La lluvia susurra despacito que
pronto se hará señora de cada calle, de las hojas de los árboles que, poco a
poco, tornarán su color al sepia y cantarán su canción entre crujidos y un
viento que las hará bailar y viajar a lo lejos, entre nubes de un gris cambiante
y horizontes que se oscurecen en un parpadeo.
Mis pies caminan hacia el otoño.
Mi alma se ancla a un verano interminable; mis ojos, se cuelgan, para siempre,
del azul de la vida, de un cielo por encima de lo gris del mundo. Y mis orejas
y mi corazón, ansían una banda sonora que le haga justicia a tanta maravilla, a
esa grata sensación de sonrisa agitada por un viento de otoño.
La música de The White Buffalo. O
mejor, el alma de Jake Smith se te clava como la primera gota de lluvia de
otoño, como el primer susurro de viento entre las hojas de un árbol que cerrará
los ojos hasta la primavera, como esa luz que va disipándose, poco a poco en
las horas del día y vuelve tu alma como esas hojas que caen, despacio, en un
susurro, en una canción que habla de salidas, de continuar, de silbar en
atardeceres que son paseos interminables, de que pasará cuando me vaya,
definitivamente, de redención, de Joey White, y su historia con Jolene, o lo
que es lo mismo, de esa historia de amor interminable que siempre ha existido,
y existirá siempre. Encarnada en esta obra conceptual que, Jake Smith, a la voz
y la guitarra, Matt Lynott a la batería y Tommy Andrews al bajo, crean en su
nuevo disco “Shadows, Greys and Evil Ways” por estos trasuntos de Odiseo, o
Ulises, como prefiráis y su necesidad de regresar a Ítaca y a su amor,
Penélope.
Tras “Hogtied Revisted” del 2009 y “One Upon a
Time in the West” del 2012, Jake Smith se ha embarcado en una historia de amor
crepuscular. En la historia de amor que define las historias de amor. Con una
ambientación de película de Peckimpah, o de las últimas de John Ford, el músico
de Oregon sublima toda esa emoción que desborda a cada verso que grita en
catorce intensas canciones que duelen, que emocionan que queman el alma del que
siente, del que sabe que la batalla por llegar a los brazos de la persona amada
merece la pena, que, incluso el sueño de la muerte es bello si sueñas con ella.
La poesía de Jake Smith, bramada con
esa poderosa y maravillosa voz. Ese tono luminoso y lleno de un dramatismo y
una rabia que se desata cantándole a la fe en la tormenta y a los hombres muertos, a los
ocasos, a la luz que se pierde, a la que se gana a golpes, con dolor, con dicha
por estar vivo, por no ser aquel que meten en la caja, en el vacío de un
agujero que se llama olvido, queda plasmada con guitarras que se lamentan, que
gritan, con banjos que sonrien, con bajos que sostienen el mundo y con baterías que suenan como el corazón del hombre que canta desde más allá de este universo. Todo se abalanza hacia tu vida, interpretado en desbordantes
maneras de entender el Rock N
Roll, el Country Outlaw y un poderoso e intenso Folk - Rock.
Los ojos se cierran escuchando
“The Getaway” “Fire Don't Know”, “#13”, “Pray to You Now” y el alma renace con
ese estilo tan Shawn Mullins de “Joey White”, con “Whe I´m Gone” con “Set My
Body Free” con “ Redemption# 2” con esa preciosidad que es “Don't You Want It”.
Los ojos y el alma son otoño y “Shadows,
Greys And Evil Ways” es su banda sonora.
4 comentarios:
Un muy buen disco que me ha tenido unos días pendientes de su giro, la verdad es que el año esta siendo bastante bueno, y gracias en parte a las tendencias mas countries y folks...
Entradaca como siempre amigo/maestro.
Abrazo enorme...
Me envuelve su voz como tus palabras TwoHeads, quiero un verano que termine suavemente para comenzar un otoño de corazones que palpitan juntos en busca de calor y color, de carreras sobre hojas que crujen bajo mis pies, anhelo ya ese otoño de mi recuerdo, solo mío, y que mejor que este grupo para acompañarlo en sus dias y noches.
Un beso, de tantos
Si, se avecinan tiempos en que esta música va a venir bien. Recogidos frente a la chimenea recordando la luz del verano. Tipo interesante.
Saludos,
JdG
Genial artículo sobre la música de white buffalo.
Como a ti, me fascina su música.
Un saludo.
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