miércoles, 28 de marzo de 2012
Otis Gibbs: Palabras como tormentas
Se está dando la curiosa, y feliz circunstancia, de que pareciera que seguimos ese magnífico blog que es Los Hijos bastardos De Henry Chinaski. Si hace una semana Edu, habló de Shooter Jennings, y al poco lo hicimos nosotros, esta vez seguimos las huellas y el buen gusto del factótum de los hijos bastardos y también nos aprestamos a hablar de ese músico de voz terrosa y retumbante, letras comprometidas y llenas de verdad y temas que te atrapan el corazón.
Originario de Indiana pero afincado actualmente en la ciudad de Memphis, Gibbs ha sido constantemente comparado con Woody Guthrie, Bob Dylan, Bruce Springsteen o Steve Earle.
Estos comparativos no le ha servido de nada al músico ya que se ha mantenido desde el lejano 2002, fecha en que publicó su primer disco “49th and Melancholy “, en un discreto segundo plano. Batallando cada canción con un mensaje, una denuncia, una ostia en la mesa de la vida.
Y es que las letras de Gibbs son maravillosas, poderosas en lo literario, arrolladoras en sus historias y llenas de amor por los tipos corrientes, por los caídos, por los dolientes, por todos aquellos de los que nadie se acuerda.
No en vano, el músico y activista Billy Bragg consideró la canción "The Peoples Day" como una de las cinco canciones con mensaje mejor escritas del mundo.
Estando en las fechas que estamos, tan cerca la huelga de mañana, con tanta miseria por nuestras calles y tantos miserables en las poltronas, letras como “Don´t Worry Kid”, con frases como: No te preocupes hijo, no hay nada malo en ti, no puedes trabajar, todo estamos llenos de dudas” que encadena su temática con otra maravilla de este maravilloso disco llamado “Harder Than Hammered Hell”, como es en «The Land Of Maybe» con frases como esta: “Vivimos en una duda constante. Entre dos aguas. No sabemos dónde estamos ni hacia dónde vamos. Es duro, pero es así”
Y la cosa sigue en temazos como “made To Break”, “Christ Number Three”, “Dear Misery”, hipnótica canción con cierta reminiscencia a la Credence Clearwater Revival o “Blues For McKensie”.
En once canciones, Gibbs pone el dedo en la llaga de las cosas que siguen sangrando, por mucha tirita de diseño con que se le quiera ocultar. Y también señala la diferencia que supone, en las caras de esos hijos de puta que consideran al mundo como su propiedad particular, una sonrisa, algo que ellos no son capaces de componer, de una hiena que está enseñando los dientes.
Otis Gibbs camaradas, una buena banda sonora para tomar el palacio de invierno.
Otis Gibbs: Dear Misery
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
pues lo voy a recuperar, porque el anterior me gusto muchisimo, pero este se me hizo un poco monotono.. quizas no tenia yo el dia.
un saludo,
Portada buenisima.Ahora toca escuchar con atencion!
Gracias my friend!
un abrazo
Buen disco, pero creo que el anterior es mucho mejor que este. En mi opinión. Ya saben, para gustos colores.Saludos.
No le conozco, pero con esas comparaciones que le hacen tiene que ser la pera, en cuanto pueda le echo un oído, el último de Jennings me ha gustado bastante, mucho mas que The wolf.
Un cordial saludo.
Si este nuevo album suena de pelos como sera el anterior del que tan bien se habla por esta casa
Gracias por acercarlo hermano rojillo
Un abrazo
Publicar un comentario