Tengo un amigo. Decir esto es un lujo para mi. No es fácil lanzar la frase y que ésta, además, sea verdad.
El lujo es, el verdadero lujo es poder asegurar que no es el único. Amigos. Algunos con los que he compartido ya, Jack Daniels, aunque fuesen la puntilla que deshizo la estantería un jueves loco hace ya semanas. Amigos a los que aún no les pongo cara pero, que sin embargo, hago míos. Amigos; esa pared en la que apoyarte, esa rama que te sujeta si cuelgas del acantilado, esa risa, ese abrazo...para mi, un puto lujo.
A mi amigo le enloquece el Rock N Roll más puro y primitivo. Ese que se adorna de tupé y brillantina, de guitarras de media caja y contrabajos, de chicas lollypop y faldas acampanadas que dejan ver candorosos calcetines adolescentes y rimmel y pintalabios rojo infernal.
A mi amigo el alma se le va tras los sonidos poderosos e inocentes de un Rock N Roll recién nacido. Esos sonidos que se amarraban con una mano gordezuela al Blues negro, que inundaba las almas blancas de todo aquel cuyo color del alma era lo que importaba, nunca, la piel, y, con la otra, los sonidos Country que inundaban el país y hacían de Hank Williams, Ernest Tubb, Jimmie Rogers o Glen Campbell unos ídolos indiscutibles.
Mi amigo adora los tupés que desafían la gravedad y esa extraña inocencia perversa que destilan las chicas rockers. Mi amigo, evidentemente, sigue alucinado con la última obra de John Paul Keith, se le escapa un lagrimón, como al Gardel, por no haber podido ver nunca a los Stray Cats y está alucinando, gracias a San Little Richard, el que se le haya cruzado en su camino el puto Jacob Jones y su puñetero disco: " Good Timin' In Waynetown " recién salido al mercado en este delicioso año de 1957...eeeehhhh...de 2013. La confusión es lógica si tenemos en cuenta que este tipo nacido en Crawfordsville, Indiana y que se ha pegado su niñez y adolescencia en ciudades de, Kentucky o Georgia y que ha hecho de, como no, Nashville su ciudad, ha parido un disco de poderoso Rock N Roll cincuentero teñido todo ello por los sonidos Country que, en sus obras anteriores eran lo predominante.
"Good Timin 'In Waynetown" combina los tonos de alt-country de, por ejemplo, Jason Isbell y las sensibilidades aceradas de l mejor y primer Rock N Roll en bruto de Chuck Berry.
Esta deliciosa combinación de estilos y actitudes hace de Jacob Jones un perfecto caballero sureño que busca en la pureza de la música la sonrisa en su cara y en la de la gente que escucha su obra.
Comenzando con el Rithmyn Blues cadencioso de " Now That I Found You", llegas al veneno sonoro que es " Play It Loud, Ray!" homenaje al gran Ray Charles. Grandes canciones, mucho sentimiento, la preciosa "Lost On The Ohio" la vacilona " My Girl Is Sweeter Than Yours", y, que en mi caso, la ostia, es la puta verdad. Y empapándonos, en definitiva de temazos que pululan por el disco como "A Little More Time" o la acojonante "Nothing Is Gonna Bring Me Down" y el absorvente Rock N Roll que es " Tennessee highway".
Jacob Jones se ha zambullido en su amor por la música saltándose estilos, modas y tendencias para llegar a la esencia de todo aquello que engrandece al ser humano, el amor, la creación, la pasión, el alma, en definitiva, peinada con brillantina, en este caso, y haciendo globos de chicle de esa manera indolente y pizpireta que tiene la vida, a veces, de hacer con los sentimientos.
4 comentarios:
Ya me has alegrado el lunes, tengo que escuchar esto atentamente !!!! please..... un abrazo,
Un puñetero gran disco si señor, Tu amigo tiene un gusto exquisito desde luego
Sabiendo de quien viene la recomendación me pongo a ello y le echo una oreja...los videos me han gustado la verdad y esque discos buenos no hay tantos y amigos así todavía menos, no me extraña que te sientas orgulloso de ellos, no es para menos, Un beso para todos ellos .
Alegrarte el lunes y todos los días que necesites tron y lo mismo digo del amigo Bernardo, el buen gusto pulula por los blogs...
Y se dice amigos, con mucha facilidad querida Carolynn..pero al final la realidad,y el azar nos empuja hacia caminos extraños y maravillosos donde uno se tropieza con gloriosos momentos que, ¡joder, ¿quien se lo hubiera imaginado hace años?
Amigos, amigas...otra manera de decir vida.
Un abrazo a todos y gracias por estar por ahí
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