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miércoles, 11 de abril de 2012

Lukas Nelson & The Promise Of The Real : Promesas que se hacen realidad


El hijo de Willie acaba de sacar al mercado, junto con su banda, The Promise Of The Real, su segundo y arrebatador disco: “The Wasted”.
Trece absorbentes e hipnóticas canciones que gozan de una producción densa y llena de matices.

Se podría decir que el álbum se ha grabado a la luz de las velas, entre nubes de incienso y marihuana y una tupida maraña de notas que se entretejen en maravillosas composiciones que, a este organismo bicelular, ha dejado absorto y ojiplático al par que ha confirmado a Lukas Nelson y su grupo como una de las más sólidas y atractivas revelaciones musicales de esta segunda década del siglo XXI.

La voz de Lukas asemeja, en este disco, a la de su padre bastante más que en su obra anterior. Esto no significa que imite al viejo, sino que va acomodando su camino por una carretera llena de curvas y vericuetos que ya ha hollado el gran Willie y que su vástago enriquece con sus propios y maravillosos matices.
El inicio del álbum sorprende con un tema como “Golden Rule”. Canción atmosférica y con reminiscencias del mejor Carlos Santana de discos como “Caravansererai” o “Love Devotion Surrender” e indica que lo que Nelson pretende en “The Wasted” no es repetir la estructura y concepto de su disco anterior, sino que embarca a la banda en un camino lleno de sensaciones y sonidos que, aun estando en su anterior obra, eclosionan en este magnífico disco.

Si te oyes canciones como la épica “The Joint”, “Wasn't That Great”, “Heart of the Matter” o el Rock N Roll “Old Familiar Pain” comprobarás que esta gente no tiene más ley que la maravillosa heterodoxia y el buen gusto de sus miembros a la hora de crear canciones; alejándose así de cualquier camino trillado por la manida sota, caballo y rey del que muchos músicos abusan a la hora de procurarse el cocido y acaban yendo a lo seguro, evitando arriesgarse y limitando, así, su capacidad artística.
Lukas Nelson and the Promise Of The Real. Una de las mejores bandas que han salido al mundo de la música en estas dos décadas del nuevo siglo.

Óiganlo sin prejuicios, llenándose de luz de luna y envueltos en los embriagantes y sinuosos vapores de sustancias que elevan el espíritu y hacen crecer la consciencia.


Lukas Nelson & The Promise Of The Real - Old Familiar Pain

Lukas Nelson & The Promise Of The Real - The Joint


martes, 6 de diciembre de 2011

Candidatos a mejor disco 2011 : Lukas Nelson And The Promise Of The Real


Último mes del año. Año nefasto, otra vez. El peor de décadas, otra vez. Y, afortunadamente, en lo musical un año maravilloso que nos hace olvidar por momentos, la miseria y a tanto codicioso y malnacido que está campando a sus anchas por un mundo que, los muy hijoputas, consideran de su propiedad. Pero si hay algo que es como la aldea de Asterix, es nuestro corazón, nuestra cabeza y nuestras orejas y todos consideran que estos discos que os vamos ofreciendo son de lo mejor del año.
Este que os mostramos hoy es candidato al mejor del año porque…



…El que Lukas Nelson sea hijo del legendario Willie Nelson es lo más puramente anecdótico de este discazo que tuvimos la fortuna de conocer en este agónico 2011.
Nelson y The Promise Of The Real nos ofrecen un maravilloso compendio de Blues- Rock, Sonidos netamente americanos y, claro está, influencias paternas.
La guitarra de Lukas parece estar poseída por el espíritu de, sobre todo, Albert King y Jimmi Hendrix y, sobre ello, una pátina del mejor Carlos Santana.
Sin lugar a dudas en este músico y su banda tenemos puestas nuestras esperanzas como talentoso referente en los meses y años venideros.





viernes, 18 de febrero de 2011

Lukas Nelson & Promise Of The Real "Hasta luego Lukas, vuelve pronto"


Dicen que existe la envidia sana. Yo la verdad tengo mis dudas. Somos una especie rencorosa y, en muchas ocasiones, mediocre que, si no puede tener lo que desea, prefiere que ese otro, tampoco lo tenga. Todo esto viene al respecto de mi absoluta envidia por este mocoso de 22 años que, al dato: Canta, compone, toca la guitarra y ha sacado un discazo con título homónimo. Pero si esto no fuera suficiente, te vas enterando que al chaval le regalaron su primera guitarra a los doce años y no sólo esto sino que fue su propio padre el que le enseñó los acordes, más tarde estudiaría música en la Loyola Marimount University de Los Ángeles.
El muchacho decidió vivir la vida real sin el anclaje económico de los padres y deambuló por ciudades tocando la guitarra en las calles y viviendo en una furgoneta, fundamentando todos esos días bajo el prisma de la lectura de Siddharta del gran Herman Hess. Estos días darían como resultado el nombre de la banda. Una vida de humildad, de realidad de aceptación de las cosas.
La envidia persiste en mi percepción del chico este. Estuvo viendo a su más tierna edad, conciertos de los Highwaymen, si no sabes quienes eran, échale un vistazo a la actual “biblioteca alejandrina” de wikipedia y asómbrate. Lukas tocó en una banda de Hard Rock, llamada Kalice, ¡a los nueve años!, en una banda de Reggae a los quince, Harmonic Tribe y una banda con su hermano Micah, 40 points. Y todo esto antes de estudiar música en la universidad.
La continúa escucha de guitarristas como Mike Bloomfield, Albert King, Jimi Hendrix o Stevie Ray Vaughan fundamentaron la base estilística del chico que uno puede apreciar en cada tema de este disco que Lukas y su banda grabaron entre el otoño e invierno del año pasado en la ciudad de Austin, cuyo microclima musical es, de por sí, un plus para toda gran obra. Y ésta lo es. ¿Y que tiene el disco para ser todo esto que digo? Música, música en toda la grandeza de su palabra. Country-Rock, Rock-Blues, esa mezcolanza entre el Rock y los sonidos latinos que bordó, en su momento, Carlos Santana.
El amor por la música que Lukas profesa se extiende en sus notas en sus letras en su interpretación de la obra que, evidentemente, ama. Para lograr que todo esto sea digerible por todo aquel que tenga a bien pararse a escucharlo, Lukas se rodea de una banda de una capacidad interpretativa fuera de duda. Antonhy Logerfo a la batería, Tato Melgar a la percusión, Cory McCormick al bajo, John Avila, tambien al bajo. Y es que al parecer los de las cuatro cuerdas son intercambiables. Uno y otro son ruedas de repuesto musical. Lukas a la voz y guitarra junto con su hermano Micah, que se ocupa del arte del álbum y al cual incluyen como sexto miembro del grupo, completan la banda.
Lukas comenta al respecto del disco:”El disco me hace sentirme bien. Y me convence el porqué de ser músico. La idea de transmitir alegría a los corazones de la gente de hacer que, por un momento haya una sonrisa y un momento de dicha es un logro que quiero perseguir”
Hablar es fácil, así que, lo mejor seria que dejase de hablar y os diera la oportunidad de sumergiros en este genial inicio de algo que, deseo sea sólo el principio de una banda llena de promesas de buena música y corazón.
¡Ah!, se me olvidaba, como anécdota curiosa. El chaval es hijo del músico norteamericano Willie Nelson. El cual colabora en el álbum de su retoño en el cover “Peaceful Solution” que Lukas hace de su padre.

PD: En el posteo del viernes, por las prisas y por no repasar el artículo que teniamos escrito dos dias antes, olvidamos mencionar que este magnífico álbum, fue extraido del maravilloso blog Sed de Música al cual agradecemos tanta y tan buena música y pedimos perdón por el error.

Lukas Nelson & Promise Of The Real - Four Letter Word

Lukas Nelson & Promise Of The Real - Fathers And Mothers