jueves, 25 de septiembre de 2014

Bobby Bazini: Por Carreteras Cargadas De Alma


Las canciones, como carreteras se van desplegando ante ti. Cada una lleva a los pueblos recónditos, a las ciudades malditas, a las opulentas, cargadas del oropel engañoso y las mejores noches de tu vida que siempre suceden, semana si y semana no. Las canciones te guían hacia lugares que acabas haciendo tuyos. Esas regiones del alma tiene nombres y apellidos, las sigues porque allí, siempre te has sentido querido y comprendido. Has reído y has llorado, te han dado la razón o te han reconfortado, te han arrancado la pena a golpes de Rock n Roll y has vaciado tu alma desgañitandote con esos temas que se han marcado a fuego en tu corazón para siempre.
Y, a veces, has perdido el camino, te has olvidado de como llegar a esos lugares. Sus canciones ya no te indicaban como regresar. Y, desamparado y asustado has mirado en derredor en busca de unos pasos antiguos, una senda, un camino, cualquier camino, que te procurase un lugar a cubierto para tu pobre corazón ávido de música y emoción.

Así, algo despistado, ando con esos pueblos hermosos y maravillosos que me han procurado tantos momentos deliciosos. Regresando al pasado, a sus discos de hace quince, veinte, treinta años porque esas nuevas calles pavimentadas de canciones bien construidas e interpretadas pero exentas de la magia de antaño, no me dan lo que necesito escuchar.
Porque, ¡¡ay!!, los Mellencamp, Springsteen, Hiatt o Petty de estos  años cercanos suenan como una lluvia mortecina para mi alma hambrienta de Rock de Soul del crepitar del corazón hecho canción; sediento de esa esencia gloriosa de las cosas hechas con el alma desnuda y la ambición de arrancarte una sonrisa, un gemido, una necesidad de bailar cada segundo de la jodida canción.

La fortuna y el puto destino facilitan que mis orejas yonkis se hagan con esa canción, ese álbum que me hace flotar entre melodías que se enredan en mi corazón como la mirada de una bella mujer se apodera de tu atención y descoloca cada célula de tu cuerpo.
Y muchas y preciosas melodías pueblan cada centímetro de las trece canciones que componen el magnifico, intenso y poderoso segundo disco del franco-canadiense Bobby Bazini titulado:"Where I Belong".

Trece canciones repletas de un Soul-Rock de exquisita factura creadas por el de Mont-Laurier, Quebec y que han reconfortado mi corazón sediento de temas que me hagan estremecer. Canciones que se mueven con asombrosa destreza por el Soul de hechura más clásica, el Folk, el Rock y el Rithmyn Blues más elegante que unas orejas puedan necesitar, ya solo la maravillosa versión que Bazini se marca de la canción de Bobby "Blue" Bland, "Ain't No Love in the Heart of the City", si, esa que tan cojonudamente hizo David Coverdale y su Serpiente Blanca hace una pila de años,o el  "To Love Somebody", la canción del 67 de los Bee Gees, merece la pena escuchar el disco Pero es que también hay sitio para el Dylan o el Gram Parsons más intenso y emocional como en "Take Me Home" o los sonidos más cercanos a gente como Marvin Gaye,"Down On My Knees", el maravilloso Otis Redding, con " There Ain't No Words" que, creo yo, que Otis hubiera estado orgulloso de cantar o Johnny Cash, el cual, creo, hubiera gustado de interpretar "Heavy Love".

"Where I Belong" fue grabado con un estudio lleno de algunos de los músicos favoritos de Bazini incluyendo, Booker T al órgano, Jack Ashford  a la percusión y Jay Bellerose en la batería y se nota la evolución y el amor que Bazini a puesto en cada tema del disco. Lejos queda su disco debut, "Better In Time", cuya construcción quedó algo desigual, aunque cargado de buenas intenciones y alguna gran canción.
Aquí, los temas están hechos con la esencia y el amor que se prodigaba antaño a los discos. Ese fuego lento que recorría cada toma y lograba hacer aflorar la esencia de cada canción. 
En cada pista del álbum, se escucha una vibración poderosa,constante,como una tormenta acercándose, lentamente a tu corazón. Y Bazini se recrea en sus canciones con la ilusión de un niño y la intensidad de un anciano que ha vivido y bailado la vida y sentido y compartido sentimientos, emociones, amores, desamores, decepciones y triunfos.
Las carreteras, gloriosamente secundarias, llenas de baches y terrenos aún por definirse, con paisajes adolescentes que sueñan con ser esa imagen que cautive tu corazón para siempre, suenan como las canciones de Bobby Bazini, serenas y frescas, poderosas y sangrantes, intensas e ilusionadas. Cargadas, en definitiva, de las esperanzas y los sueños, que son combustible para el alma y te permiten recorrer cada camino con la intensidad y la belleza de una buena canción...y eso,mon ami, es lo que todos necesitamos...





6 comentarios:

Unknown dijo...

No puede negar este hombre que es deudor de Petty y Bruce, esos dejes de Refugee y Born To Run le delatan. Grandiosa entrada y pedazo introducción

bernardo de andres dijo...

Maginifico. canadiense además sintoma de clase ( Tierra de grandes músicos) Me lo apunto me ha gustado esa mezzcla de américana y Jeff Buckley

Redacció dijo...

Ante todo disculpas por tanto tiempo sin pasar, el tiempo a veces me impide dedicar más a la lectura de mis blogs favoritos. Un artista el que te traes hoy que desconocía totalmente, pero suena muy bien, y tus palabras siempre son inspiradoras. Tomo nota y me quedo un poco más por aquí escuchando estas canciones. Esa voz me recuerda... no sé si decir a Marvin Gaye, tiene mucho soul, eso si. Saludos cordiales

Dirty dijo...

Si señor...gran segundo disco de este canadiense de voz rasgada del cual ya se intuía en su primer álbum que con un poco mas de madurez musical estaba a punto de destapar el tarro de sus propias esencias...esencias de soul, blues, americana y bonitas melodías siempre al servicio de las canciones y de grandes canciones esta lleno este magnifico álbum...
Saludos Bro.

crm dijo...

Pues creo mejor tu entrada que el album, me gusta pero me parece un clon de Paolo Nutini.

Carolynn Underground dijo...

Tiene una canción a medio tiempo que me encanta, "Worried Again", es como un susurro, suena despacito y candente, me llena de emoción cuando la escucho.
Un beso detrás de otro chico rockero