Extraño como empiezan las cosas. El que mañana sea ese día obligatorio donde el amor está en el aire es algo que en la vida me ha preocupado. Sin embargo, el destino sopla sus vientos de un modo caprichoso y juguetón, empujando mi vida hacia lugares que no pensé pisar jamás.
Ese mismo destino ha puesto hoy, viernes, unas cuantas palabras, sentimientos vueltos tinta. Alma y sangre sobre nieve de papel y, ¡coño, mírame! aquí estoy, escribiendo un post sobre el día de San Valentin.
Iba a empezar este post diciendo que me hago viejo. Pero no es cierto. No me puedo hacer viejo. Si acaso, me lo quiero poder creer. Y, la verdad, no me lo creo. Así que optar por achacarle a la decadencia física y a una severa neumonía sufrida hace poco que puede haberme dejado las defensas y mi buen gusto bajos, es tan tonto como cualquier otra ridícula y absurda excusa.
Joder, San Valentin y su puta madre. Celebraciones de grandes almacenes, corbateros y relojerías y todo lo que se os pueda ocurrir como poderosa y postmoderna excusa para eludir sensaciones, sentimientos y la cháchara y el blablabla circundante. Pero, al margen de todas las tonterías, el amor es. Y existen sentimientos tan poderosos, indescifrables y arrolladores que a uno, en su pequeñez emocional, lo dejan clavado a unas palabras y a todo el universo que encierran las frases de amor y complicidad que una persona puede y necesita expresar a otra.
Hay dos cartas, pequeñitas, intensas, arrolladoras que Johnny Cash escribió al amor de su vida, June Carter que expresan, mejor que toda mi necia palabrería lo que es el amor.
Y hoy por ser hoy, me permito el lujo de ser un moñas, más blando que la mierda de pavo, y boquiabrir mi corazón ante eso que llaman amor.
La primera es por el cumpleaños número 65 de June y la segunda fue un poco después de su muerte en el 2003. Cash murió pocos meses después de que ella se marchase. Incluso en estas casualidades, esta poderosa historia de amor es hermosa y está cargada de algo extraño y casi milagroso.
Junio 23, 1994
Odense, Dinamarca.
Feliz cumpleaños Princesa,
Nos hacemos viejos y nos acostumbramos el uno al otro. Pensamos parecido. Nos leemos la mente. Sabemos qué quiere el otro sin preguntarlo. A veces, nos irritamos un poco el uno al otro. Tal vez, a veces nos damos por sentado.
Pero hay ocasiones, de vez en cuando, como hoy que lo medito, me doy cuenta de la suerte que tengo por compartir mi vida con la mujer más extraordinaria que he conocido. Todavía me fascinas y me inspiras. Me influyes para mejorar. Eres lo que deseo, la razón número uno en la tierra para mi existencia. Te amo tanto.
Feliz cumpleaños, princesa,
John.
Julio 11 2003
Mediodía
Amo a June Carter, claro que sí. Sí, claro que lo hago. Amo a June Carter, sí lo hago. Y ella me ama.
Pero ahora ella es un ángel y yo no. Ahora ella es un ángel y yo no.
3 comentarios:
No sé si existen las historias de amor, pero si que sé de una vida de sentimiento eterno.
Fueron afortunados por amarse el uno al otro.
Feliz finde Chico Rockero...hoy te mando besos en una lluvia de flechas <3
Entonces hablamos de lo mismo...ya sabes que me gusta ser "yo" y cambiar terminos y dar vuelta a lo dicho y marear palabras y post y dejarte un segundito procesando perplejo ...y luego sonreir
Mas besos en forma de flecha
Paso mucho de días de enamorados pero este texto es una gozada, todo sea dicho.
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