
Lo confieso: me gusta Supertramp. Me encanta éste grupo. Y lo digo a sabiendas de que me traten de snob intelectualoide, que es lo que ocurre cuando sale el tema. Nunca he entendido, en ese aspecto, la mala fama que tiene Supertramp. Pues mira, ¿sabéis que os digo? Que a mí me da igual. Me gustan. Punto. En especial éste disco. Por los recuerdos que me trae.
París fue su séptimo álbum, publicado en 1980 y grabado durante la gira de promoción del álbum Breakfast In América, el 29 de noviembre de 1979 en The Pavillion, París, con un repertorio perfecto, un grupo en su mejor momento, y unos músicos en estado de gracia. Siempre que escucho éste disco recuerdo la época en la que se publicó, cuando siendo un crío, esperaba con la oreja pegada a la radio los sábados por la noche, a que en ese programa en el que comentaban la lista de éxitos en LP pusieran algún disco interesante. Solían poner tres o cuatro canciones de cada disco, que yo grababa en las viejas cintas Basf. Pirateo puro y duro…. Con el volumen del aparato muy bajito para no molestar (entonces los auriculares eran un vicio muy caro). Siempre que recuerdo la situación, me acuerdo de estar escuchando éste disco, junto a otros que ponían en esa emisora como The Wall, Jazz, Women And Children First, o Back In Black. Al final acababa comprándome todos ellos, aunque alguna de esas viejas cintas todavía las conservo, pero no sé si sonarán. Algún día tendré que probar.
Aquí tenemos todos sus grandes éxitos en una interpretación perfecta. No falta, por supuesto la particular forma de cantar de sus dos vocalistas, multiinstrumentistas, y cerebros pensantes: Roger Hodgson y Rick Davies, los característicos falsetes (“Dreamer”, “Goodbye Stranger”), los arranques de piano/órgano (“Crime Of The Century”, “Give a Little Bit”, el propio “Dreamer”), los solos de saxo o clarinete marca de la casa (“Breakfast In América”, “The Logical Song”), de hecho éste disco fue de los primeros que escuché en los que el sonido del saxofón me llamó la atención. En la actualidad hay un absurdo litigio entre los seguidores de los actualmente llamados Supertramp que están de gira sin Roger Hodgson, y los seguidores del propio Roger Hodgson, que se ve legitimado como el auténtico espíritu de la banda, y que no comprende como los demás tocan sus canciones (él ha tocado canciones de Rick Davies en directo muchas veces, pero al parecer, para él, eso no cuenta). Vamos, una situación idéntica a la que ocurrió en los 80-90 entre Pink Floyd y Roger Waters.
Volviendo al disco, París fue un disco muy exitoso, sonaba allí donde estuvieras, y finalmente alcanzaría el puesto nº 8 en las listas de Billboard. Por su parte, el single "Dreamer" entraría en los veinte primeros puestos de las listas de singles, siendo una de las canciones más escuchadas de la época. Lo dicho, un gran disco que me trae grandes recuerdos. Voy a pincharlo otra vez.