lunes, 23 de abril de 2012

Styx : Paradise Theatre




América estaba saliendo de la loca y liberal década de los setenta para adentrarse, o despeñarse, en la reaganiana, ultraconservadora y cadavérica de los ochenta. A punto de aterrizar en una crisis de proporciones desconocidas por los felices moradores de los setenta.
 Llegarían los recortes, los despidos, las quiebras, el Sida, la censura, las guerras encubiertas, la cocaína se adueñaría de la napia de todo dios y el mundo se volvería, casi de golpe, más triste, más rancio y más cruel. Y eso que los setenta no adolecían de todo esto..pero, al menos, había creatividad.

En los ochenta, ésta brillaría en contadas ocasiones y alumbraría, menos mal, la soledad de todos aquellos que presenciaban la ominosa sombra de ese leviatán terrible que daba sus primeros pasos y que hoy en día, es un adolescente hijoputa lleno de miseria y resentimiento. Pero de este mundo de hoy en día no versa este post, sino de cinco tíos que le vieron los dientes a todo esto y grabaron uno de los álbumes más maravillosos del siglo XX.“Paradise Theatre” es el onceavo disco de la banda norteamericana Styx. Grupo este que ya conocía las mieles del éxito, no por nada llevaban tres triples discos de platino de discos anteriores y eran mayoritariamente aclamados en los U.S.A.

Pero, la banda no quería pararse ahí. En esa Arcadia de papel maché donde se acomodan tantos grupos. Así que se dispusieron a crear una obra conceptual en donde se contaba la historia de la aparición, auge, decadencia y clausura de un lugar idílico y lleno de magia que atiende por Teatro Paraíso, ubicado en la ciudad de Chicago y que los Styx utilizaban como metáfora para contar el doloroso tránsito de América de la década de los setenta a los rancios ochenta.

Las once canciones que componen la obra son toda una clase magistral de cómo se debe componer, arreglar, interpretar y grabar un disco. 
No hay una canción de relleno, no hay fisuras ni bajones creativos e interpretativos. Desde esa intro que abre paso a esa maravilla titulada “Rockin´The paradise” soberbiamente interpretada por un Dennis DeYoung en estado de gracia y un Tommy Shaw a la guitarra solista que te pone los pelos como escarpias, a ese "Too Much Time on My Hands" interpretada por Tommy Shaw con ese  sonido cercano al omnipresente sonido Disco que también se advierte en  "Nothing Ever Goes As Planned" con un brutal solo de saxo alto de  Steve Eisen. Ésta da paso a la obra central del disco, una de las más hermosas canciones compuestas en el siglo XX, al menos para mí. "The Best of Times"  está llena de amor por la música, deseas estar enamorado para poder, aunque sea, grabar, cantar ya es pedir mucho, esta belleza a esa chica de tus sueños.

Dennis DeYoung está en estado de gracia. ¿Alguien se ha parado a pensar en la hornada de cantantes que dio Norteamérica en la década de los setenta? Dennis Deyoung, Rik  Emmett, Gil Moore, Steve Perry, Kevin Cronin, Brad Delp, Bobby Kimball…etc y esto de memoria, que seguro que me dejo muchos y muy buenos.
Las canciones en esta maravilla se suceden con un creciente asombro aural. “Lonely People”, "She Cares", con ese toque tan Springsteen tamizado por el sonido A.O.R. James Young, Dennis y Tommy se turnan en lo vocal al tiempo que los hermanos Panozzo, Chuck y John, ofrecen un poderoso colchón sonoro con el bajo y la batería.
Por cierto que la canción “Snowblind” tuvo que sufrir la estúpida polémica que la petarda ultraderechista de Tipper Gore y su patético PMRC, denunció que el tema contenía, ”Sigh” mensajes satánicos ocultos. Cuando en realidad era un apunte al creciente consumo de cocaína en los U.S.A.

Hacían bien los Styx en denunciar la deriva moral en la que estaba cayendo su país. El ejemplo de esta estúpida polémica era una buena muestra de ello.
Si te escuchas el disco ahora, sigue sonando fresco, rotundo, emocionante y lleno de grandes canciones..¿Qué más se puede pedir de un álbum?
Daros un paseo por la calle Recuerdo y, con suerte, hallareis una callejuela que lleva directamente al Teatro Paraíso. No lo dudéis ni un instante....pillaros una entrada.   



5 comentarios:

Rafa dijo...

Tras semejante crónica, imposible no escucharlo. Vamos a ver...

A nivel artístico y cultural, los 80 también trajeron cosas buenas, pero está claro que los 70 auguraban un cambio global de peace & love que quedó en agua de borrajas.

¡Un abrazo!

Rafa dijo...

pues si, vaya defensa !! lo minimo que podemos hacer es escucharlo con atencion, la verdad es que no los conozco. Saludos,

Unknown dijo...

Excelente introducción sobre el atraso en el que estaba sumergido Estados Unidos en los 80. Una década mala, sólo comparable a la de la Administración Bush padre y Bush hijo. Sobre la banda, decir que me gusta, pero es que si hay algo que había en los 80 era competitividad, una lástima que no gozaran de más suerte. ¡Un abrazo!

Redacció dijo...

Tras semejante reseña no puedo más que descubrir este grupo que desconozco, el tema de la primera canción es muy bueno. Parece que las cosas no han mejorado mucho desde los 80, ni ha nivel moral ni ha ninguno, buenos músicos siempre habrá, Styx son muy buenos. Saludos

Jorge García dijo...

Joder tío que post mas bueno, el disco es una POM, de lo mejor que se ha grabado, coincido con todo lo que dices, suele sonar muy amenudo en mi casa y lo hace (sonar) tan de puta madre como el primer día. Gran recordatorio y llamada de atención.
Un abrazo!