miércoles, 16 de julio de 2014

Aaron West And The Roaring Twenties: Gritar La Poesía



La vida puede ser rabia, puede ser desesperanza, la vida puede ser un ascensor que se queda parado cuando tu destino está en el último piso. La vida puede ser monotonía y días que se caen del calendario a la bolsa de basura...
La vida debe ser poesía.
Necesito que sea poesía. Quiero que la vida cante, que se estrelle contra mi corazón como el mar devora las rocas, como mi alma necesita devorar la risa. Necesito un Rock N´Roll que se travista en poesía. Necesito poesía de calle, de callejón, de bares que se desmoronan con la salida del sol, de risas que construyen el camino que debes hacer ese día que nace, soberbio y único. Días que son especiales porque son terriblemente normales. Días normales que se bañan en la gloria de lo único, de lo especial. Días que se marcan en el corazón porque, en este día normal, hace pocos años, es un puto crío el tío, nació mi amigo. Y  ese día tan normal, se ha vuelto maravilloso, importante y cargado de Rock N´Roll, de música que se desparrama, como las velas de cumpleaños, por mi corazón.

Mi amigo cumple años y yo necesito dedicarle palabras, sobre todo necesito dedicarle música, por que sé que él es Rock N´Roll y sé que es canción apasionada y sé que este puto tipo y su puñetera banda le van a encantar. Porque el amigo Aaron West y sus  Roaring Twenties se han marcado un discazo de esos que gritan que la poesía está en el corazón de quien la interpreta, en el corazón y el alma de quien la escucha, en cada canción arrebatada y henchida de pasión que suena en este maravilloso e intensisimo disco titulado, con cierta joda, muy del estilo de mi colega, "We Dont Have Each Other".
Aaron West y los locos años veinte se embarcan en una cruzada emocional destinada a conquistar el corazón de quien escucha los diez magníficos temas. "Our Apartment" se inicia con la voz de Aaron chapoteando en una melancolía huidiza que da paso a una línea de guitarra acústica llorosa. A lo largo de sus tres minutos y medio, "Nuestra Casa" crece cada vez más desesperada, el calor emocional quema vivo en una hoguera donde las penas se arrugan  y desaparecen. La fuerza de la canción, gritada, más que cantada es como una especie de catarsis personal. Las canciones se construyen a puñetazos emocionales, a rabia de estar vivo gritada desde lo más hondo. Y la puta canción posee ese extraño estribillo pegadizo después de estribillo pegadizo. Una armónica que parece robada al fantasma de Dylan y una dulzura intensa y llena de luz que envuelve cierta tristeza que termina por pintar una sonrisa en tu cara.

El estilo de Aaron West se aferra a los vientos de gente como Frank Turner o Dave Hause, de Lucero y del mejor Dylan. Canciones emocionales, cargadas de poesía, de fuerza, del fuego de las cosas honestas. "St. Joe keeps us safe", "Grapefruit", "The Thunderbird inn", "Get me out of here alive" o "Carolina coast" se engalanan de amor por eso que está vivo, que llora, que grita, que sufre, que ríe, que es...
La vida se compone de tantas cosas bonitas, horribles, aburridas, intensas, locas, tiernas sinceras, que parecen millones de gotas en un océano inabarcable cuando, en realidad, son siete notas que se vuelven mar cuando alguien con un alma apasionada, como Aaron west y sus Roaring Twenties, las acomoda en sus manos, en su alma, siete notas que cantan canciones para gente buena..siete notas para mi amigo al cual le deseo una vida igual de hermosa e intensa como una canción...Feliz cumple Tron.

 Aaron West And The Roaring Twenties: Our Apartment








5 comentarios:

Carolynn Underground dijo...

Feliz cumpleaños Jorge, por todos los que nos quedan por celebrar juntos, por cada segundo que hemos tenido la puta fortuna de disfrutar de tu sonrisa, porque se te lleva muy cerquita, porque eres el tío con más coraje que conozco, un ejemplo para mí, un lujo de amigo un lujo de familia, sabes que se te quiere con todo el rock and roll que cabe en mí...y es mucho. Un millón de besos

Jorge García dijo...

Algunas veces no sabemos lo que tenemos porque no lo tenemos al alcance de la mano, yo a mucha de la gente que mas quiero la tengo a cierta distancia, es una putada, pero al mismo tiempo es un privilegio el sentir el calor que insuflan desde la distancia gracias a ese mágico don que es la capacidad de amar con intensidad, con una intensidad que cruza autopistas y atraviesa muros de olvido fracasado, el disco lo enchufo a mis orejas a la mayor brevedad y vuestro recuerdo, el cariño y sentimiento que siento por mi familia pamplonica la enchufo a mis sueños en cuanto llegue a casa del curro y me meta en la piltra, poesia es el latido de los corazones de la gente grande como mis amigos, los que no tengo al alcance de la mano. Gracias de corazón, al final a sido un cumpleaños cojonudo.

RAFA dijo...

pues tu amigo debe estar muy contento de tener amigos asi. Una bonita entrada, con una bonita dedicacion. Gran descubrimiento este Aaron West.Un abrazo,

Jorge García dijo...

Lo estoy RAFA, creeme que lo estoy, soy un tipo con suerte.
Saludos.
Todavía no le he dado caña al disco, esta noche en el curro espero poder escucharlo o al menos oirlo un poco.

bernardo de andres dijo...

fORTUNA PARA TU AMIGO DE TEBNER REGALOS COMO ESTE POST