domingo, 1 de noviembre de 2015

Shawn Mullins: Creyendo, Aún, Las Palabras De Los Poetas


"Solo un ratito más"; Son las últimas palabras que pronuncia Charlie Parker, el detective, protagonista de las novelas del irlandés John Conolly. Solo un ratito más. Unos segundos que duren años para degustar esa canción, para dejar caer el alma en el poema que te envenena, para cerrar los ojos a una noche, sabedor de que el amanecer está ahí, a un parpadeo de ti.
Solo un ratito más para que las canciones de Shawn Mullins te llenen de viento las alas de la emoción y te permitan surcar, un ratito más, una vida que se dirige, poquito a poco, al ocaso, al lugar donde la canción es un eco de tu vida y tu vida, una sombra que se difumina, como la luz del sol, al atardecer.

Decía Friedrich Wilhelm Nietzsche:"La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño" Y los años pasados son un ensayo tontorrón de una vida que, al final, no es ni por asomo, la que has vivido. Enfrentas, cada amanecer a ese "The Great Unknown", con que Mullins da inicio a un disco poderoso, inmenso, hermoso y cargado de una risa escondida y pícara, como de niño.
El de Atlanta ha parido, glorioso y discreto, intenso y entre susurros un discazo de esos que entran despacio, que necesitan de una degustación prolongada y embriagadora para que el paladar descubra todos los matices y las maravillas que esconden este Corazón Estúpido.

Han sido cinco años desde su anterior álbum: "Light You Up". Demasiado tiempo, se podría reprochar al músico. Pero el reproche dura lo que la escucha de las diez canciones del disco, comienzan y terminan. Porque Mullins no necesita demostrar ya nada, ni a los críticos, ni al público ni, creo yo, siquiera a si mismo. Lo que hace, lo hace por el puro placer, y la necesidad, de crear, de emocionar, de conmocionar ese terreno, demasiadas veces baldío, que es la música popular. Blues como "Ferguson" o la ironía cachonda y tan KatrinaVille de "Pre Apocalyptic Blues", cajas de ritmos y ese rapeado tan particular de Mullins como en "It All Comes Down To Love", bellezas incontestables y maravillosas como la canción que titula el disco, sonidos Americana de esos que te llevan a Arizona, o cerca, al menos como en "Roll On By" o "Gambler's Heart". Música, belleza, poesía, vida, con mayúsculas si quieres, pero de eso con que sueñas por las noches cuando ni siquiera tú sabes que estás soñando eso. Y todo hecho con un talento y una pasión, con  serenidad y fuerza, con madurez, si lo prefieres, con esa seriedad conque solo los niños acometen la vida.

Canta Shawn en la preciosa "Sunshine" que todos necesitan ese pedacito de sol para seguir adelanta, para seguir cantando la vida, para que te ilumine, imagino, el camino. Las canciones del disco, abordan sus fracasos en las relaciones personales. De hecho, muchas fueron escritas mientras se derrumbaba su tercer matrimonio, y oyes ese sentido del humor ácido y necesario mientras se reprende a sí mismo por ser tan romántico.  Y, si no te ríes, y mucho, de ti mismo, si no guiñas un ojo al destino cabrón con la socarronería de un Burt Lancaster o un Errol Flynn, vas jodido, porque la vida te toma en serio y te obliga a ti a tomarte en serio la vida y en ese cuarto estrecho y oscuro, no cabe la risa, ni la poesía, ni la luz del sol.





1 comentario:

Carolynn Underground dijo...

Un discazo increible, no defrauda Mullins y es que ya solo con su voz y una acustica te clava de lleno, uno de mis deseos es verlo en un futuro no muy lejano, espero, en uno de sus maravillosos directos, te vienes TwoHeads?
;)