Te advierto que el escrito que vas a leer a continuación contiene lenguaje y expresiones malsonantes, así como incitaciones al sexo y al satanismo. Es tu elección seguir leyendo o dejar de hacerlo. Es nuestro deber avisar antes de adentrarse en la lectura. Una vez dicho esto, y confirmando, por supuesto, que se trata de una broma, una cosa es segura: si has llegado hasta aquí, es porque has seguido leyendo. Y es que la naturaleza humana no puede resistirse a la curiosidad. Es inevitable. Basta que alguien nos diga algo así como: “esta puerta no se puede abrir, cualquier otra sí, pero ésta concretamente no, está terminantemente prohibido”, para que hagamos caso omiso y nuestra primitiva curiosidad nos obligue entornar la puerta para intentar descubrir que es eso tan misterioso que nos han prohibido ver.
Pues bien, algo parecido es lo que les ocurrió a millones de jóvenes norteamericanos que, un buen día, se despertaron con las tiendas de discos repletas de vinilos y CD’s en los que unas misteriosas pegatinas adheridas a las cubiertas de los discos advertían del peligro potencial que las letras o temáticas de sus grupos favoritos podían causarles. Y claro, como no podía ser de otra manera la juvenil multitud se lanzó sin cuartel a la compra de esos discos “prohibidos”.
Muchos recordaréis aquella majadería, la mayor persecución censora contra el mundillo musical que se ha dado en la historia. O cómo Tipper Gore, esposa del ex-vicepresidente Al Gore, decide fundar el Parent Music Resource Center (PMRC) junto con otras esposas de congresistas y senadores, a fin de concienciar a los padres sobre la “tendencia cada vez mayor de los artistas en mostrar en sus letras explicitamente el sexo y la violencia, o que glorifican el consumo de alcohol o drogas”. Las soluciones propuestas iban desde lo absurdo (la impresión de las letras en la contraportada), hasta la censura pura y dura (sustituir o tapar determinadas portadas). Finalmente se acordó con las compañías discográficas el uso de un adhesivo en los discos que informase sobre el contenido de la letra del disco en cuestión. Asimismo tras meses de presión sin cuartel por parte de dicha organización, el Senado inició una serie de audiencias a fin de investigar lo que el PMRC demandaba. Frank Zappa, John Denver, y Dee Snider (toma ya!!) se encargaron de la defensa de los músicos. Antes incluso del fin de dichas audiencias, la industria aceptó el uso de las pegatinas con el mítico “Parental Advisory, Explicit Lyrics” en los casos en que el PMRC lo demandara, dándose casos verdaderamente surrealistas, como poner la pegatina en un disco de Sonny Boy Williamson (el mítico bluesman que lleva muerto desde 1948) o en un disco de Frank Zappa que resulta ser… instrumental!!!! Se publicaron listados de canciones calificadas como “asquerosas”, se intentó el pago de un impuesto especial para los discos implicados, e incluso las compañías discográficas, ante lo que se avecinaba, intentaron disuadir a los artistas para que moderasen su lenguaje a fin de no crear problemas al PMRC (obviamente se negaron). Por su propia idiosincrasia, el Heavy Metal fue el principal damnificado, con bandas como Twisted Sister, Judas Priest, Ozzy Osbourne, WASP, Mercyful Fate, Motley Crue, AC/DC, Venom, Black Sabbath..... en el punto de mira de la asociación. Aunque también otros géneros musicales fueron investigados, el Heavy Metal estuvo a un paso de la censura.
Pero lo que a las compañías discográficas dejó boquiabiertas fue el efecto que toda esta movida tuvo entre el público, justo el contrario de lo que el PMRC pretendía. Cualquier disco con el adhesivo “Parental Advisory” se convertía en éxito de forma inmediata, mutiplicando sus ventas y haciendo millonarios a artistas y discográficas. Frank Zappa todavía se estará descojonando en su tumba, seguro. El PMRC es el responsable de que muchas decadentes estrellas del rock se convirtieran de la noche a la mañana en multimillonarios, y todavía hoy les están agradecidos. Incluso algunos artistas dedicaron alguna de sus canciones a este sinsentido (“We’re Not Gonna Take It” de Twisted Sister, “Hook In Mouth” de Megadeth, “Censorshit” de Ramones……., y otros menos conocidos: “Fuck The PMRC” de Pistolgrip.)
¿Y finalmente que fue del PMRC? Pues nada, en cuanto vieron que las ventas eran directamente proporcionales al número de pegatinas, se refugiaron en el agujero más oscuro y alejado de la civilización intentando pasar desapercibidos. No, en serio, el “éxito” de su iniciativa, fue el principio del fin para la organización. A día de hoy sus creadores se arrepienten de haber formado parte de todo aquello, incluso Tipper Gore y su esposo, el ínclito Al Gore (Premio Nobel de la Paz 2007, manda huevos…), han renegado de aquellos hechos declarando que “el PMRC fue un error”. Una vez mas se ha demostrado que, en cualquier ámbito de la vida, el intentar cualquier tipo de censura es algo condenado al fracaso. Que los políticos españoles vayan aplicándose el cuento.
7 comentarios:
Recuerdo perfectamente la pegatina y todo el revuelo que se formo. La tal Tiper Gore, durante un tiempo, parecia el diablo en persona. Menos mal que al final la musica perdura, y estos personajillos pasan al olvido. un abrazo,
Es curioso que la sociedad americana que practicamente promueve la violencia, como algo normal, y cotidiano, sean tan purtianos con el sexo, las opiniones religiosas o politicas que se salgan de su tiesto, en fin, solo somos humanos.
Saludos!!!
Estoy totalmente de acuerdo contigo, no hay como censurar para que se desee todavia con mas ganas lo prohibido...y ya ni te cuento si hablamos de sexo...se empeñan en esconder, cuando algunos de ellos....politicos...son los mas salidos, corruptos...menuda hipocresia de mierda ...¡¡¡joder!!! Sobre todo cuando a tod@s nos gusta el sexo....O A TI NO???
Una auténtica maravilla si tenemos en cuenta que uno de los "brazos fuertes" era la mujer del progresista y "ecologista" Al Gore. La declaración de Dee Snider pasará a los anales de la historia del rock, maestro para siempre.
Dices bien, una de las grandes majaderías de la historia.
Es que esta pegatina esta obsoleta.Primero porque con la cantidad de estupideces que dicen los politicos , se deberian aplicar a ellos.
Segundo: Cuando ves la basofia que echan en la television ,con parasitos analfabetos!
Y tercero , a la junventud la pegatina no se la puedes pegar en un a descaega en mp3 y menos en una ilegal!!!
Que tiempos, se echa de menos estas cosas!!!quien lo hubiese dicho.
A+
Se convirtió en un símbolo subversibo. Incluso creo recordar ver alguna camiseta de la pegatina. Es estúpido censurar la música con una pegatina. Fue una idea acojonante. Mis padres nunca me han acompañado a comprar un disco o ni siquiera miraron nunca una carátula de los que tenía. Solo indicaba qué era aquello más o menos deslenguado.
Un saludo.
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