jueves, 27 de mayo de 2010

Lapido "Música Celestial"


En 2002 Lapido termina su disco Música Celestial y con él da un paso más en afianzar su carrera en solitario ya que, en comparación con sus dos obras anteriores, el de Granada demuestra una comodidad en lo vocal, sin forzar la voz al cantar, que hace que las canciones naveguen de principio a fin con facilidad. La estructura de las mismas es tambien un paso más hacia el mundo interior del guitarrista, que imprime a su instrumento una preeminencia en todo el álbum, plagado de Rocks contundentes como “Nadie Besa Al Perdedor” o “Noticias del Infierno” , ambas con unas letras soberbias que os recomiendo vivamente que, no sólo oigáis, sino que las escuchéis.
El disco tambien tiene en su interior Rock And Rolles de marcado carácter festivo, caso de “Tiros” o “manzanas Azules” y medios tiempos marca de la casa que al granadino le salen como respirar y que pudieran parecer fáciles a la hora de enfrentarse a su composición pero que, desde mi punto de vista, demuestran el talento al enfrentar una estructura de ritmo clara y concisa frente a las distorsiones o el ritmo contundente que bien podrian disimular ciertas carencias compositivas. Lapido se recrea en ritmos y juegos estilísticos con una guitarra que maneja de manera absoluta, escuchad como se superponen, de manera natural y sencilla las acústicas y las eléctricas en canciones como “Humo”, “hasta Desaparecer” o la que da titulo al disco y veréis como el autor es un orfebre del sonido.
La tristeza y la melancolía de la que se acusa, injustamente diría yo, al músico está, en este caso, justificada pues ese año fallecía de un infarto, ala edad de 42 años su hermano mayor y manager del propio Lapido y los 091, Javier García Lapido, dejando un vacío en el autor, no sólo a nivel emocional sino tambien creativo e incluso profesional. Javier, además de manager y colaborador de su hermano estaba en la discográfica del músico. Big Bang records, que terminó por cerrar dejando a Lapido en un cruce de caminos existencial. “No Queda Nadie En La Ciudad” o “El Carrusel Abandonado” dan muestras de esta introspección tan propia del músico.
Hablar de madurez en el caso de Lapido es absurdo ya que, en 091, había dejado muestras más que suficientes de su talento y visión del mundo y la naturaleza humana. Pero, para mi gusto, en este disco se reflejan tonos más reflexivos respecto de todas aquellas cosas que al de Granada preocupan e interesan. Como dice en la canción que culmina su disco: “Imposible”: -“Sólo intento ser libre y terminar esta canción, la vida no es tan horrible aunque puedo cambiar de opinión, busco algo, algo mejor que hacer y es imposible” No creo que haya nada mejor que hacer para José Ignacio Lapido que ponerme, y, si queréis, poneros, banda sonora a las partes de la existencia que la necesiten. Así se mira a ese incierto horizonte con otros ojos, creo yo.

Lapido - Noticias del Infierno

Lapido - Demasiado Tarde


1 comentario:

Anónimo dijo...

vaya, lapido, wowwwwww...