lunes, 31 de octubre de 2011

The Pogues: Historias de Irlanda y pintas de Guiness


Mil novecientos ochenta y dos. Viernes por la noche. Ya ha terminado el periplo veraniego y la humedad otoñal impregna el ambiente de Irlanda, la vieja Eire. Acabamos de cobrar la paga semanal, y la vieja cuadrilla de amigos nos acercamos al pub, lugar de reunión tras la dura semana de trabajo, para comer algo y tomarnos unas pintas. Además, hemos oído hablar de una nueva banda local que, según nos cuentan, es la leche. En especial su cantante, un joven gruñón orejudo y desdentado, que canta esas maravillosas tonadas celtas como si la vida le fuera en ello. Y casualidades de la vida, ésta noche tocan en el vetusto pub. The Pogues se hacen llamar, y llevan la canción tradicional irlandesa a otra dimensión. Tras salir a escena, lo primero que nos llama la atención es el estado etílico del cantante, Shane McGowan se hace llamar, que apenas puede mantenerse en pie y se aferra al pie de micro por si acaso. Sí, es música tradicional, pero cantada y tocada como si de los Sex Pistols se tratase. O más bien debería decir que, bajo esa flauta, ese acordeón, ese banjo, esa gaita o esa guitarra, en realidad se esconde un espíritu punk tocado al estilo celta, que al fin y al cabo es la música que corre por sus venas.


Dos mil once. Viernes por la noche. Con un montón de años más a cuestas, la misma cuadrilla de amigos nos reunimos para recordar viejos tiempos y echar unos tragos. Quedamos en el pub, y mientras la gente va llegando nos llega a los oídos la música de fondo: The Pogues. Curiosamente tocan en la ciudad, así que nos acercamos a ver a nuestros viejos compinches, la banda sonora de nuestras juergas. La banda ha cambiado algunos componentes, los años se hacen notar, pero la buena noticia es que Shane McGowan sigue en la banda tras la reunificación, a pesar de que en los noventa decidieron echarle debido a que su desmesurado consumo de alcohol estaba lastrando al grupo. Vamos, que era como si AC/DC hubieran expulsado a Bon Scott, o Queen hubiesen hecho lo mismo con Freddie Mercury. Y es que no nos engañemos, The Pogues debe su éxito al carisma de Shane McGowan. Tras su marcha, la popularidad del grupo fue en descenso (a pesar de que a veces les acompañó como vocalista el mismísimo Joe Strummer de The Clash) por lo que decidieron dejarlo hasta su reunión del año dos mil uno. Y de momento, aquí siguen.

¿Y que hizo Shane durente todos esos años? Continuar con su proceso de autodestrucción. Bebió, formó una banda llamada The Popes con la que grabó algún disco, entró en varios centros de desintoxicación, siguió bebiendo, escribió canciones en ciertos momentos de lucidez, bebió un poco más…. Finalmente los médicos le dieron seis semanas de vida, y a pesar de ello todavía sigue por aquí dando guerra, siendo los dientes lo único que ha perdido por el camino. Era tal su estado físico que se decidió que no concediera entrevistas porque siempre estaba borracho y no se le entendían las respuestas. Resulta cachondísimo ver las fotografías de esas fiestas repletas de celebridades, y Shane totalmente borracho, sudoroso, departiendo con todos, con los ojos a medio cerrar y esa dentadura podrida asomando por ahí. Todo un expediente X de la ortodoncia.


Pues bien, como os contaba hemos decidido asistir a la actuación. Siguen siendo los mismos borrachines canallas y divertidos. Y sorprendentemente nos hemos emocionado escuchando aquellas viejas canciones y recordando aquellos tiempos: “Streams Of Whiskey” una de sus canciones insignia suena fabulosa, “Dirty Old Town”, “A Pair Of Brown Eyes”, “Sally McClean”, “Rainy Night In Soho”, “Yeah, Yeah, Yeah, Yeah”, “White City”,…. viejos himnos de taberna, textos de borracho, y canciones que nos invitan a beber y a bailar. O la preciosa “Fairytale Of New York”, su single de mayor éxito, una canción navideña con un aire nostálgico ideal para escuchar en esos fríos días de invierno, y que a mí me recuerda bastante a las viejas canciones tradicionales vascas. “Birmingham Six” sin embargo nos explica la dura historia sobre los “seis de Birmingham”, aquellos jóvenes encarcelados durante 16 años por la colocación de dos bombas que causaron 21 muertos, y por presunta pertenencia al IRA, pero que finalmente resultaron ser inocentes. Por supuesto la canción fue censurada en Gran Bretaña. Y claro está, no podrían dejarse en el tintero la divertidísima “Fiesta”, con un texto en semi-español alucinógeno en el que mezcla Almería, la feria, un tal Leonardo y su accordione, los kalamari y macaroni (¿¿¿???), la chochona in the bingo……, y que caló tanto entre la gente que incluso en San Fermín las charangas todavía la tocan a día de hoy. Y es que, si te encuentras en San Fermín por la calle y suena ésta canción, no puedes evitar el bailar, y si encimas llevas unas cuantas cervezas, pues ni te cuento. Lo cierto es que The Pogues tienen tal listado de canciones que cualquiera de sus conciertos podría ser un Greatest Hits en toda regla. Pero hay algo que sí ha cambiado: en el año dos mil nueve, en una visita a España, el bueno de Shane McGowan decidió arreglarse la dentadura, y ahora presume de sonrisa. Un nuevo sex symbol acaba de nacer. Quien lo iba a decir….



Os dejo con la letra de “Fiesta”. Vais a flipar.

I am Francisco Vázquez García/ I am welcome to Almería /We have sin gas and con leche/ We have fiesta and feria /We have the song of the Chochona /We have brandy and half corona /And leonardo and his accordione /And kalamari and macaroni

Come all you rambling boys of pleasure /And ladies of easy leisure /We must say adiós! until we see /Almería once again /There is a minstrel, there you see, /And he stoppeth one in three /He whispers in this ones ear /Will you kindly kill that doll for me /Now he has won Chochona in the bingo /All the town has watched this crazy gringo /As he pulls off the dolls head laughing /And miraldo! throws it's body in the sea

El veinticinco de agosto /Abrió sus ojos Jaime Fearnley /Pero él bebe cincuenta Gin-campari /Y se tendió para cerrarlos /Y Costello el rey del América /Y suntuosa Kate O'Riordan /No romperán mis cojones /Los gritos fuera de las casas


The Pogues - Streams of Whiskey

The Pogues - Fairytale of New York


6 comentarios:

J.M.B. dijo...

Grandes los Pogues! Qué bien lo pasé las dos veces que les vi que les vi en directo. No se me olividará el conciertazo de fiestas de Bilbao.

Un abrazo

Guzz dijo...

Imparables los Pogues de mediados de los 80 donde enchufaron dos de mis discos fetiche de esa década. Saludos guzzeros y buena crónica (para mí su música también es como la visita de un viejo colega al que a veces pierdes de vista durante largas temporadas pero que siempre es, y será, bien recibido).

Redacció dijo...

Grandes los Pogues. Y coincido contigo, The Pogues sin Shane no son The Pogues. No sabía que Strummer fue vocalista del grupo, curioso. Saludos

Carlos Tizón dijo...

Shane es todo un personaje, los discos con the popes son la leche aunque les faltaba ese duende borracho que siempre ha inspirado a los pogues los folks mas punks o los punks mas folks o como quieras llamarlos

Pijus Magníficus dijo...

Ja, ja, ja, ja, ja, ja,.... menudo tipo, éste Shane. Un puto crack.

Juanjo Mestre dijo...

Joer, se me había pasado con esto del puente. Hemos coincidido en posts relacionados con este grupo. Gran post para grandes himnos de taberna de un grupo a reivindicar siempre. Saludos.