lunes, 4 de febrero de 2013

Discos Olvidados: MOTÖRHEAD “Another Perfect Day”


En este repaso a esos llamados “discos menores” que me ha dado por reivindicar éstos últimos días, hoy le toca el turno al disco de la discordia.  Al innombrable.  Al bastardo que, a ojos de los metaleros más duros, convirtió de la noche a la mañana a una bestia sucia y grasienta de poderoso rock and roll como Motörhead, en una bestia de poderoso rock and roll, a secas.  La grasa y la suciedad quedó momentáneamente en un segundo plano por obra y gracia de un pequeño pelirrojo de terrible carácter llamado Brian Robertson, que acababa de aterrizar en el universo Motörhead procedente de Thin Lizzy, con quienes había acabado como el rosario de la aurora.  Igual que los propios Motörhead lo habían hecho con el inimitable Fast Eddie Clarke.

Como por arte de magia las canciones sonaban más “limpias”, los solos de guitarra eran más numerosos, largos y melódicos, lo cual acarreó no pocas quejas entre los incondicionales de la banda.  Recuerdo que la controversia fue enorme en aquella época.  Pero seamos serios, aún con “Mr. Fairy” Robertson en sus filas, Motörhead sonaban mucho más sucios, amenazantes, y ruidosos que cualquiera de las bandas rivales. Probad a escuchar de una tacada ese demoledor inicio que forman “Back At The Funny Farm” y “Shine”, y atreveos a afirmar sin que os tomen por locos que eso que suena no es Motörhead.  O cañonazos como “Marching Off To War”, “Tales Of Glory”, o “Die You Bastard”.  Y si prefieres la típica cancion de Lemmy lenta y arrastrada en plan “Metrópolis”, ahí tienes “One Track Mind”.  Entonces, ¿a que venía tanto jaleo?.  Pues la verdad es que no lo sé, quizás varias eran las razones:  la imagen de Brian Robertson y el hecho de que venía de Thin Lizzy, el “cambio” de sonido, o tal vez la inclusión de tres canciones un tanto atípicas, y que curiosamente son de las mejores del disco:  “Dancing On Your Grave”, “Another Pefect Day”, y “I Got Mine”, en las que el nítido sonido de Robertson, unido al zumbante bajo de Lemmy y al bombardeo constante de Phil Taylor, crea algo distinto difícil de explicar.

Las “hazañas” de Brian Robertson fueron tan numerosas en ese escaso año que acabaron con la paciencia de Lemmy, y al final le dio la patada.  Es que era lo lógico.  Lo que me extraña es que aguantaran juntos durante todo un año.  La personalidad de Robertson es como la de Axl Rose pero multiplicada por diez.  Se negaba a tocar canciones antiguas.  ¿Alguien se puede imaginar un show de Motörhead sin “Ace Of Spades”, “Overkill” o “Bomber”?  Pues ocurrió.  ¿Que alguien le miraba mal?  Pues le partía la cara.  ¿Que un tipo le molestaba en pleno show?  Naaahhh… ningún problema, tan solo dejaba de tocar y saltaba al público para darle de hostias al infractor. ¿Que los heavys iban con melena, chupa, cuero y tachuelas?  Pues él se ponía una cintita en la cabeza, llevaba el corte de pelo más terrible de los 80, calentadores de gimnasio en los tobillos, y vestía americana (yo creo que solo por provocar), con lo que los gritos de “maricón, maricón…” en directo eran constantes, y entonces dejaba la guitarra y volvía a saltar (que fue lo que ocurrió en la gira española, además de en otros muchos conciertos, of course).  Era como un círculo vicioso.  Lo cojonudo de todo ello es que el pequeño pelirrojo abulta casi lo mismo que Angus Young, con lo cual deduzco que es cierto eso de que los pequeñitos cuando se cabrean son los peores……

El caso es que esa banda nos dejó un gran disco, incomprendido aún hoy en día (aunque ultimamente descubro que cada vez tiene mayor reconocimiento, o quizás sea que antes quedaba mal decir que te gustaba el disco).  Pues nada, voy a volver a pinchar “Shine”, en mi opinión una de las mejores canciones de Motörhead.  Salud.


5 comentarios:

Gonzalo Aróstegui Lasarte dijo...

Un discazo, así de claro. Las polémicas no musicales son pura coyuntura, el arte verdaderamente bueno las sobrevive y las hace ridículas.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hola, pienso que es un fantástico disco, que aportó una sonoridad nueva para Motorhead. Mereció muchísimo más, pero los que lo disfrutamos somos afortunados.

Alberto

Jorge García dijo...

Lo recupero, lo tengo en casa y no se el tiempo que lleva olvidado en el montón...
Gracias por recordarlo.
Abrazo.

[Juan Jose] dijo...

A mi me ha gustado mucho, es una gran sorpresa, me gustan los Motorhead un poco menos sucios, jeje.
Me ha recordado lo que me paso con Load de Metallica, otro disco que no esta bien visto por los puristas pero es un discazo.
JJ

Anónimo dijo...

eS UN AUTENTICO DISCAZO. Y haber si de una puta vez se os mete en la cabeza que Motorhead no hacian heavy metal, hacian rock, wxcelente rock por cierto. gracias por todo mi gran Lemmy.r.i.p. ROCK AND ROLL