Matt Edwards & The Lonely: Sudando Pasión Y Millones De Gotas De Rock N Roll

Sé que me repito. ¿Acaso no lo hacemos todos? Mi manera de escribir, este atropello de frases y metáforas gastadas definen mi pensamiento, o casi. El camino de mis neuronas a estos bichos negros sobre el blanco tratan de plasmar aquello que, lo que suena ahora, mientras escribo, en mi cabeza, me canta, me susurra, me grita, me sugiere, se expone desnudo ante mi señalando caminos hacia los que correr, hacia los que abalanzarme y estallar en un júbilo infantil y ausente de nada más que risa, baile y apasionado deseo de volver a escuchar esa canción, esa intención, ese deseo que canta mi alma y mi corazón. De los cuales hablo hasta la saciedad. Así como hablo hasta el atosigue de lo apasionados, honestos, poderosos en su actitud e intensos que son los autores que se pasan por este blog.

Osea, me repito.

Pero constato que, de manera natural y nada intencionada, se podría decir que nos hemos especializado en autores que tienen ese mojo, ese vudú que hace que las neuronas de la pasión y la rabia estallen en un baile eterno de jajas a la luz de la luna en un verano interminable o sudando en garitos a 40 grados que mantienen al invierno rondando en las afueras mientras en los adentros el alma se emborracha de canciones, de músicos cuyas estrellas navegan por el underground, alejadas de esos cielos donde el aburrimiento y el amaneramiento, las cabezas gachas y agradecidas por la pasta recibida, copan cada centímetro de firmamento.

Y me repito.

Pero es que tengo la necesidad de que vosotros podáis llegar a la misma sonrisa que yo. Y no con la enésima versión de aquella puta canción que tuvo su tirón hace diez años. O con los gestos repetitivos y cansinos de deidades que han olvidado el olor de su sudor en un escenario y el dolor de alma porque esa canción que te roe el corazón y la cabeza, no acaba de salir, no acaba de nacer.

Y, claro, me repito.

Pero, ¡¡joder que placer poder presentaros a bandas como esta!!

Matt Edwards & The Lonely. O, lo que es lo mismo, apasionado, intenso, honesto y poderoso Rock N Roll. " Leave The Bottle" es el  primer LP de la banda de la histórica Roanoke, en Virginia. Trás un Demo de cuatro canciones, donde ya se cantan temazos como " Clinton", "Debt" o "Smoke", recuperados para este discazo, el cuarteto norteamericano nos regalan esta maravilla de doce canciones que cabalgan por montañas y llanuras, valles y costas de   Alt. country, Americana, Roots Rock, Rock N Roll y  Southern Rock.

 Mike Ramey a la guitarra, Jeff Hoge al bajo y  David McNair a la batería elevan a los cielos a la poderosa voz y la guitarra rítmica de Matt Edwards en canciones tan apabullantes, intensas y anímicas como " This Ain't Love", "Debt", "Don't Wanna Drink Alone", las hermosas y desnudas "Girl" y "City" y temazos como "Kiss" ¡que punteo la ostia!, "Come Up Swinging" o, ¿hace falta decir más?, "Rock N Roll".

Emparentados, emocionalmente, al menos para mi, con gente como Lucero, pedacitos de Dan Baird o Blackberry Smoke, Matt Edwards & The Lonely nos regalan gloria y pasión en cada puta canción del álbum, sin rellenos, sin bajar la intensidad y la calidad de los temas...corazón y pasión amigos y amigas.

Y repito, una y otra vez el disco, una y otra vez, riki, raka, riki, raka, repito y me repito, riki, raka, riki, raka.

Porque merece la pena exponer y exponerse. A grupos como este a las orejas de todos los que estáis ahí fuera y a vuestras críticas por hablar siempre del mismo tema, utilizando las mismas palabras, dejando clara la necesidad de dar luz de estrellas subterráneas a grandisimos músicos, grandisimas canciones y enfrentar, así, el talento contra la burguesía y el apoltronamiento, la pasión contra la reiteración, la vida contra el mortal aburrimiento.

Y me repito.

Riki, raka, riki, raka, una y otra vez, canción tras canción, músico a músico, Riki, raka, riki, raka, y sonrío, sonrío como sólo me puede hacer sonreír una buena canción o mi sol de medianoche.

Y me repito.

Riki, raka, riki, raka.