Las tormentas acercándose como una bandada de cuervos por el horizonte. La lluvia apoderándose de la vida que me circunda, la humedad de la tierra envolviéndome y el gris del mundo abalanzándose sobre todo lo que veo.
El golpeteo rítmico, como de una bailarina de claqué, de sus patas sobre el cemento, su mirada limpia, pura, poderosa, el juego inocente, limpio de un alma igual. La risa creciéndome desde dentro, la pureza, de las horas que se difuminan como la tormenta, la espera dolorosa que supone el echarla de menos, su voz, súbitamente, rompiendo la maldición gris y brumosa del día, la luz del sol creciendo en mi corazón, la sonrisa, como un triunfo a través del calor artificial de bares sin nombre ni personalidad, ardiéndome, devorándome la escarcha, volviéndola río. Y el día convirtiéndose en una canción.
Las cosas sencillas, necesarias, teñidas de la luz de lo cotidiano y, de este modo, volviéndose únicas, luminosas, inauditas y especiales.
Cosas sencillas, sentimientos naturales, canciones de tres acordes, una emoción, un sentimiento. Tan necesarios como respirar a cada segundo, tan ignoradas a veces como ese oxigeno que, simplemente, exhalas.
Músicos sencillos en su apariencia, en su manera de vivir las canciones que le dan luz a la vida de esos otros que vivimos cada segundo con la necesidad de que sea el mejor, el más dulce, el más bonito que se ha vivido.
Músicos como Ken Will Morton.
Natural de Athens, Georgia, el séptimo disco, creo, del músico es una puta maravilla de Rock n Roll, Country-Rock y Americana que manda tu corazón a la estratosfera y te hace bailar y reír con las nubes que dejan de descargar lluvia para dejar pasar a un sol cargado de armónicas, guitarras, coros y una voz plena de alma y emoción.
“No Place for a Sensitive Man,”, que parece escrita para mi y mira que últimamente estoy más sensible que nunca “ la acojonante “Slow Burn”, la sonrisa en mi boca con "Red, White And Blue", " Like A River", con esa intensidad en las guitarras que te deja con los pies en el aire, Asshole”, que me define más veces de las que yo quisiera, y que, sin embargo veo necesaria para enfrentar mis miserias y difuminarlas en el aire claro de la mañana tras hacerlas arder con cancionacas como "Lady Luck" o la muy stoniana "Scattershot".
Canciones que juegan con la vida al ritmo del corazón de la propia vida. Canciones intensas y sinceras, preciosas y poderosas..tal y como la vida debería ser. Al menos para aquellos que se trabajan su vida y procuran un bien mayor que el placer inmediato y egoísta al que, desgraciadamente nos empujan demasiado a menudo.
Canciones que me han arrancado las nubes y el invierno de dentro dejando arder ese fuego de fénix que amaré para siempre porque le da a mi vida todo el Rock n Roll que necesito.
Ken Will Morton:Scattershot
Ken Will Morton:Red White And Blue