Conrad Shiner : Quiero que lo escuches

¿Recuerdas que sensación te produjo escuchar tu primera canción de Springsteen, de Dylan, de Tobias Samett, de Stevie Ray Vaughan…de cualquier músico o grupo que se ha imbricado en tu ADN para siempre?

¿Recuerdas ese momento único en que eres consciente de que estás ante una banda , ante un músico que te va a dar momentos gloriosos?

A mí me ha sucedido esto con el músico originario de Sharpsville, Estados Unidos, Conrad Shiner  y su disco de debut: “ The Lost Decade”.

Emocional, absorbente, poderoso. Cantado e interpretado desde el alma, vaciando ésta en doce canciones llenas de magia e intensidad, de sentimiento volcado en una suerte de exorcismo del corazón que te empuja a querer escuchar una y otra vez esta “Década Perdida”

Conrad Shiner lleva a los  que le  quieran escuchar a un viaje a través de folk-pop y el Rock N Roll atemporal.  A canciones que hablan del amor perdido y encontrado, de esos  sueños abandonados que nos aguardan en un cruce de caminos o en una calle de la ciudad a que tengamos el valor de ir a por ellos.

Son canciones que traducen sentimientos en palabras. La ternura, los lamentos, la crudeza de la vida que es y no debería de haber sido. De esos resbalones del alma que condenan al necio que los comete a un ostracismo emocional.

La década perdida es, en el fondo, un disco de  Americana, de sonido Roots y, desde luego, Rock N Roll. Es la historia de convertirse en el hombre que es uno mismo.

 Conrad Shiner es un tío normal, que es consciente de que la mayoría de la gente no se dedica a escribir diez años canciones por la noche y a  trabajar en una oficina de día. Y esa tensión provocada entre el deseo desnudo y necesario y el pánico a caer en fantasías adolescente mal asimiladas en la madurez, dotan a este disco de  un desasosiego inquietante y familiar y poderosamente adictivo.

Desde el delicioso comienzo con "Present Day ", en la que, toma prestada una línea hablada por el vagabundo Jake en la novela de Carson McCullers: "El corazón es un cazador solitario", Shiner canta, con el convencimiento de que lo que hace es lo único que es capaz de hacer más o menos bien, interpretarse a sí mismo, interpretar sentimientos y emociones en forma de canción.  Atraído por sus melodías limpias y las  corrientes subterráneas del Rock N Roll más poderoso , ese que hunde sus raíces en sonidos creados por músicos como Bruce Springsteen o el mejor, el primer, Ryan Adams, hicieron crecer para que tipos como Shiner, exploten y nos hagan vibrar.

Shiner se obstina en lo que significa ser una persona, atrapada entre el  lamento diario de lo que uno pudo ser y no es, nunca será. Y  la poderosa ironía, teñida de humor y risas mezclada con nostalgia de ese que se cree que aún tiene tiempo o, mejor, de ese que se inventa, socarronamente, su propio tiempo.

Y siempre, la música está ahí, no sólo detrás de las letras,  sino envolviéndote en luces, en  ritmos juguetones. Shiner  es capaz de transceder ese absurdo estándar de los músicos profesionales y creer en el Rock N  Roll, haciendo veraz el  proverbial  grito de: "Uno, dos, tres, cuatro!".

Óyete “I Was Too Young”, “Westinghouse”,  “Ice Gas Beer”, o “Say Goodbye for Me” y sentirás el Rock N Roll, la passion y el alma a bocajarro.

Conrad Shiner escribe en la portada de su escueta página oficial: I wrote some songs, Then I sang them, while a bunch of fantastic people, sang and played instruments, and recorded the whole thing, Now it's an album called The Lost Decade, I want you to hear it….Pues eso…