Me regalaron hace días una sonrisa. Si, tengo los huevos de empezar un post con un topicazo de esos que rayan lo nauseabundo.
Me regalaron una sonrisa y quince canciones que empujan a sonreír. Quince temas cálidos y vacilones, de esos que muchos músicos parecen guardarse para sus días de cumpleaños, no vaya a ser que se me joda la pose de tío duro, o torturado, o serio, o concienciado.
Pero estas canciones, de ¡ji! fácil y tontorrón, de mares serenos y azules, de playas acogedoras e interminables, chocan como dos expresos siberianos en una carrera suicida hacia tierras cálidas en días gélidos como los que se han cernido sobre nosotros en estas semanas. Nos arrebujamos, aún más hondo en nuestras múltiples capas de ropa y seriedad y olvidamos que el mar siempre está cerca, que el sol nunca es una promesa sino una certeza y que su calor está escondido en una sonrisa, en un abrazo, en una canción.
Quince temas de playa y sombrilla, de calor y risa de temas que no van a ningún lado, ni a la esquina a por un mojito, sino que albergan la luz y el calor del sol en cada nota, en cada estrofa y poseen pedacitos de poesía y amanecer en las esquinas de cada canción.
A finales de noviembre del año pasado, el músico de Chicago pero angelino de adopción, Ted Wulfers, sacaba a la luz (del sol) su octavo álbum:"You Are Here", Un, delicioso compendio de canciones luminosas y llenas de sueños de noches de verano.
"You Are Here" es, en palabras de Wulfers un disco de Rock N Roll ukelele. Y, es cierto que el instrumento que predomina en la música de las islas Hawái, Tahití e Isla de Pascua, se pasea por cada tema del álbum como un crío de cuatro años correteando entre notas y versos. Pero también es cierto que la versatilidad del músico multinstrumentista se cuela por todas las rendijas de las canciones y los pianos, harmónicas y maravillosos coros femeninos impregnan los temas del disco con una liviana, cálida y ensoñadora luz veraniega.
El tipo podría grabarse el disco solo, no en vano toca la batería, la guitarra, el piano, el bajo, el ukelele, el órgano , el Pedal Steel y el Lap Steel, el Dobro y canta de cojones; Peeerooo, una de las cosas más bonitas del disco, es la interrelación que existe entre Ted y los músicos que colaboran en la creación e interpretación de sus canciones, "Find Some Peace", "Lucky Guy", "Cat In The Window", la vacilona y tierna versión del "Dont Worry Be Happy" de Bobby McFerrin en hawaiano, "Lau Wiliwili Nukunuku 'oi 'oi", la hermosa "Even Hula Girls Get the Blues" la luminosidad de "Somethin' Special o "That Old Song" invitan a sonreír, a exhalar el aire retenido en el pulmón y en el alma dejarse llevar por la brisa y por la risa, a no pensar tanto y a sentir más.
Ted Wulfers nos ha regalado un trocito de verano, del mismo modo que regala canciones. El tercer vídeo que os muestro (debajo mismo de este tocho) es una canción que compuso para la audiencia, diecisiete minutos antes en un concurso vacilón donde los haya en los a los músicos les dan un título y, a partir de ahí, deben desarrollar una canción en la mayor brevedad posible.
Ese es Ted Wulfers, regalando canciones y sonrisas, de las cuales, afortunadamente, a mi me regalan un montón...Soy un cabrón afortunado.
3 comentarios:
Me parece soberbio, es que me encanta su voz, me encanta su actitud de pasarlo a lo grande con su guitarra, su ukelele o su micro, Ted, me fascina tu música y me encantaria verte en directo, por bandas como él yo pierdo el sueño.
Feliz finde chico rockero!!!
Tipico disco de amarlo para siempre
pues ganas de escuchar esto, me hace falta un disco alegre como tu dices.. el ukelele me encanta, tengo uno e intento practicar, es un instrumento sencillo para salir del paso, pero complejo para avanzar en el. Un abrazo,
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