viernes, 29 de noviembre de 2013

Glenn Yoder And The Western States: Existen Canciones Que Suenan Como El Viento En Los Desiertos



La vida es impredecible. Por más que nos empeñemos en recolocarla continuamente a nuestros pies o caminando,fuertemente sujeta por la correa de nuestros miedos y nuestras aprensiones. La vida es aleatoria, ilógica, caótica. se aleja de nuestros razonamientos como nuestra sombra se va alejando de nosotros si pretendemos atrarparla.

Todo se desdibuja. Quien sabe que puede acontecer mañana. hay gente idiota que cree que todo debe ir encaminado desde su punto de vista sin considerar que nada de lo que haga por desequilibrar esa vida aleatoria, va a servir para nada.
Ahora vivo en nombre propio esa incertidumbre, ese vértigo, esa zozobra de no saber hacia donde van a ir las cosas mañana o pasado mañana.
Por ello, es un lujo, un placer y una necesidad, toparse con un tipo como Glenn Yoder y sus Estados Del Oeste.
Glenn Yoder: Voces, guitarra, Jeff Katz: Guitarra, voces, Josh Kiggans: Batería, Cilla Bonnie: Bajo y voces y  Brooks Milgate: Piano, organo, son un fantastico grupo proviniente de Boston y Dallas que realiza un sonido brillante, eufórico, susurrante, arrebatador.

Canciones que enamoran, que embarcan tu corazón en un viaje delicioso hacia desiertos reales e imaginarios. Canciones que siguen la estela de su primer disco, el también maravilloso "Okono Road" del 2009. Este "Javelina" posee esa dulzura, esa complicada sencillez y ese crepitar del alma que algunos músicos albergan en su interior y que envuelve tus orejas y tu corazón en canciones preciosas como "Everything You Want", " Pretty Little Girl" o " Like a Radio Song". Canciones que no inventan ni aportan nada al panorama musical pero que si le dan a tu alma ese viento necesario que inflen sus velas hacia horizontes necesarios. Hacia futuros de plastilina, de esos que tú puedes moldear y que nadie te va ha arrebatar.
Javier Cercas decia que estamos construidos de memoria. Pero tambien de pasos, pequeños o de grandes zancadas y una memoria que deja pasar a lo nuevo, a la vida a un mundo que cambia a cada segundo. Mientras respiremos, que decia el señor Sanz, mientras me alumbre ese delicioso sol de medianoche que siempre amanece a mi derecha, mientras haya canciones como las que hace Glenn Yoder...las cosas no van mal..nada mal. 












martes, 26 de noviembre de 2013

Dan Baird And Homemade Sin: Carta A Charles De Batz De Castelmore

Mi querido amigo. Hoy, al parecer, es día de maravillas y grandes noticias. Recibida tu carta, una carta  que deseaba tener en mis manos y almacenar para siempre en el corazón desde hace...¡¡joder, demasiado tiempo! .
Llega tu carta a la vez que que llega el nuevo disco de un músico por el que sentimos amor y pasión incondicionales...¿Es o no es una señal de ese cielo que no existe?
Saber de ti y saber que estás así ha sido de esas cosas que le aceleran el corazón a uno y le arrancan una sonrisa que, me temo, será perpetua en el día de hoy. Sólo con  eso, hubiera bastado para que las habitaciones de mi vida hubieran adquirido una luminosidad y un delicado calor de sol de otoño absoluta y deliciosamente reconfortante. Pero es que el destino, socarrón y pillo cual Planchet, me ha obsequiado, 
además, con el nuevo álbum del queridisimo Dan Baird y sus Homemade Sin.
Doce canciones en un disco que, conociéndote, también tendrás en tus manos e, imagino, habrán puesto gasolina hirviendo en nuestros corazones y nuestras orejas para toda la semana.
Como imaginarás, la banda sigue más o menos igual: Dan Baird (voz y guitarra), Warner E. Hodges (guitarra y voz), Keith Christopher (bajo) y Mauro Magellan (batería) Y las canciones poseen esa alma rabiosa y socarrona que los músicos han sabido imprimir a esos temas atemporales llenos de raíces de los variados y granados músicos de Rock N Roll de todos los tiempos. Yo huelo a The Faces, a Bob Seger, A Humble Pie, a Ian Hunter, a The Beatles, a AC/ DC, la mismísima "Fall Apart On Me" es medio australiana medio de Tennessee.
"Little Darlin'", sin embargo, es Honky Tonk rabioso y cargado de speed. Una declaración de como se puede ser versátil e intenso en cuanta canción compongas sin clavarte a un estilo o una estética.
Como cantan los Homemade y Dan: "All The Same" Si, joder, siempre lo mismo siempre vivo, siempre intenso, siempre sabiendo donde pones las botas, aunque tropieces, aunque caigas, aunque las madrugadas sean crueles y los pensamientos más putos se resistan a abandonarte aunque salga el sol,(no son vampiros tú). Canciones que son como la vida. Graciosa, intensa, rabiosa, preciosa, como "Thousand Little Pieces" que me ha robado el corazón este día tan bonito donde el sol de otoño aúlla una victoria esperada, pero no por ello menos sorprendente.
Me agarro a "Break Down And Cry" a "Baby This" a, sobre todo, "Outlivin'" que me ha arrancado el alma y la ha hecho volar por encima de esta ciudad siempre gris y atravesar doscientos kilómetros en pos de un vino contigo, mi querido, de un bourbon, un scotch y una garimba o tres mil, en otro puto concierto de Rock N Roll con risas y bailes con canciones tan maravillosas como " Wear And Tear".

Hoy es un día donde el corazón reclama espacio. Donde el alma necesita todo el cielo azul para volar y el sol nos calienta sobre todo a nosotros. Donde las canciones han sido compuestas e interpretadas para nuestro deleite. Donde la sonrisa es el escudo de armas que nos representa y la carcajada nuestro himno nacional. Hoy bordamos la bandera de nuestra vida con cada horizonte en el que amanece el sol y con él la vida que nos lleva. Hoy enterramos la pena y el miedo, la angustia y la incertidumbre malsana. Hoy nos ponemos de pie para siempre.
Hoy, mi muy querido amigo, comienza todo de nuevo por primera vez.











jueves, 21 de noviembre de 2013

Neil Gaiman, El Océano Al Final Del Camino...Borracho De Magia E Imaginación



"Yo era un niño normal. O lo que es lo mismo, era egoísta y no estaba del todo convencido de que existieran más cosas aparte de mi, y tenia la certeza -total, absoluta e inamovible - de que yo era lo más importante de toda las creación. No había nada que fuera más importante para mi que yo mismo." 
Estas frases pronunciadas, desde la distancia y el pensamiento de un niño de siete años, por el protagonista de la última novela del escritor inglés Neil Gaiman, definen una parte importante de la esencia de dicha obra y, por extensión, nos definen, en su mayor parte, a las personas. Todos esos pedacitos de carne y huesos que deambulamos por el planeta tan asustados, tan ansiosos, tan perdidos.
Para todos esos estados alterados y neuróticos de la existencia, Gaiman nos ofrece una dulce reflexión sobre la infancia, sobre la imaginación, los sueños, las perspectivas y sus alrededores. Esos que para  un niño de siete años pueden ser una aventura asombrosa. Y como algunas decisiones, aleatorias o meditadas, causales o casuales, condicionan la vida. Y, siempre, siempre...traen consecuencias.

Se dice de "El océano al final del camino" que es: "Una novela sobre el recuerdo, la magia y la supervivencia; sobre el poder de los cuentos y la oscuridad que hay dentro de cada uno de nosotros"

Es algo más. Es la obra que me ha reconciliado con un autor al que adoré en sus obras iniciales y al que ya daba por perdido por mor de una deriva creativa tan desigual como decepcionante.
Y esta decepción, o la decepción en si, es un virus terrible que, si anida en el alma de las personas, corrompe poco a poco algo tan precioso y necesario como la ilusión.
Somos, en demasiadas ocasiones, niñatos malcriados acostumbrados a historias maravillosamente escritas y mejor contadas. A los abrazos y los besos a la carta. A los discos de oro, sin canciones de relleno. A que siempre sea nuestro cumpleaños y nos alumbren soles veraniegos y nos acaricien brisas primaverales.
Y..¡Ay!, tan pocas veces suceden las cosas de ese modo. Así, enfurruñamos el alma, nos negamos a comer; hacemos lo posible para que las personas que nos quieren, y a las que queremos, se sientan miserables y, que ¡¡Joder, no escenifiquen, por lo menos su felicidad delante de nuestro compungido corazón!!

Así, tornamos nuestro corazón en veneno de critico implacable. Nos cargamos de argumentos y nos afanamos en desmontar al escritor, al músico, a esa persona que está a tu lado. Da igual que sea tu madre, que tu novia, que tu hermano o tu amigo...
Exigimos nuestra dosis de emoción, esa que nos procura satisfacción, y, si no es así, nadie a nuestro alrededor debería sentirla ¿no?
Tenemos tanto que aprender como seres humanos. 

Todos hemos sufrido miedos, terribles momentos que empujan a tu corazón a salirse del pecho. Miedos reales o miedos imaginados. Igual de terribles y asesinos. 
Gaiman me ha regalado momentos memorables en esta obra, que empezó como un cuento corto y ha terminado siendo una narración adictiva y sublime. En la cual nos introduce en una trama de la que no deseas salir, así como no deseas que la obra acabe, y que no acabe como temes que puede terminar. En ella sientes  una arrebatadora curiosidad por la maravillosa y femenina familia Hempstock, abuela, madre e hija de esa historia que cuentan de como llegaron al pueblo a través del océano, que en realidad, parece, o tal vez lo sea, un pequeño estanque, cuando su mundo estalló. Quieres, igual que el niño protagonista, saber de su vida, de que son en realidad, que hacen, y como hacen lo que hacen. Otra vez Gaiman trae esa imagen atávica de las tres parcas, las tres furias, las tres brujas, que ya utilizara William Shakespeare en sus obras. Y que el propio Gaiman dio voz y actos en su celebrada y absolutamente recomendable colección de comics: The Sandman.

Cuando llegas a ese final cerrado, algo desesperanzador pero tan dulce y emotivo de la obra, deseas que Neil Gaiman se volviera, y a nosotros con él, volviera a sumergir en ese mágico océano que alberga el todo. Aunque, para ello, haya que sortear monstruos
La fantasía y la magia deberían de ser imprescindibles en nuestra vida, aunque nos la prohíban por real decreto, o en consejo de ministros. Aunque las caras y las almas cabizbajadas con los que te cruzas cada día,  intenten quitárnoslas o nos digan que son tonterías,aunque crezcamos y la blancura del pelo se enrede en una vista cansada y te dificulte la maravillosa y mágica puesta de ese sol de medianoche que te da  esos deliciosos rayos de luz a los que siempre te podrás aferrar. Agarrarnos a la imaginación, a las palabras que salvan vidas y crean sonrisas. Igual que nuestro protagonista se agarra a  Ginnie Hempstock mientras el mundo se descompone.


lunes, 18 de noviembre de 2013

The Crunch:Haciendo Ruido Con Los Chicos




La nostalgia vende. Vende mucho. Esto es un hecho indiscutible. El mercado para gente de una cierta edad y un cierto remanente económico es tan amplio como vertiginoso en sus ofertas.
Imagino que es el paso y, sobre todo, el peso de los años el que impone ese deseo de aferrarse a aquel que fuiste, con todos los años por delante, ningún problema que no se pudiera resolver aparcado a un lado, para cuando tuvieses ganas y cojones de afrontarlo y la belleza y el ímpetu de la juventud pugnando en tu pecho y en la bragueta de tu pantalón.
La vida es, tantas veces, como el andar del personaje de Charles Chaplin...ese tim, tam,tam,tim donde lo enfrentado se normaliza. Un pie en el ayer el otro en el mañana, un pie en el recuerdo el otro en la imaginación..pam,pim, pim, pam...un pie en la esperanza y las ilusiones y el otro en el abismo, un pie en la casualidad y el otro en la causalidad..el apoyo del zapato en lo real se contrarresta y amalgama con el pie apoyado en el sueño...Recuerdos y presente se entretejen en un jersey que te quieres poner porque te recuerda muchísimo a aquel con el que le comiste la boca a ........

Pero, The Crunch no son nostalgia.Aunque se perfumen con un pachuli añejo y miren, algunos y recuerden, otros, años pasados.
Este supergrupo, absoluta y deliciosamente underground, ha arrancado emoción y sonrisas a este que suscribe. El compendio de canciones de su primer disco, discazo, más bien:"- Busy Making Noise" es toda una declaración de amor por el Punk, Power Pop y Rock N Roll de finales de los setenta y, sobre todo, de los primeros años ochenta. Años aquellos, que la mayoría de los integrantes de la banda vivieron y contribuyeron con su participación en míticas bandas del momento como The Clash, Sham 69, Cockney Rejects o The Lords Of The New Church, a darle forma a un estilo y una estética musical y, a veces, vital que hoy en día, mira tú por donde, uno mira con dulce nostalgia.

Terry Chimes, batería de The Clash y Cherry Bombz, Dave Tregunna al bajo en Sham 69 y The Lords Of The New Church,  Mick Geggus a las guitarras, en su tiempo en los  Cockney Rejects, y ese culo inquieto que es Sulo Karlsson a la voz y la rítmica, cantante de los Diamond Dogs, cantante en solitario, creador de tiras de comic, metido en más proyectos que tiempo tiene el tío..¡joder!, cualquiera diría que el tipo vive en un barrio de Estocolmo llamado Txantreastölm... me recuerda a cierto caballero que conozco.

La banda grabó este primer álbum en Londres. Y ese sonido oscuro y decadente, brillante y vitalista, sucio y vertiginoso que posee la ciudad, se cuela y entremezcla por los surcos y las canciones de este "Ocupado Haciendo Ruido", delicioso título para un disco adictivo y poderoso cuyas canciones vas devorando no con nostalgia sino con avidez ¡¡porque son muy buenas la ostia!! "Down By The Border", la deliciosa " Yesterday's Boys & Girls", " Remember Me Like That", la maravillosa "Floodlight"," Street Flavour" ,"Looking For A Blaze"...¡¡joder!!, las catorce del puto disco son un compendio de como se pueden hacer grandisimas canciones con un sonido definido y, que a la vez, suenen con esa atemporalidad que poseen las grandes canciones.
Grandes canciones, grandes momentos..tres minutos que paran ese tiempo y esas obligaciones. Esa vida que se te abalanza y te empuja a cosas que no necesitas ni deseas...The Crunch...ese momento Kit-Kat...


The Crunch:Looking For A Blaze


The Crunch: Floodlight





miércoles, 13 de noviembre de 2013

Bob Seger: Dos Canciones Pegadas A Mi Alma



Cuando la música, como esa vieja casquivana que es, pierde sus días en monsergas aburridas, que, a la gente que llevamos este blog no nos aporta ni nos importa un carajo, es bueno saber que en las esquinas del corazón, siempre bullen melodías que se entrelazan con recuerdos. Imágenes, momentos, noches y días que esa puta canción te salvó la vida. Lugares que rebotan con el eco de una guitarra, de un estribillo, de esa voz que te engancha el alma para siempre.
Uno siempre vuelve a esas esquinas emocionales que dicen de ti, tal vez, porqué vistes así, porque te emocionas y te quedas congelado cuando suena esa canción que te llama por tu nombre, porque el día cambia y, seguramente, mejora. Canciones, en definitiva que dicen porqué eres así.
Cuando Stewart y Charlotte Seger decidieron que su chavalin, Bob naciese en  Dearborn, Míchigan, tomaron esa decisión aleatoria que termina influyendo en el futuro músico. Los días y las noches de la pareja llevaban una constante pauta de bronca y amenazas que terminaron por lograr que en 1956, cuando Bob tenía 10 años, su padre abandonara a la familia mudándose a California.
 A partir de entonces la familia de Bob pasó de pertenecer a la clase media a vivir en apuros económicos. 
Esto influenciaría en la manera de ver el mundo de Seger.
El inicio de la carrera y de la vida de Bob Seger comenzaría en 1961 cuando Bob se fue a Detroit.
Mi corazón estalló ayer cuando terminé mi turno de trabajo escuchando "Beautiful Loser", escuchando "Night Moves", escuchando el "Bor To Run" de Springsteen y olvidando todas esas cancioncillas que no me decían nada.
Mi alma se quedó anclada, hace años, a "Beautiful Loser". A la intensidad y la dulzura del tema. A la pasión, la entrega y la profundidad que el león de Detroit imprime en cada nota, en cada frase. Es un lobo rugiendo, casi ronroneando, desde su cueva.

Al músico le llevó casi un año escribir esta canción. Tocándola con diferentes arreglos hasta que dio con esa magia que él quería para este Maravilloso Perdedor.
 La canción habla de ese tipo de personas que se fijan metas tan bajas en la vida que la terminan sin que nunca hayan llegado a nada.
 Evidentemente, la canción no habla de él. El propio Bob aseguró en una entrevista que mucha gente pensaba que esa canción era sobre él mismo, pero que en realidad tomó la idea de un libro de poesía de Leonard Cohen que tiene el mismo nombre.

Él quiere soñar como un hombre joven 
con la sabiduría de un anciano. 
quiere una casa y una seguridad, 
quiere vivir como un marinero en el mar. 
perdedor hermoso, donde vas a caer? 
te das cuenta de que no puedes tenerlo todo. 
Él será el más viejo y mejor amigo, 
si  lo necesitas, estará allí de nuevo. 
siempre está dispuesto a ser el segundo mejor, 
un inquilino perfecto, un invitado perfecto. 
perdedor hermoso, lo leí en la pared 
y se dan cuenta, simplemente no se puede tener todo. 
... No  puedes tenerlo todo, no  puedes tenerlo todo, 
oh, oh, ... No se puede tener todo. 
Nunca va a hacer ningún enemigo, 
no se quejará si está atrapado en una helada
siempre pedirá, siempre dirá por favor. 
perdedor hermoso, nunca coge nada 
Porque es más fácil, más rápido cuando caes, 
simplemente no necesitas todo
oh, oh, ... simplemente no necesitas todo."

Añádele a esta maravilla ese sosiego dulce y melancólico que supone escuchar "Night Moves". Esos ecos, ya lejanos de un verano donde todo funciona, donde la noche te envuelve en susurros y promesas y la luna os acompaña hacia  casa.
Con estas dos canciones no descubro nada, no pretendo trascender nada, solamente trasmitiros la emoción, el placer y la profunda y poderosa sensación que es para mi escuchar a este grandisimo músico otra vez.