viernes, 28 de marzo de 2014

Moonshine: Tocando Un Blues Del Delta Por La Ruta 69



Carreteras agrestes, calor en una espalda que ha cargado demasiadas cosas en una sola vida.
Lagartos que miran absortos una realidad que parece que se mueve a una dolorosa cámara lenta. Un viento sibilante que recorre el alma y promete muchas noches de soledad. Y el horizonte que se desdibuja en hipnóticos contoneos por el calor atosigante del desierto. 
El mundo parece, irónicamente, congelado. El mundo contiene el aliento. El mundo, se rompe con el guitarrazo brutal y arrollador de Creg DeFalco y Buzzy James. El mundo se vuelve roca y fuego. El mundo se convierte en un grito interminable lanzado desde el corazón por Derek Davis. El mundo se convierte en un terremoto, en una desconstrucción del tiempo, de los momentos que parecen que nunca pasan, en un mazazo que suena a baterías como Brian Foxy un bajo como el de Michael Norton. 
El mundo es una serpiente de cascabel que arrastra su veneno, su eternidad y la música que siente venida desde el centro de la tierra en su vientre. Y suena como el Piano y la Harmónica de  Mike Malone.
El mundo, se vuelve luz de luna y la vida se hace puro Rock n Roll y Southern Rock.
El mundo suena como este primer, poderoso, autoproducido álbum de la banda y grabado en el estudio de  Eddie Van Halen 515o, sito en Los Angeles, California, lugar del que provienen este poderoso sexteto de Rock N Roll, Southern Rock y Rock machote al estilo de todas aquellas bandas de los setenta tipo Black Oak arkansas, Grand Funk Railroad, los primeros Aerosmith, los Lynrd Skynrd,  Led Zeppelin, Allman bros o los Outlaws.

Diez canciones que son poderosos cañonazos cargados de electricidad, fuego y apasionados momentos vividos en garitos perdidos por el oeste americano, el real o ese que vive en tu cabeza y al que accedes ilusionado porque, en esos momentos, te enfundas una guitarra, te agarras como una serpiente al micro, destrozas muros con las baquetas o cargas el peso del mundo en las cuerdas, igual que puentes que unen continentes imaginarios, de un bajo que es una vida que pisa con la fuerza de una estrella el mundo.
" Mississipi Delta Blues", "The Devils Road", "Mamas Kitchen Brew" o la poderosa y energética versión de los maravillosos Credence Clearwater Revival, "Fortunate Son", son sólo unos pocos puñados de polvo del desierto interminable y onírico por el que pasa la Ruta 69. Ese lugar mágico donde se puede hacer despreocupadamente un puñetero Blues del Delta y sonreír todo el día hasta el atardecer.

Moonshine:Mississipi Delta Blues


Moonshine: The Devils Road


Moonshine:Fortunate Son


martes, 25 de marzo de 2014

Chuck Ragan: A Medianoche Todas Las Luces Brillan Con Amor



Hasta la medianoche. Aguantando la respiración, aguantándome la poesía, respirando a mala cara una vida que no es del todo la que quiero, porque, ella, a quien amo, es una promesa, una neblina de agua fresca flotando en una tarde que imita las primaveras que se viven en los infiernos. Porque ella, a quien sueño despierto cada segundo de mi existencia, es una canción apenas susurrada, bajito, para mi alma anhelante, un bálsamo de Fierabrás que empuja a mi corazón, que ya es y será suyo para siempre, a latir al ritmo del bombo, de la caja, del ritmo del alma que canta himnos proletarios, aunque queden ridículos en este paraíso absurdo del capitalismo más feroz.
Hasta la medianoche vivo a oscuras, tanteando la vida, tarareándola. Despedazando y apartando los minutos de mi cara que sonríe recordándola, como una selva de momentos que no deseo ni quiero, avanzando, avanzando, avanzando hasta la medianoche. Cuando las estrellas tapizan un cielo que aún recuerda que su color es el color de sus ojos. Un cielo que anochece en un sol de medianoche que ilumina mi vida y le da sentido al camino que emprendí hacia ella, hace siglos, hace segundos...siempre...

Hasta medianoche igual que el poderoso, intenso y precioso disco que acaba de sacar Chuck Ragan. "Till Midnight" y sus diez canciones. "Till Midnight" y su modo de acercar un mundo de himnos de aquellas y aquellos que se yerguen ante la vida, desafiantes, intensos, ardiendo en una llama que arde desde muy adentro. Hasta la medianoche. El nuevo viaje emocional de uno de los músicos que me robaron el alma hace años y que, por fortuna, nos regala pedazos de vidas, la suya propia y las que alumbran su existencia en canciones que son retazos de amor, de rabia, de pasiones, de momentos ardiendo en el tiempo en que la canción salta a tus orejas y envenena tu alma para siempre. Canciones que han sido creadas por una alquimia de magos del desierto, chamanes de voz terrosa y almas condenadas a los dioses insaciables del Rock N Roll, de las palabras de las poesías. Magos de los tres acordes y la palabra precisa, gente como  Ben Nichols y Todd Beene de Lucero, Dave Hause, David Hidalgo Jr, Jon Gaunt y Joe Ginsberg de  Social Distortion, la cantante Jenny O, Rami Jaffee de The Wallflowers y Foo Fighters y Christopher Torn de los Blind Melon. Magos, músicos, amigos. Sudor, rabia, luz y sombra, vida exprimida en anocheceres al borde de la ciudad o en desiertos que sueñan con mares primigenios.

Magia en canciones tan cargadas de vida que experimentas un vertiginoso miedo al sentir como se abalanzan hacia ti, ciegas de eso que hierve en la sangre y arrebata el corazón durante los minutos en que la canción te transporta a callejones embarrados de ciudades que se están haciendo a puñetazos, muerte a muerte, con las luces brillantes mintiendo ante la realidad de las cosas que se arrastran en esas casuchas donde la verdad es. 

“Something May Catch Fire,” “Vagabond,” “Non Typical,” “Bedroll Lullaby”,“Wake With You,” Pedazos de vida que pudieron ser cantadas hace cien años, hace cien segundos. Canciones que Chuck Ragan grita, susurra, escupe, llora y suda a cada estrofa, cada coro, cada cuerda atacada al limite. Canciones como los besos que necesito cantarle a ella, arrastrando su mirada desde ese cielo oscuro de medianoche hasta mi corazón que estalla en sangre y suena como "Revved", como " You and I Alone" como " For All We Care". Canciones de amor como las define Ragan. Apasionados himnos de una existencia que no tendría sentido si no amases. Canciones que están en mi corazón para siempre..igual que siempre lo estará ella.

Y puede que me repita y me repita, Riki-Raka, Riki-Raka. Y puede que decir que este disco es grandioso, apasionante y apasionado, y de lo mejor que a mi alma se le ha cruzado en este año. Pero, mira..es lo que hay..y es sincero..como Chuck Ragan, como su "Till Midnight", como mi amor por ella...

viernes, 21 de marzo de 2014

Ted Wulfers: Gracias A Dios, Que No Existe, Por Tipos Como Este



Hoy comienza, oficialmente, la primavera. Decretado por el B.O.E., hoy hará sol y florecerán los árboles, las chicas, los chicos, las plantas y todo se teñirá de luz y colores. Hoy los sueños se harán realidad, como canta el "joven" veterano Ted Wulfers, en la reinterpretación que hace de su canción de hace años:"Dreams Come True". Hoy seguiremos vivos y algo más felices si podemos escuchar canciones como las que componen el quinto álbum del tipo este de Chicago..¿Y como se les llama a los de Chicago....?  ¿eh, tú...?

"Lucky Nº 7" son quince, ¡gracias Ted!, canciones plagadas de grandes melodías, de poderosos Rockanroles, de pedacitos de vida que flotan en el azul de la primavera recién nacida y nos marca las horas del día al ritmo de bajo batería, guitarrazos y coros llenos de alegría y disfrute por lo que se hace. Y es que Ted Wulfers es música. La manera en que afronta cada canción es un  reto del que se sabe ganador. Este multiistrumentista se pasea por sonidos tan queridos aquí, como por su casa. Ese timbre sonoro tan Tom Petty se adapta al Americana, al Folk-Rock, al Rock N Roll como un guante y las canciones que se van desgranando por los surcos de este "Lucky Nº7" se tiñen de colores primaverales que se reflejan en esa Rickenbaker roja y blanca que tantas canciones bonitas ha tenido la suerte de interpretar desde que los Byrds la convirtiesen oficialmente en la guitarra de los coros angélicos, las melodías juguetonas y la alegría apasionada en cada nota.

Ted parece buen tipo a tenor del maravilloso elenco de colaboradores que ha tenido para este disco. A saber: Kenny Aronoff (John Mellencamp/John Fogerty), Rami Jaffee (Foo Fighters/Wallflowers), Doug Pettibone (Lucinda Williams/Mark Knopfler), Mike Fratantuno (Black Eyed Peas/Gossip Girl), Gary Morse (Brooks and Dunn/Dierks Bentley), Taras Prodaniuk (Lucinda Williams/Dwight Yoakam), John Payne (ASIA/ELO), Dave Raven (Mike Ness/Keith Richards), Ted Russell Kamp (Shooter Jennings), Claire Holley, Gia Ciambotti (Bruce Springsteen) Y no creo que la historia de colaborar haya pasado por terrenos crematísticos habida cuenta de lo difícil que ha resultado encontrar vídeos  que ilustrasen este post. Pienso que Ted es un tipo que se pasa la mayor parte del año en la carretera, a la cual, él mismo, llama su hogar y que tan bien define en su intensa y maravillosa canción "Heavens to Betsy"; con esa cadencia de kilómetros por delante, el sol a un lado, el asfalto, interminable, las horas para quemar hasta dar con el próximo garito en el que echar a volar las canciones que te queman el alma y que necesitas compartir con todo aquel y aquella con corazón y ganas de sentirse vivo.

Ted Wulfers es un tipo curtido en esto de conciertos y carretera, en afrontar desnudo lo que llevas dentro y compartirlo con gente tan parecida a él, o a los personajes de sus canciones. Gente que son pura luz, como en "Stars". Gente que te envenena el alma y de las que sabes que pasarás la vida desmarañando sus gestos, sus palabras, sus pequeños reflejos a la luz del atardecer, "More Than a Mystery", que son una joya que tú, celosa y orgullosamente, guardas en el bolsillo de tu alma, "Jade in My Pocket", que hace que mires al cielo nocturno en pos de ella y que, alucina con el destino, éste, se parezca a cielos nocturnos que están a miles de kilómetros de aquí y tomen su nombre," Carolina Stars" y que te haga soñar con los años que vendrán y, que, una vez vividos, hagan a tu corazón sonreír y cabecear con dulzura.." Think of the Good Times". 
Grandes canciones, grandes interpretaciones, me envenena la harmónica de "Stay (for a Lil' While)", me enloquece la intensidad de " Me & Miss 4th of July" la poderosa melodía de "The Rock & the Roll"...Eso soy, o, al menos, deseo ser yo. Canciones tan cargadas de honestidad, corazón y alma como las que destilan, a chorros, desparramando su electricidad y su luz a cada nota, a cada fraseo de su Rickenbaker, a cada golpe de bajo batería y voz que un tipo de esos que te cruzas por los bares de tu ciudad es capaz de sudar para todos nosotros, cabrones afortunados, que tenemos unos minutos para sentarnos y escuchar o bailarlo hasta sudar, también, Rock N Roll.

Ted Wulfers: Me & Miss 4th of July

Ted Wulfers: The Rock & the Roll







martes, 18 de marzo de 2014

The Dirty Guv'nahs : 人生は完璧です



Así lo creo. Con sus pequeños milagros termodinámicos, sus momentos inéditos, sus caminos divergentes y deliciosamente sorpresivos y extraños. la vida es perfecta. Los paseos por calles que son más tuyas que la ciudad en la que, por momentos parece languidecer tu alma, la luz del sol bailando con el cielo azul, como mi mirada se hipnotiza del azul de sus ojos. El hallar un libro que, sabias que existía sólo en inglés y pensar que puto colgao iba a tener el valor de publicarlo aquí y, mira, por listo, verlo en tus narices como un puto guiño de un destino que sonríe como el gato de Cheshire. Perderse por callejones estrechos como si cayéramos por los alveolos de los pulmones de esa ciudad que se despliega ante nosotros como una canción. Y si, las canciones, los conciertos, la pasión, la emoción, su risa, mi risa, el mundo tan bonito como un disco titulado "Hearts On Fire"; otro guiño del destino porque, ese título, habla de nosotros ardiendo entre besos, entre palabras, entre canciones. Canciones tan hermosas, intensas y llenas de apasionado amor por la música como las once que componen este " Corazones Ardiendo" del sexteto de  Knoxville, Tennessee, The Dirty Guv'nahs.

El cuarto disco, discazo de los de Knoxville, es pasión, fuego, autenticidad en la manera de afrontar una vida dentro de este mundo cambiante y puto que es la industria musical. Recuerdo que hace un par de años, antes de que publicasen "Somewhere Beneath These Southern Skies", su anterior disco, James Trimble, su cantante, decía entre emocionado y asustado que había decidido dedicarse cien por cien a la banda, dejar su empleo estable y remunerado mensualmente y lanzarse con los ojos y el corazón abierto de par en par, imagino, a ese mar engañoso y repleto de peligros que es la música. Yo pensé..adelante tío, tu puedes, y casi sentía que yo también podía, puede que, incluso algún día sea yo el que escriba esa reflexión. Con esto quiero decir que los Guv´nahs están hechos de una pasta especial. Que sus canciones, sus interpretaciones, su manera de realizarlas en directo poseen esa candencia, ese poderoso mojo que les hace brillar como estrellas rezagadas en esa oscuridad oleaginosa que es la industria de la música. 

Los seis músicos que hacen de The Dirty Guv'nahs un algo mágico e hipnótico para el corazón y las orejas han realizado, desde mi punto de vista, el mejor disco desde 2009, momento en que iniciaron su carrera. "Hearts On Fire" está plagado de grandiosas canciones que arrastran tu alma hasta las estrellas y la hacen arder en una sinfonía enfervorecida de guitarras eléctricas, coros Gospel, órganos Hammond, baterías y bajos tan poderoso como el impacto de un meteorito en las lunas de Marte y una voz tan apasionada, tan necesitada de expresar el fuego que se le come por dentro, que lanza tu alma y tus orejas a las estrellas y desmenuza las canciones hasta convertirlas en polvo estelar que baila a tu alrededor como miles de hadas vestidas con vaqueros ajustados, botas de flecos y un sol ardiendo en su corazón.
Canciones cargadas de emoción, de luz, de una intensidad que nace desde muy adentro, de ese tuétano del alma que muy pocas personas poseen y que se adivina, gloriosamente en canciones como "Ever Start To Wonder", " Morning Light", "Lovin´", la intensa y hermosa "Dear Jamie", que, junto a "Slow Down Easy", "Tarwater (The Fighter)", "Three Little Angels" y "Someone To Love" recrean un corazón enamorado, emocional, apasionado, cargado de esperanzas, de deseos, de luz , de la necesidad de alcanzar el camino al lugar perfecto, al Shamballah, a Kun´Lun´, a la Arcadia, sólo para olvidarlo conscientemente e iniciar, feliz, su búsqueda de nuevo;sabiendo que, la risa, la vida, todo lo bueno no se encuentra en llegar, sino en perderse buscándolas.

James Trimble, Justin Hoskins, Aaron Hoskins, Cozmo Holloway, Michael Jenkins y Kevin Hyfantis han logrado, para mi al menos, el mejor disco que he escuchado este año, tan repleto ya, de grandes y hermosos discos.
Todo lo que venga a partir de hoy, estará teñido con el polvo multicolor de las estrellas errabundas que suenan como una canción de The Dirty Guv'nahs. Los horizontes, su risa, su mirada, su fuego, su baile serán coros, punteos, redobles, golpes rítmicos de estas canciones, repletas de magia, amor, pasión y ganas de vivir y estallar como una supernova en el alma de quien escuche esta deliciosa y gloriosa maravilla repleta de Rock N Roll.
Si no es la vida perfecta...¡ la ostia, se le parece mucho!

The Dirty Guv'nahs: Lovin

The Dirty Guv'nahs:Ever Start To Wonder




viernes, 14 de marzo de 2014

The Peckham Cowboys: La Calles De Londres Se Llenan De Crudo Rock N Roll

Las ciudades imprimen su alma a las personas. El gris de sus paredes, el hollin de su corazón se transmite al sentimiento de cada uno que deambula, orgulloso, a tropezones, arrinconado por su miedo o  improvisando cada paso; sea este de baile o el inicio de una carrera desesperada.

Las ciudades sudan sensaciones, estilos, estética, maneras de vivir. Y hay ciudades que son tan absolutas, tan intensas en sus siglos de existencia, tan poderosas en su respirar e inspirar que empujan a sus habitantes a ser de una  manera única.
Lo notable es que, a veces, estas ciudades poseen tal fuerza gravitacional que afectan a las almas de las personas, que, con solo poner los pies una vez en ellas, te vuelves parte suya. Yo conozco a alguien así. Alguien que se ha  vuelto londinense al primer pie que puso en la primera acera de la ciudad. Londres tiene ese poder. Esa capacidad de envenenarte de golpe, irremisiblemente y, volverte londinense para toda la vida.

De igual modo, Marc Eden, Dale Hodgkinson, Timo Kaltio, Darrell Bath, Nigel Mogg, Ryan McCormick, Led Gremlin y  Duncan Mackay, se han convertido en parte del latido de la ciudad, en oxigeno respirado por sus calles, en el sonido de los pasos de los caminantes, en los atascos, en los pub, en sus risas, en sus broncas. En las calles oscuras y terribles, en el rasgueo de las guitarras que imitan los chillidos de las ambulancias, de los coches de los policias, de los gemidos de gente follando, sufriendo, riendo, viviendo.
Blues crudo, Rock N Roll alejado de las FMs y una consistencia estética y una crudeza interpretativa de los temas que realizan. Eso es, básicamente, The Peckham Cowboys y su segundo álbum:“10 Tales From The Gin Palace” .

Y es que el Rock N Roll de los Cowboys de Peckham se nutre de las vivencias londinenses de gente que ha militado en grupos como el finlandés y guitarra de gente como Izzy Stradlin’o Cheap & Nasty, el bajista Nigel Mogg,  de esa maravillosa banda llamada The Quireboys, Ryan McCormick a la batería de  Steven Adler Band y Duncan McKay de  Primal Scream, a los teclados y la sección de viento.
Esto hace que los diez cuentos del palacio de la ginebra apesten al hollin, las nubes grises, los fish and chips, las pintas, y las luces y sombras que Londres nos ofrece a cada segundo. " Bromley Girls", "Cut It Out", "You’re Only In It For The Money" o "She Was Sweet On Me" poseen ese pulso a medio camino entre la cochambre y el glamour, a callejones ennegrecidos y palacios suntuosos, a bateres enmoquetados apestando a orina y el aroma de los jardines en las sonrisas de los chicos y las chicas del West End.

Crudeza sonora, canciones que necesitan de tus orejas, de tu tiempo y de tu corazón para que te llenen las entrañas con ese poderio eléctrico y una actitud canalla y barriobajera que te hace soñar con bandas como Hanoi Rocks, Dogs D´Amour, Quireboys o Chesterfield Kings.

Busquemos pues, amigos y amigas el camino que lleva hacia el palacio de la ginebra, sigamos las huellas de los Cowboys de Peckham
...No es dificil, sólo tienes que estar en Londres y, a partir de ahi, la segunda estrella de la izquierda y hasta el horizonte.

The Peckham Cowboys:She Was Sweet On Me


The Peckham Cowboys:Not Guilty¡






martes, 11 de marzo de 2014

Cody Jasper: Desoxidando El Alma Con La Música Hecha Por El Corazón



No sé si es el caso de Cody Jasper. Este disco, es su primer contacto conmigo. Es su primer álbum de hecho, del músico de Amarillo - Texas, aunque tardaría poco en acercarse a Colorado, lugar del que ha hecho su hogar. No sé si Cody Jasper es de esos autores que salen a la vida con esa mirada única, que pocos creativos poseen. Ese resorte extraño que los empuja a bailar en el escenario, a moverse con las palabras y la poesía, (Leopoldo María Panero, desaparecido hace nada era de esos), con la música de modo distinto al que se mueven los demás. No es dinero ni vanagloria, son sentimientos dificiles de definir. Son sentimientos que proceden de una ignota y extraña profundidad del alma. Y tienen que ver más con la derrota, que con la victoria.
A estos creadores, la gente los asimila de una manera distinta, los reconoce, se enamora de ellos por su capacidad para exudar derrotas más que victorias. Ven su fragilidad antes que su fuerza y, cuando ese público contempla, absorto, sus pequeños triunfos en un escenario, en un libro, en donde se le pueda emocionar a la persona, seguro que  creen estar ante un milagro, una revuelta contra el orden natural de las cosas. Y entonces, la sonrisa deslumbra, aparta la sombra, deshace el hielo de los corazones y hace que los horizontes se vuelvan más luminosos.

No sé si Cody Jasper se siente así. De esa frágil manera de sentirse invencible. Pero sé que su música me ha llegado de un modo intenso y absoluto. Los sonido terrosos, ferroviarios, oxidados que el músico saca a su guitarra, a su voz, empujan las orejas a soñar con desiertos, con crujidos de tierra bajo unas botas demasiado gastadas, a canciones de perdedor que sigue caminando bajo el sol. Un sol que crea sombras al lado del músico, sombras que le son gratas y necesarias, sombras que se parecen a las figuras de Jimi Hendrix, Stevie Ray Vaughan, Otis Redding, Sam Cooke y Waylon Jennings. Sombras que le dan a Cody Jasper la posibilidad de iluminar, por unos minutos, los corazones de aquel que tiene la gloria de escuchar canciones como "Black Cadillac", "Rosemary", "Mona Lisa", "Deal" o "Someday".

Cody Jasper domina las seis cuerdas, el cuello de botella que rabioso las recorre, en una búsqueda neurótica de ese sonido que se te aferra al corazón y te empuja a cabecear el alma, a mover los pies del sentimiento con esos sonidos ásperos, candentes, rabiosos que, joder, se necesitan para avanzar bajo estos cielos preciosos que me abrazan a cada segundo del día, y se refugian en mi playa a la noche, cuando las guitarras callan, las voces susurran y el amor, el amor por ella, por la música, por las palabras, reina.











viernes, 7 de marzo de 2014

Dani Flaco:... Y El Fuego En Que Arde El Amor Y El Desamor



¿Como le cantas al desamor tras más de setenta canciones que se aglutinan en  cinco discos?
¿Como enfrentas tu vida, la vida que vives, alejada de la del autor, con sus grandezas cotidianas, sus miserias a tropezones en un día a día donde se hace la compra, se espera en la consulta del médico, se padece una sinusitis, ardor de estomago, se toma unos vinos enfangado en la cotidianeidad de los que se cruzan contigo, de los que se toman un chato a tu lado?
¿Como haces para mantener a la poesía que duele, las palabras que arrancan fuego que parecen lágrimas en noches demasiado largas, o demasiado cortas cuando quieres asesinar a la pena?
¿Como vives una vida normal, tío. Como haces para que ese Hyde no se te coma el alma y no vivas neurótico y abrazado al personaje que malvive en tus canciones...eh, Dani, tío?

Sexto disco y doce canciones más. Doce historias hermosas y dolientes. Doce poesías que se agarran a las esquinas de las vidas en continuo tambaleo emocional. Palabras que son gemidos, que son impostura, que son belleza de ocaso, que son ecos, en muchas ocasiones de días o noches desarropadas de cualquier amor. Canciones reflejadas en tu retina, en tu corazón, en tus sueños...canciones, al fin y al cabo.

El de Bellvitge sigue haciendo lo que mejor sabe hacer; desgranar los sentimientos que más duelen cuando el desamor se adueña de los pasos que das, del peso que sientes a cada respiración entrecortada por la pena, y ese sentimiento que se desborda de tu alma cuando sientes que todo tu amor se pierde en el oleaje, que no golpea el corazón, que es acantilado y por el que vives, por el que sientes, al que sueñas a tu lado.

¿Cansa? Para nada. Ames o no, sientas o no, sufras o no, las canciones de Dani Flaco acarician el corazón henchido de sentimiento de todos aquellos que vivan una vida con el apasionamiento que se desparrama. Con la emoción de sentir cada palabra hermosa, cada nota poderosa en una tormenta imperfecta, rota y resquebrajada, plagada de contradicciones, errores y acierto a destiempo. Una vida, o algo que se le parece.

Está escrito en su página oficial: "Dani Flaco ha elaborado un trabajo mucho más acústico y tranquilo que los anteriores, donde encontraremos detalles más próximos al Folk que a los registros rockeros." Pues si y no. Las guitarras eléctricas no poseen cada esquina de las canciones y los sonidos que por aquí hemos venido en llamar Americana, se pasean cómodos entre estrofas, estribillos y notas. Pero es Dani Flaco en estado puro. Es su visión de la vida, son sus canciones, sus poesías hechas música, son pedazos de él enroscados cada uno de los doce temas, y esto, es lo que yo necesito.
Porque siempre necesitaré un Rock N Roll y emocionarme con palabras, dulces y dolorosas. Y enamorarme, a cada segundo, más y más de ella. Y dejar que su risa me guie, y dolerme los océanos de ausencia que se precipitan cuando la pierdo de vista, de beso, de tacto. Y entonces, las canciones de Dani Flaco reconfortan, no porque otro esté jodido de verdad, si no porque la poesía es un bálsamo cuando flotas en el vacío de las horas. Y también porque el amor y el desamor son, a veces, lo mismo; sentimiento, pasión por la vida, esa que siempre corre más que tú.

"El mayor de todos mis miedos", la deliciosa "Actores secundarios", "Cincinnati", "Versos y madera", "Luci pistolas",  la curiosa y bonita versión que hace de una canción que hace años que no oía, " Nos ocupamos del mar" de javier Krahe, "No lo voy a luchar" y esa belleza que me ha estrangulado el corazón y por la que mataria por ser su autor titulada "Si quieres"; son pedacitos de amor, de desamor, de vida, de ausencia, de esperanza y de su pérdida. Son canciones que laten con la sangre de la poesía que a veces ves tambaleándose al amanecer, apoyandose en paredes que amenazan con derrumbarsele encima.

Dice, acertadamente y mejor que yo, el periodista J.M. Hernández Ripoll en la página oficial de Dani Flaco: "se descubren amores y desamores en un manojo de canciones narradas en primera persona y cantadas con una voz que se desgarra aun más si cabe porque brota de las profundidades. Son once temas elaborados a fuego lento en la intimidad de un taller artesanal, porque éste es el único sistema para crear el ambiente idóneo en el que desnudar los sentimientos. No me cansaré de escribirlo, el amigo Dani Flaco es un tipo con la cabeza sobre los hombros." 

Pues a eso, amén. o, mejor, quitenle la tilde que queda infinitamente mejor.

Dani Flaco: Por Lo Menos


Dani Flaco: No Lo Voy A Luchar









martes, 4 de marzo de 2014

St. Paul And The Broken Bones:¡¡Eh, Mirad, Ese Que Canta Soul, ¿No Se Parece A Truman Capote?!!



O eso fue la primera impresión que tuve al ver el poderoso vídeo con que la banda de Birmingham, Alabama me noqueaban aural y visualmente.
 La voz de Paul Janeway apabulla, asombra, altera, anima y deshace el alma en gotas de sudor, de sentimiento a flor de piel, de esa fuerza que nace de la seguridad que se tiene en que, lo que se hace, lo que se siente, lo que se canta, nace de lo más profundo del ser.
La imagen...ah...la puta imagen..en este siglo, en esta sociedad nos supeditamos, nos sometemos, nos esclavizamos a la necesidad de parecer, de aparentar, de fingir, de enterrar nuestro verdadero ser bajo la épica de un todo a cien. Por eso, ver a Paul Jeneway, cantar, sufrir gozosamente en cada estrofa, en cada fraseo, sentir un revoloteo de cariño hacia Philly Seymour Hoffman y su papel en Boogie Nights, ver a un tío dejarse y cantar con el alma, al margen de los gimnasios, del photoshop del corazón, ver que la música es eso, lo que se siente, lo que se padece de manera deliciosa, es un puro gozo.

La voz de Jeneway se apoya en la poderosa estructura que le ofrece Jesse Phillips, Andrew Lee, Allen Branstetter, Browan Lollar, Ben Griner y Al Gamble. Músicos todos de un talento y una capacidad interpretativa sobresaliente.
Las doce canciones que contienen este primer álbum: "Half The City", es puro y puto Soul de altísimo octanaje. Aferrado con el corazón y el alma a los clásicos, Otis Redding, Sam Cooke, Marvin gaye, James Brown, algo de Joe Tex, bastante de Sam And Dave y todo aquello que hizo de este estilo un polvazo antes del amanecer, un beso un segundo antes de que estalle el mundo en pedazos, un cuerpo apretado al tuyo en lo más silencioso de la noche.
Jeneway empezó, ¡no me jodas!, como muchísimos de sus ídolos del Soul cantando en la iglesia de su ciudad natal, Chelsea, Alabama. Esto hizo que el pequeño Paul añadiera a su cultura musical a gente del Gospel como   Mighty Clouds of Joy, Alex Bradford o Clay Evans. A los cuales añadió en loca mezcla alquímica a gente como Tom Waits, Nick Cave y, sobre todo, James Brown por cual siente, igual que una queridisima colega mía, veneración.

"Broken Bones & Pocket Change", "Like a Mighty River" "Call Me", "Sugar Dyed", " Grass Is Greener" son vida, son rabia, son intensidad, son corazones apasionados, orgullosos de crear y recrear canciones que van más allá de sus cuatro minutos treinta, de la escucha necesaria en un atardecer del sábado para ponerte las neuronas en órbita. son vida, son risa, son amor apasionado, son dolores del alma que no pueden ser curados más que por la música, esa que necesitas escuchar para sentir, para constatar que si, coño, que estás vivo y la vida es una canción como "Sugar Dyed" o como "Grass Is Greener". Una esencia que va más allá de tus orejas, que parece ser el propio planeta cantando, cantando y sonando como St. Paul & The Broken Bones...
                          ....Y pareciéndose a Truman Capote.