La ilusión, la emoción, las cosas
pequeñitas que son capaces de cubrir el cielo son tan fáciles o difíciles de
alcanzar como uno desea.
Desde luego que se puede soñar
con una vida de lujo y bacanal, con mansiones y viajes jet-set. Se puede exigir
ese derecho a lo extraordinario del mundo que, al parecer, viene con el ADN, y
no, yo no lo encuentro. Y las mejores personas que conozco, también carecen de
él.
Porque, en realidad, lo extraordinario del
mundo, no son noches lujosas en hoteles de 1900 euros la noche, ni humillaciones
de aquellos que les tienen que servir y aportan a ese ego embarrado y mísero su
dosis diaria. Prefiero, necesito más bien, hablar de algunas de esas personas
maravillosas que conozco. Personas maravillosas que compartieron conmigo unas
horas de puro, puto y acojonante Rock N Roll. Personas que vieron hombro con
hombro y cerveza con cerveza esos momentos mágicos que cambian la vida de la
gente, por unos momentos que pueden ser eternos. Personas a mi lado y
personas maravillosas sobre el escenario. Gente que para muchos, siempre o casi siempre, han sido considerados
músicos de segunda. Esos que imitan a los “graandees” y que nunca llegaran a
llenar estadios, ni alcanzaran esa gloria multitudinaria de la que otros gozan.
Y ni puta falta que hace.
Y es que The Quireboys y Willie Nile cubren el cielo que yo necesito mirar cada día. Dan viento a mis alas con cada canción arrancada del alma y ofrecida a todos esos cabrones afortunados que tuvimos la puta fortuna de tocar esa gloria segundona de músicos gloriosos. De autores de corazón, de gente que se cree lo que hace, que disfruta, ¡¡caguen dios!!, con lo que hace y por extensión, hace disfrutar a los que, a dos pasos de ellos tuvimos la suerte de pasar unas horas de memorable y decadente Rock N Roll.
Miraba las caras de la gente, buena gente, os lo aseguro, y los veía sonreír, del mismo modo que yo lo hacía. Sonreían porque en esas horas, no eran sólo ellos, eran sus vidas brillando, saltando, bailando, emocionándose, sintiéndose mejores y, por lógica, siéndolos. Olvidando los grandes y los pequeños problemas, creciendo desde el alma y tocando las estrellas.
Spike con un pie roto o casi, se marcó, junto al resto de Quireboys un show memorable. Con un par tío. Otros suspenden la gira por un catarro y tú te pegas dos horas en escena, casi como Papá Legba, con un puto vudú que te tuvo de pie y haciendo Rock N Roll desde las tripas.
Willie Nile, ante un reducido grupo de personas, levantó el puto teatro donde actuaba a base de coraje, corazón y cojones. Nos emocionó, nos puso de pie, nos hizo sonreír, nos regaló luz y abrazos y maravillosas sensaciones a nuestros corazones y a nuestras caras.
Nueve músicos en dos días distintos. Nueve profesionales que arrancan chispas a sus instrumentos; pero, sobre todo gente encantadora. Personas luminosas y cercanas. Aquellos que pudieron llegar a ser y no lo fueron, o no les dejaron, o no quisieron.
Puro Rock N Roll, tan necesario como el aire que respiro, Tan intenso y adictivo como la buena gente, mi gente... Con quienes compartí esas cuatro horas gloriosas al margen del mundo real. Me llevo abrazos, promesas de más música por parte de gente grande que nunca llenará estadios...¡Me llevo un discazo de Los Beatles maravilloso..gracias tron!
Y ahora.... A por todos los demás.
4 comentarios:
Vaya conciertazo , como debiste disfrutar !! Muchas ganas de los nuevos trabajos de ambos. Un abrazo,
Dos de los grandes, ellos y vosotros, me llevo el abrazo honesto de Willie el cariño de Spike y sus chicos, un monton de sensaciones, risas, emociones... Me llevo Mona Lisa Smiled ¡¡¡buffff!!!...ese vinilo de los Beatles que escucharemos siempre con un cariño de la ostia ¡¡¡Eiii amigo, pronto nos volvemos a ver!!!
Un abrazo enorme para los dos rockeros que arrasaron las garimbas del Antzokia!!!
Suerte que tienes. L etengo muchas ganas al nuevo de Willie Nile a ver si supera el anterior
Esa buena gente que te llena el corazón de burbujas que acarician las visceras cons su subir y bajar, burbujas de cerveza, de corona, como hubiese disfrutado del de Nile...
Abrazo eterno.
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