está siendo alguien mejor…Al final, mira tú por donde, si que he acabado escribiendo de buenas intenciones.

Eliot Bronson & Yonder Orphans - One Mississippi

Eliot Bronson & Yonder Orphans - Down On Me